ALGUNOS REFERENTES PARA LA ELECTRIFICACIÓN DEL FERROCARRIL BELENCITO-BOGOTÁ

1. Copiados de Facebook (comentarios) - (febrero  1 4 y15/2015)

Escrito en FB por la Ing. Marcela Morales: "Por las clausulas contractuales de nuestro contrato no puedo hacerlas publicas hasta q no se apruebe la totalidad de la fase III, pero si le puedo comentar que los estudios para la obra contienen:
 Estudio de la demanda.
 Estudio de topografía y geometría.
 Estudio de hidráulica, hidrología y socavación.
 Estudio geotécnico y geológico.
 Estudio de la calidad de la geometría de la vía.
 Diagnóstico y aprovechamiento de la infraestructura existente y de la superestructura nueva.
 Diseño para concesión de túneles, puentes, pontones y viaductos.
 Análisis ambiental, social y predial.
 Estudios y análisis adicionales.
 Presupuestos y programación."
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Este proyecto es un reto de dignidad para todos los Boyacenses de buena fe y de buena voluntad. Si no "chillamos duro" no conseguiremos esto ni nada de importancia. ¿Qué podría pasar con Boyacá si llenamos las redes sociales de peticiones a Presidencia, al Ministerio de Transporte y a la Agencia Nacional de Infraestructura en este "rejustificado" sentido? "Pa´lante es pa´llá". ¿Quién se le mide a sumar y sumar?

ALERTA !!! Los Boyacenses necesitamos la modernización y electrificación del Ferrocarril Belencito - Duitama -Paipa- Tunja- BOGOTÁ. Ese corredor intensificará ...su inercial proceso de CONURBACION y requerirá óptima movilidad. Debemos prepararnos, con mucha seriedad, planificando y gestionando el desarrollo local y regional del área de influencia. Párenle bolas ahora, pues nos "cogió la tarde". Si no es ahora, NUNCA SERÁ !!!
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NOS METEMOS ? En relación con la Modernización y Electrificación del Ferrocarril del Nordeste (Belencito-Duitama-Paipa-Tunja-Bogotá) hay estudios preliminares muy importantes desde 1982, archivados en las oficinas ministeriales y en planeación departamental. "Proyecto de Modernización y Electrificación del Ferrocarril del Nordeste", de la extinta Electrificadora de Boyacá (1982), "anteproyecto de Tren Turístico" de la extinta Secretaría de Desarrollo y otro de la Dirección de... Planeación de Boyacá. En granboyaca.org se han publicado interesantes artículos al respecto. Nos ha faltado inteligencia política colectiva (no politiquera) y GESTIÓN institucional por razones escondidas. CREO QUE hay que hacer FUERTE ECO de este tema, con seriedad y responsabilidad social en condición clara e incorruptible de LIBREPENSADORES y con visión prospectiva sobre nuestro GRAN BOYACÁ. HAC
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  • Marcela Morales G La electrificación es algo q el estructurador esta ajustando según las condiciones del diseño definitivo de la línea. Cuando tenga un dato preciso con mucho gusto se la daré a conocer. Técnicamente les puedo comentar que estos contratos de lineas férr...Ver más

  • Hugo Arias Castellanos Marcela: de nuevo muchas gracias por la información. Quedamos muy atentos a conocer los deseados detalles de alimentación eléctrica para la operación de nuestro casi centenario ferrocarril del nordeste. Percibo que el interés colectivo por la ejecución y puesta en operación moderna y electrificada aumentarA con el tiempo. Un nuevo saludo. HAC.

  • Marcela Morales G Gracias Ing. Hugo con gusto le estaré comentando. Nuevamente le reitero que ingeniería boyacense y orgullosamente uptecista hemos hecho parte de este tipo se proyectos que están generando alternativas modernas de movilización. Un abrazo.

