Sociedad Nueva, Mentalidad Nueva
Centro de Pensamiento para el
Desarrollo Local y Regional GRAN BOYACÁ - CGB
Una sociedad nueva, se alcanzará,
principalmente, con una educación nueva.
¿Cómo podría ser una
sociedad nueva?
Desde luego que distinta y mejor,
que la que hoy tenemos. Seria trabajadora, honrada, humanizada, solidaria,
pacífica, ideológicamente tolerante, progresista, respetable, respetada,
optimista, alegre, equilibrada y justa; Capaz de utilizar la ciencia, la
tecnología y la política para generar verdadero bienestar integral y creciente
para todos los asociados.
Ese modelo de Sociedad, no
aparecerá espontáneamente, menos como producto del caos social hoy
predominante. La dialéctica del insulto, la intimidación, la irresponsabilidad,
el afán por el lucro fácil, la corrupción, la injusticia, la mentira, el engaño,
la envidia y el egoísmo, no construyen sino destruyen; por eso, de ellos no
puede esperarse una sociedad mejor, sino un mayor desorden, un malestar social,
un aniquilamiento social.
De nada servirá el esplendor
material si no se basa en los propósitos de mejorar la calidad humana general.
Las grandes obras llamadas
civiles como las hidroeléctricas, los grandes viaductos, los centros
comerciales, las lujosas urbanizaciones, las fastuosas avenidas, los trenes
metropolitanos, la infraestructura gigante para los servicios públicos; las más
sofisticadas tecnologías de todos los órdenes, los audaces avances científicos,
tendrán valor coyuntural y parcial mientras no se garantice la equidad social
de sus beneficios; de poco servirán, si no existe la preparación civilizada y
la oportunidad real para su uso adecuado, generalizado y creciente.
La Educación, si así puede
llamarse, que produjo el tipo de ciudadano de hoy, acusa tremendas fallas, y es
en mucho, la causa de la actual
descomposición social.
No existe sistema educativo en el
país, sólo se ha hecho un esfuerzo por sostener una situación en condiciones
inferiores sin reales propósitos ni objetivos sociales, con todos los vicios de
la desorganización política y social, vividos y reproducidos en las
instituciones; con más disfunciones que funciones reales y sin
responsabilidades ni exigencias sociales.
El preescolar, la primaria, el
bachillerato y la universidad no hablan lenguajes de interrelación; todos se
quejan de tener que remediar el nivel anterior, todos especulan y posan
soberbiamente de independientes o”autónomos”, aún entre elementos del mismo
nivel. La mayor tarea que cumplen es la de cantidades, de moldes, de
memorización, de acervos de datos, poco de análisis, poco de leer bien y menos
de escribir bien; es decir, poco de entender y menos de producir en términos de
conocimiento y ciencia. Y, casi nada se trata, de la formación del individuo
como ciudadano, como hijo, como hermano, como amigo, como humano, como
civilizado, como miembro de una sociedad que hoy no se comprende, porque nadie
explica su realidad, ni su dimensión, ni su importancia, ni la necesidad de
organizarla adecuadamente para el bien de todos.
Un verdadero sistema educativo
que responda a reales necesidades sociales, y que cumpla un serio y riguroso
proceso enseñanza-aprendizaje, cultivador permanente de la personalidad y del
carácter, es requisito fundamental para lograr una Sociedad Nueva, basada como
se puede colegir, en una pedagogía capaz de producir el ciudadano nuevo, cargado
de los valores humanos que practica, que siembra, que cuida, que cosecha y que
mejora, para la supervivencia civilizada y útil de la sociedad que lo acepta y
lo tolera.
Educar de verdad a los individuos
de hoy y de mañana es la primera y más importante tarea o estrategia para
desarrollar un modelo de Sociedad Nueva.
¿Quién asumirá en serio la tarea?
Con seguridad, usted amigo lector
está "predestinado" y preparado para ese enorme, exigente y urgente
servicio social. Se tiene la oportunidad más grande y hermosa; sólo se requiere
de voluntades gigantes para su aprovechamiento inmediato.
Lo más importante no son los
problemas sino las conductas y las acciones coherentes para solucionarlos.