PARA TODOS, SOBRE SEGURIDAD ALIMENTARIA

Política y Plan Nacional SAN de Colombia –
Quito Ecuador 4 Reunión América Latina y el
Caribe sin Hambre

Fuente: CGB - GRAN BOYACÁ, abeja alimentándose
con néctar y cargando polen para su producción de miel.

Por Ramón Darío Zuluaga Giraldo
Asesor en Seguridad Alimentaria del Alto Consejero
Presidencial -Acción Social. Colombia-

Traigo una presentación de 21 diapositivas respaldadas por un documento de
16 páginas que lo entrego para cada uno de ustedes.
Pero les solicito el favor de permitirme no darle las cifras de lo que hemos
logrado en Colombia, basadas en los mismos Programas que estamos
realizando en toda América Latina y el Caribe.
Permítanme continuar una reflexión que empecé hace unos meses en Panamá
en el Parlamento Latinoamericano y lo continué hace 20 días ante el Senado
de Colombia, en un foro sobre Seguridad Alimentaria al cual me invitaran.
Lo anterior en razón a que nos desanima mucho saber que el gran esfuerzo
que hicimos en Latinoamérica y el Caribe en los últimos 10 años en la lucha
contra la pobreza, lo hayamos perdido el pasado año a raíz de la crisis
económica ocasionada entre otras razones porque unos especuladores
hipotecaron, rehipotecaron y volvieron a hipotecar las viviendas
norteamericanas y cuando esa burbuja se les explotó y no sabían donde llevar
su dinero, decidieron colocarlo en la bolsa a través de los alimentos,
convirtiendo así a los alimentos en un artículo transable y a la agricultura en
un agronegocio, donde los alimentos dejaron de ser una necesidad para
convertirse en una mercancía y su producción fue desvinculada del carácter
de sustento y se orientó cada vez más a la competencia por servicio. Donde
alguien sin ver un grano de trigo y sin tocar un maíz, logra a punta de
martillazos desde Wall Street o desde Tokio que suban o bajen los precios de
los alimentos, no importando, que un martillazo de esos, mate de hambre a
10 millones de seres humanos en el Africa Subsahariana.
Preguntémonos porque hay actualmente en el mundo 1.020 millones de
pobres hambrientos y casi 1.000 millones de obesos, esta última patología que
sólo en EEUU ocasiona 400.000 muertes al año y vale 75.000 millones de
dólares en costos adicionales de salud y 56.000 millones de dólares en horas
de trabajo perdido.
Antes déjenme graficar que son 1.020 millones de pobres, si cada segundo
entregáramos un dólar en esta puerta a un pobre del mundo, pasarán 32,3
años para ver desfilar al último pobre del planeta y entonces la mayoría aquí
estaríamos muertos y el más joven, dulcemente pensionado sin encontrar aún
la solución a la pobreza. El problema no es la cifra, el problema es la
magnitud de la cifra.
La causa creo que es una sola, el modelo económico, modelo que si pretendía
lograr la Seguridad Alimentaria y la abundancia de alimentos para todos
fracasó rotundamente. Si los objetivos eran otros seguramente es un modelo
súper exitoso.
Pero como la iniciativa ALCSH tiene como objetivo contribuir a erradicar el
hambre y garantizar la Seguridad Alimentaria y Nutricional y partiendo de que
la Oficina Regional de la FAO adopta la iniciativa a como referente de su
acción y estrategia regional de Seguridad Alimentaria y uno de los objetivos
específicos de este proyecto es sensibilizar a los actores claves del sector
público, académico y privado en el tema del hambre y la desnutrición.
Permítanme con estas reflexiones tratar de motivarlos para que propongamos
en nuestros países unas estrategias que permitan de verdad lograr la voluntad
política de todos (gobiernos, privados, academia) para erradicar el hambre.
Para lo anterior tenemos que repensar un modelo donde la OMC, el BM, el
BID, las bolsas, los tratados de libre comercio, dejen por fuera en sus
negociaciones los alimentos (como lo fue antes), que comercien con armas,