  • Hugo Arias Castellanos Ing. Marcela: saludo cordial. Si te es posible infórmame, en relación con el proyecto de "Electrificación del Ferrocarril del Nordeste" cuáles son las pendientes máximas del trazado, los menores radios de curvatura y el ancho de trocha que hacen parte del proyecto y,obviamente, cual será la velocidad óptima de operación de los trenes que serían alimentados con ENERGIA ELECTRICA. Muchas gracias por tu nueva respuesta, si está a tu alcance. HAC (granboyaca@gmail.com)



2. "Electrificación del Ferrocarril del Nordeste (Bogotá – Belencito)*

Orlando Flechas Corredor
Ing. Civil -Exgerente de la Electrificadora de Boyacá (1982)

Pertenecen al complejo industrial boyacense diversas comarcas de un altiplano donde se destacan con jerarquía propia Belencito, Sogamoso, Duitama, Nobsa, Paipa, Pesca, Tuta y Tunja.
La producción es variada, el progreso sectorial sostenido, previsiblemente, se mantendrá en ascenso por cuanto obedece a condiciones reales propias de la zona; se trata de una región rica en minerales básicos, situada en un territorio alto, de amable fisonomía, excelente clima, apropiada para significativos asentamientos humanos y amplios desarrollos geoeconómicos.
La vitalidad de la zona se refuerza por el hecho de pertenecer al área de influencia de Bogotá, capital del país, centro gravitatorio de vasto alcance. Bogotá se ha convertido en el polo de inducción y atracción más importante del país; jerarquiza dilatados territorios, entre ellos, en primer térmico, la zona industrial de Boyacá.
Esa polaridad manifiesta tiene consecuencias concretas en el destino de la producción boyacense y en el transporte de carga y pasajeros. Inicialmente la unión entre Bogotá y lo que es hoy la zona industrial de Boyacá se hizo por medio de una carretera de elemental trazado y sencillas especificaciones; más tarde un ferrocarril, el del Nordeste, de trocha de una yarda (91,44 cms), comenzó a funcionar entre Bogotá y Sogamoso a donde llegó en 1931. Con el correr del tiempo, sucedieron tres fenómenos más o menos simultáneos: la zona industrial de Boyacá se vigorizó, especialmente impulsada por la industria del Acero. El ferrocarril declinó hasta prácticamente suspenderse. La carretera, rectificada y ampliada, tomó sobre sí el peso de transporte de carga y pasajeros.
Mientras eso sucedía, la industria Paz del Rio construyó y puso en funcionamiento el primer ferrocarril eléctrico de Colombia de 40 kilómetros de longitud. En el mundo los ferrocarriles comenzaron a renovarse; se extendieron, se hicieron más veloces, se electrificaron en tramos notables. Los combustibles se encarecieron como nunca antes y la preservación del medio ambiente tomó puesto en la conciencia de las gentes.
Al llegar el momento actual (1982) confrontamos grave problema de transporte entre Bogotá y Belencito: la carretera, única vía, es insuficiente, está saturada, se deteriora cada día, es altamente peligrosa para los pasajeros; el precio del combustible encarece el tráfico automotor. El panorama boyacense se torna sombrío altamente preocupante.
Estas observaciones y experiencias nos han llevado a la conclusión de que Boyacá debe replantearse a fondo el tema del transporte pesado entre su zona industrial y Bogotá.
Se trata de emprender acciones en las que quedan aludidas las dos vías básicas: la carretera y el ferrocarril entre Bogotá y Belencito.
El presente estudio se concentra, por eso, en examinar las características del área atendida por las vías, las vías propiamente dichas, la posibilidad de establecer el funcionamiento del ferrocarril, su electrificación, la preservación del ambiente, los beneficios económicos y sociales de una solución racional amplia.
En 1979 la Electrificadora de Boyacá S.A., estaba ya consciente del grave problema de transporte que afronta Boyacá. En julio de ese año presentó un trabajo sobre la "Electrificación del ferrocarril del Nordeste", en el encuentro de gobernadores e intendentes del Oriente colombiano. Era nuestro ánimo plantear una respuesta al problema aludido.
El estudio despertó interés en empresas como Acerías Paz del Río S. A., ICEL, Ferrocarriles Nacionales de Colombia   y otras. Como consecuencia se constituyó un grupo de estudio interinstitucional que aportó los primeros trabajos.
A finales de 1981 la Electrificadora decidió abordar en forma más sistemática un estudio de prefactibilidad de la electrificación del ferrocarril. Invitó para el caso a entidades nacionales, regionales y locales, experimentadas en la materia, idóneas para el caso; todas respondieron admirablemente y son acreedoras a nuestro reconocimiento. Para coordinar el estudio y plasmarlo en un documento, la Electrificadora  de Boyacá recurrió a ASPLAN, una entidad privada dedicada al estudio de temas de interés general en materias de planeación.
El estudio que hoy (1982) presentamos se rige por una norma fundamental: "Al abordar el tema de transporte de carga y pasajeros entre Bogotá y Belencito, servicio por dos vías, una carretera y un ferrocarril, no se trata de escoger una u otra, prescindiendo de una de ellas, o de crear competencias que juzgamos convenientes. Se trata, por el contrario, de buscar la armónica complementación de dos medios de transporte – tren y carretera – que no deben pelear, agredirse, ni competir sino complementarse y servir como partes de un sistema organizado y eficiente. Reconocemos y declaramos que cada uno de los dos medios de transporte tiene su ámbito propio de plena eficacia, que no agrede al otro sino que lo apoya y fortalece".
Esperamos que este estudio tenga consecuencias prácticas, que signifique una contribución esencial en el progreso de un sector tan importante en la vida económica de la nación como es el transporte de carga y pasajeros.  
ORLANDO FLECHAS CORREDOR
Gerente electrificadora de Boyacá (1982)
* Este texto fue trascrito del documento " ELECTRIFICACIÓN DEL FERROCARRIL DEL NORDESTE – Un modelo de transporte para el desarrollo" liderado y patrocinado (año 1982) por la Electrificadora de Boyacá y con la participación interinstitucional en su elaboración de: Acerías Paz del Río, Ministerio de Obras Públicas y Transporte, Instituto Colombiano de Energía Eléctrica, Ferrocarriles de Colombia, departamento Nacional de Planeación   y Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. "   

