por ORLANDO FLECHAS CORREDOR *
Pertenecen al complejo industrial boyacense diversas
comarcas de un altiplano donde se destacan con jerarquía propia Belencito,
Sogamoso, Duitama, Nobsa, Paipa, Pesca, Tuta y Tunja.
La producción es variada, el progreso sectorial
sostenido, previsiblemente se mantendrá en ascenso por cuanto obedece a
condiciones reales propias de la zona; se trata de una región rica en minerales
básicos, situada en un territorio alto, de amable fisonomía, excelente clima,
apropiada para significativos asentamientos humanos y amplios desarrollos
geoeconómicos.
La vitalidad de la zona se refuerza por
el hecho de pertenecer al área de influencia de Bogotá, capital del país,
centro gravitatorio de vasto alcance. Bogotá se ha convertido en el polo de
inducción y atracción más importante del país; jerarquiza dilatados
territorios, entre ellos, en primer término, la zona industrial de Boyacá.
Esa polaridad manifiesta tiene
consecuencias concretas en el destino de la producción boyacense y en el
transporte de carga y pasajeros. Inicialmente la unión entre Bogotá y lo que es
hoy la zona industrial de Boyacá se hizo por medio de una carretera de
elemental trazado y sencillas especificaciones; más tarde un ferrocarril, el
del Nordeste, de trocha de un metro, comenzó a funcionar entre Bogotá y
Sogamoso a donde llegó en 1931. Con el correr del tiempo, sucedieron tres
fenómenos más o menos simultáneos: la zona industrial de Boyacá se vigorizó,
especialmente impulsada por la industria del Acero. El ferrocarril declinó
hasta prácticamente suspenderse. La carretera, rectificada y ampliada, tomó
sobre sí el peso de transporte de carga y pasajeros.
Mientras eso sucedía, la industria Paz del río
construyó y puso en funcionamiento el primer ferrocarril eléctrico de Colombia
de 40 kilómetros de longitud. En el mundo los ferrocarriles comenzaron a
renovarse; se extendieron, se hicieron más veloces, se electrificaron en tramos
notables. Los combustibles se encarecieron como nunca antes y la preservación
del medio ambiente tomó puesto en la conciencia de las gentes.
Al llegar el momento actual (1982) confrontamos grave
problema de transporte entre Bogotá y Belencito: la carretera, única vía, es
insuficiente, está saturada, se deteriora cada día, es altamente peligrosa para
los pasajeros; el precio del combustible encarece el tráfico automotor. El
panorama boyacense se torna sombrío altamente preocupante.
Estas observaciones y experiencias nos han llevado a
la conclusión de que Boyacá debe replantearse a fondo el tema del transporte
pesado entre su zona industrial y Bogotá.
Se trata de emprender acciones en las que quedan
aludidas las dos vías básicas: la carretera y el ferrocarril entre Bogotá y
Belencito.
El presente estudio se concentra, por eso, en examinar
las características del área atendida por las vías, las vías propiamente
dichas, la posibilidad de establecer el funcionamiento del ferrocarril, su
electrificación, la preservación del ambiente, los beneficios económicos y
sociales de una solución racional amplia.
En 1979 la Electrificadora de Boyacá S.A., estaba ya
conciente del grave problema de transporte que afronta Boyacá. En julio de ese
año presentó un trabajo sobre la “Electrificación del ferrocarril del
Nordeste”, en el encuentro de gobernadores e intendentes del Oriente
colombiano. Era nuestro ánimo plantear una respuesta al problema aludido.
El estudio despertó interés en empresas como Acerías
Paz del Río S. A., ICEL, Ferrocarriles Nacionales de Colombia y otras. Como consecuencia se constituyó un
grupo de estudio interinstitucional que aportó los primeros trabajos.
A finales de 1981 la Electrificadora decidió abordar
en forma más sistemática un estudio de prefactibilidad de la electrificación
del ferrocarril. Invitó para el caso a entidades nacionales, regionales y
locales, experimentadas en la materia, idóneas para el caso; todas respondieron
admirablemente y son acreedoras a nuestro reconocimiento. Para coordinar el
estudio y plasmarlo en un documento la Elecrificadora recurrió a ASPLAN, una
entidad privada dedicada al estudio de temas de interés general en materias de
planeación.
El estudio que hoy (1982) presentamos se rige por una
norma fundamental: “Al abordar el tema de transporte de carga y pasajeros entre
Bogotá y Belencito, servicio por dos vías, una carretera y un ferrocarril, no
se trata de escoger una u otra, prescindiendo de una de ellas, o de crear
competencias que juzgamos convenientes. Se trata, por el contrario, de buscar
la armónica complementación de dos medios de transporte – tren y carretera –
que no deben pelear, agredirse, ni competir sino complementarse y servir como
partes de un sistema organizado y eficiente. Reconocemos y declaramos que cada
uno de los dos medios de transporte tiene su ámbito propio de plena eficacia,
que no agrede al otro sino que lo apoya y fortalece”.
Esperamos que este estudio tenga consecuencias
prácticas, que signifique una contribución esencial en el progreso de un sector
tan importante en la vida económica de la nación como es el transporte de carga
y pasajeros.
*Gerente electrificadora de Boyacá (1982)
** Este texto fue trascrito del documento “ ELECTRIFICACIÓN DEL FERROCARRIL DEL NORDESTE – Un modelo de transporte para el desarrollo” liderado y patrocinado (año 1982) por la Electrificadora de Boyacá y con la participación interinstitucional en su elaboración, de: Acerías Paz del Río, Ministerio de Obras Públicas y Transporte, Instituto Colombiano de Energía Eléctrica, Ferrocarriles de Colombia, Departamento Nacional de Planeación y Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
Fotografía y gráfico del Archivo de GRAN BOYACÁ - CGB.
Nuestro contacto: director@granboyaca.org
o granboyaca@gmail.com
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