Alberto Mendoza Morales
La agrópolis configura un ente urbano-rural vivo y completo. El conjunto agropolitano, en lo que hace el campo, está dedicado a funciones forestales y agropecuarias, agricultura, piscicultura, ganadería, también ecoturismo y recreación de bajo impacto; en lo que hace a lo urbano atiende actividades residenciales, industriales, comerciales, administrativas y de servicios públicos.
El territorio ideal de la agrópolis es la región geográfica representada en la práctica por una cuenca hidrográfica. Es un espacio comprensible donde se armonizan las funciones de campo y ciudad, se cuida la sustentabilidad del patrimonio natural, donde conviven con equidad e inclusión las poblaciones campesinas y urbanas.
La distribución de los asentamientos humanos en el territorio de la agrópolis es policéntrica, su estructura es idéntica a la de una red, la forman nudos, poblaciones y cuerdas, vías, que las unen. Contiene centros urbanos en cuyo alrededor giran, como planetas, las cabeceras de los municipios situados en su dintorno. El conjunto simula un sistema planetario.
Los centros agropolitanos son focos urbanos estructurantes del conjunto, animadores de la interacción campo-ciudad; son entidades multiactivas y multifuncionales. A su alrededor giran las cabeceras de los municipios situados dentro de la región y otras de fuera de ella que, por tradición y función, tengan relación estrecha con las poblaciones agropolitanas.
Los centros agropolitanos cumplen funciones múltiples, administrativas, económicas, culturales, de comercialización y de prestación de servicios. Estarán dotados de equipamiento completo. Contarán con espacios de acopio, bolsa agropecuaria, oficinas de entidades públicas nacionales, departamentales y regionales, centros comerciales, sociales, de convenciones; redes computarizadas de comunicaciones; universidad a distancia; instituciones financieras, museos, bibliotecas, casas culturales, estaciones de ferrocarril y de buses.
Las veredas (nomenclatura colombiana), son áreas que conforman municipios. Estarán organizadas como unidades familiares, sociales y económicas. Serán entidades de producción, elaboración, distribución y consumo de bienes y servicios. La población veredal, organizada en empresas comunitarias de producción según principios de economía solidaria,, se alojará en aldeas aceptadas y clasificadas como la unidad urbanística básica de la nación. estará.
El plano-mapa resultante de la agrópolis mostrará la distribución general de ciudades, pueblos, aldeas, veredas, áreas industriales, parques regionales, santuarios ecológicos, embalses, distritos de riego, zonas verdes, aeropuertos. Aportará la visión de una nueva etapa del habitar y el quehacer humano, la del urbanismo y el ruralismo conjugados.
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