"La fórmula de la Coca Cola es información o es conocimiento?



CATENARIA - Gestión del Conocimiento
E D I C I Ó N - N ° 1 0 6 - E N E R O - 2 0 1 5
 
¿La fórmula de la Coca Cola es información o es conocimiento?
Javier Martínez Aldanondo
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl y javier.martinez@knoco.com Twitter: @javitomar
"Saber no es suficiente, hay que aplicarlo. Querer no es suficiente, hay que hacerlo" (Goethe).
Los damascos de mi jardín (denominados albaricoques en España) han dado este verano una cosecha fantástica. Tras regresar de un largo viaje, nos encontramos el suelo tan repleto de frutos que mi mujer decidió aprovecharlos y hacer mermelada. Para quienes no la hayan probado, la mermelada de damasco es una de las mejores que se puede comer. El asunto no tendría nada de particular si no fuese porque mi mujer nunca había hecho mermelada ya que otros años regalábamos los damascos a su madre. El caso es que se puso manos a la obra y tras un laborioso proceso de maceración, cocción y envasado al vacío, me pidió probar el resultado de su esfuerzo. La verdad es que le quedó espectacular, a la altura de las mejores mermeladas que he degustado. Cuando le pregunté cómo la había hecho, pensé que me diría que había llamado a su madre para pedirle ayuda. Sin embargo, me respondió que buscó una receta en internet y se limitó a seguir los pasos al pie de la letra. ¿Me bastaría a mí con leer esa misma receta para hacer una mermelada tan excepcional? Ni por asomo. El conocimiento no está en internet sino que es un atributo humano. El conocimiento es la experiencia que te permite tomar decisiones y actuar. Las recetas, por si mismas no puede decidir ni actuar, al menos por el momento…
El año pasado, en uno de los grupos de gestión del conocimiento de Linkedin en que participo, se planteó la siguiente discusión: ¿Importa si consideramos la receta de la Coca Cola como información o como conocimiento? Importa muchísimo. Si consideras que los documentos de tu empresa contienen conocimiento, entonces tan solo debes preocuparte de almacenarlos en un software de gestión documental y asegurarte de que estén fácilmente accesibles (que es el error que han cometido la mayoría de iniciativas de gestión del conocimiento). Sin embargo, si consideras que una receta contiene únicamente información, entonces sabes que recopilar documentos no basta. Leer 10 libros de cocina no te convierte en cocinero. Necesitas asegurarte de que las personas cuenten con el conocimiento suficiente para que, llegado el momento, sepan aplicar dicha información. Ese proceso de adquirir conocimiento es mucho más complejo y laborioso que el de acumular información y se llama aprendizaje.
¿Dónde radica entonces el conocimiento? El conocimiento reside en el cerebro de las personas. Imagina que 2 individuos tienen acceso a la fórmula secreta de la Coca Cola. Uno de ellos es un experto químico y el otro un futbolista de primer nivel mundial. ¿Qué puede hacer el químico con la receta? Posiblemente, si cuenta con el instrumental adecuado, sería capaz de producir la bebida. ¿Y qué puede hacer el jugador de futbol (o un cura, un abogado, un político…)? Pueden leer la receta mil veces pero es casi imposible que pudieran fabricar una gota del refresco por mucho esfuerzo que hiciesen en memorizar la fórmula.
La información se mantiene como tal hasta que alguien es capaz de aplicarla. Si un documento tuviese conocimiento, la fórmula de la Coca Cola podría por si sola fabricar el brebaje. Sin embargo, tienen que intervenir personas con conocimiento específico para transformar esa información en la bebida. El conocimiento es una conexión neuronal. Pensar que el conocimiento reside en un texto es igual que creer que la clave para escribir un libro está en el bolígrafo o en el computador que se utilice o que el pincel o el lienzo explican el éxito de un buen cuadro. El conocimiento está en la persona, el resto son recursos que pueden resultar imprescindibles y por tanto merece la pena tenerlos disponibles.
La información es siempre el resultado del conocimiento. No puedes generar información si no tienes conocimiento respecto de la temática en cuestión. Todo documento es una representación incompleta del conocimiento de su autor. Y sino, prueba a leer el manual de cualquier aparato que hayas comprado recientemente. Si te pido que escribas un tratado sobre cómo andar en bicicleta, lo que plasmarás será bastante pobre en relación con lo que verdaderamente sabes. Un documento contiene solo la parte consciente que la persona es capaz de rescatar. Desde luego, es mejor que nada pero a ese escrito, le faltan gran cantidad de detalles importantes del contexto que son tácitos, inconscientes y, además, intransferibles de forma directa.
Un libro de cocina contiene información que pasó del cerebro del cocinero al papel y puede incluir lo que sabe (los ingredientes para elaborar una mermelada) o lo que sabe hacer (cómo preparar la mermelada). Si los libros de cocina fuesen conocimiento, bastaría con comprar todos los libros de cocina que se han publicado y cocinar sería un ejercicio obvio (algo que incluso los programas de cocina tan en boga actualmente en la TV han refutado). Para hacer que otra persona convierta esa información en conocimiento, se necesita aprendizaje y para ello el requisito imprescindible es hacer. Las personas aprendemos cuando experimentamos y practicamos. Por eso, por más que yo acceda a la receta de la mermelada de damasco, no hay garantía ninguna de que obtendré un resultado comestible. De hecho, 2 personas que disponen de la misma información (leen idéntica receta), es seguro que no obtendrán el mismo producto (harán una mermelada diferente). La receta lleva mucho tiempo en internet, a solo un click de distancia para quien la quiera utilizar. Lo que convierte la receta en mermelada es el conocimiento y eso ocurre cuando la receta pasa desde internet a la cabeza de alguien, en este caso de mi mujer, que la aplica. El mejor de los mundos tiene lugar cuando la información se encuentra con el conocimiento capaz de aprovecharla.
Saber cómo se hace algo (tener información) no equivale a saber hacerlo (tener conocimiento). El conocimiento es información en acción. Si has visto algún partido del recientemente finalizado Open de Australia de Tenis, seguro que sabes cómo se saca pero eso no significa que sepas sacar. La información contenida en tus libros de recetas no se convierte en conocimiento hasta que eres capaz de cocinar un plato. Y tendrás mucho conocimiento si el plato te sale estupendamente y eres capaz de preparar muchos platos distintos y tendrás poco conocimiento mientras te salgan mal. Tu empresa te valora por tu conocimiento, por lo que eres capaz de hacer, mientras el colegio y la universidad te valoran por lo que sabes (la información que retienes). En el mundo laboral, tienes conocimiento en algún ámbito cuando puedes actuar y decidir sobre ese ámbito y no solo cuando sabes acerca de ello. Cuando sabes pero no puedes hacer, entonces solo tienes información. Por eso mismo, los libros que utilizan los niños en el colegio y los jóvenes en la universidad, están repletos de información que únicamente se transforma en conocimiento cuando se aplica repetidamente. Lo que debiese llamarnos la atención son las pocas cosas aplicables y de utilidad futura que hay en toda esa cantidad de libros que año tras año compramos a precio de oro para la supuesta educación de nuestros hijos. La explicación es evidente: es mucho más cómodo que los niños lean libros y escuchen al profesor que tener que esforzarse en hacer, practicar y demostrar desempeño, como implora Goethe. Cada vez que lees, adquieres información y en ocasiones, te entretienes, lo que tiene un valor indudable. Pero no nos engañemos, no adquiere s conocimiento hasta que no lo puedes aplicar. El sistema educativo es ineficiente en medir conocimiento, lo único que evalúa es la capacidad de retener información en un momento concreto. Existen mecanismos más apropiados para guardar información que nuestro cerebro. Sin embargo, nuestra mente no tiene rival a la hora de gestionar conocimiento.
"Hay diferencia entre saber el camino y recorrer el camino" (Morfeo en Matrix).
¿Qué importancia le damos entonces a la información? Tenemos acceso a mucha más información de la que somos capaces de procesar. Es indiscutible que la información es un activo fundamental en una empresa y por tanto hay que contar con una estrategia para administrarla. No es casualidad que la fórmula de la Coca Cola se mantenga en estricto secreto. Aunque la información por sí sola no basta, decidir sin apoyo de información puede ser arriesgado. Pero es un error grave, y muy frecuente, confundir información con conocimiento. El conocimiento es tu propia experiencia (y por tanto es un proceso interno) mientras la información es la experiencia de otros (algo externo a lo que puedes acceder a través de múltiples fuentes). Si consideramos que solo tienes conocimiento cuando puedes aplicar la información y actuar, entonces el conocimiento no puede residir en un documento. Sin intervención del hombre, la información pierde su valor. Si te regalo la fórmula de la Coca Cola, con el detalle de los ingredientes, cantidades y forma de preparación, pero no sabes leer (no tienes conocimiento), no te sirve de nada. Si no sabes inglés, no te sirve de nada. Si no sabes matemáticas, no te sirve de nada. Si no hay conocimiento de química en el ser humano que lee la fórmula de la Coca Cola, la receta es inútil. Pero cuando ese conocimiento existe, entonces la información puede ser una ayuda muy valiosa. Por eso, acumular los documentos de una empresa no es suficiente. Obligar a que todos los colaboradores los lean no asegura que sabrán actuar o tomar decisiones adecuadas y, menos aún, improvisar cuando las cosas no ocurran como aparece en el manual (que es lo más habitual).
Es indispensable asegurar que la información, inteligentemente ordenada, se encuentre disponible para las personas cuando la necesiten. Pero el gran desafío de las organizaciones actuales no consiste en ordenar información sino garantizar que sus integrantes tengan el conocimiento adecuado (hayan aprendido) para saber aplicar la información que se les suministra. Aprender consiste en convertir información en conocimiento. El aprendizaje es la única fuente de producción de conocimiento. Si queremos que una planta crezca, la regamos y si queremos que una empresa crezca, tenemos que regar sus conocimientos. El foco son las personas, no los sistemas ni la información.
Ahora bien, todo esto cambiará en cuanto las máquinas aprendan a recolectar información y convertirla en conocimiento. Existen ya robots que aprenden a cocinar igual que tú viendo videos en YouTube. La inteligencia artificial está cerca de cambiar el trabajo, la gestión de las organizaciones y desde luego, la educación. Mientras ese día llega, yo disfruto de la suerte de que mi mujer siga haciendo una magnifica mermelada de damasco.

 
Catenaria - Gestión del Conocimiento
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