con ropas, con vivienda, con juguetes, con cosméticos, etc, pero NUNCA más
con la comida.
Que no condicionen sus créditos y sus avales a políticas de reducciones
arancelarias, a imposiciones estructurales de apertura de mercado, etc. Que
solo logran que países como Haití con suficiente producción interna de arroz,
después de superar desastrosos gobiernos de los Duvalier y ante los
condicionamientos del BM, del BID y de la OMC, hoy sea el principal
comprador de arroz de EEUU, cultivo éste altamente subsidiado en ese país
con 1.000 millones de dólares al anuales.
Que Filipinas que en el 90 era exportador neto, la reestructuración del Estado
lo volvió el mayor importador del mundo de arroz, con 2 millones de
toneladas al año.
Que los tigres asiáticos después de seguir sus recomendaciones son hoy unos
simples gatitos.
Que no se nos olvide nunca que Argentina salió de su crisis, haciendo
exactamente lo contrario a lo que le recomendaba y exigía el BM.
Que México después de declararse insolvente en 1984 para poder pagar su
deuda externa el BM y el BID lo obligaron a una reforma estructural de
apertura de mercado, de reducción de aranceles, de desmantelamiento del
crédito y a la firma del NAFTA, hicieran que la entrada masiva del maíz de
EEUU haya logrado después de solo 8 años de firmado este acuerdo que
1’300.000 campesinos hayan migrado del campo, muchos de ellos como
ilegales a EEUU, donde algunas compañías legales los tratan no muy
legalmente.
Tenemos que pensar un modelo donde el combustible que requieren los países
desarrollados, no se produzca en nuestros países y ni siquiera en sus países
mientras afecten la producción de alimentos.
Esto porque el desvió del 5% de la producción mundial de cereales, a la
producción de agrocombustibles, ha incrementado el precio de los granos,
según del Departamento de Agricultura de EEUU entre un 5% y un 20; según el
Instituto de Investigaciones de Políticas Alimenticias de EEUU (IFPRI) un 30%;
y, en un informe filtrado del BM dice que es el 75%. Actualmente la industria
de los biocombustibles consume 2/3 de la oferta estadounidense de maíz, y el
etanol consume el 30% de maíz cuando en el 2002 era solo 10%.
Tenemos que pensar un modelo que entienda que la agricultura se rige por
biología y que la industria por la mecánica, que si se me avería una máquina
que produce un millón de botellas hora, yo cambio la máquina y la nueva me
producirá un millón de botella hora, mientras si mis vacas se enferman de
paratuberculosis, puedo comprar vacas superiores en Holanda y al mes no me
están dando la misma leche; un modelo que entienda que en la agricultura es
el insumo más importante y más caro es la tierra y que la producción agrícola
es menos flexible. Una fábrica puede responder a la bajada de precios
despidiendo a la mitad de sus trabajadores (si la mano de obra es su costo
principal), mientras que la tierra no puede ser despedida y en la mayoría de
los casos hay que seguir cultivándola, pagar los préstamos, etc; la tierra es
un costo fijo y los agricultores tienen muy poco control sobre ella.
Tenemos que lograr un modelo que entienda que a diferencia de la práctica
de la totalidad de las materias primas, los alimentos no tienen sustitutos.
Que entienda que en los próximos 40 años la demanda de alimentos se
disparará por dos motivos:
1.- La población mundial seguirá creciendo, agravado esto porque India no
tiene control de la natalidad y porque China ante el envejecimiento de la
población, está siendo laxa con la norma de un solo hijo.
2.- Porque los países en desarrollo quieren igualar las pautas de alimentación
occidental. El consumo de carne persona/año en EEUU es 98 kg, China 25 kg,
India 5,5 kg; si todos consumiesen carne como en EEUU, la producción
mundial solo alcanzaría para 2.600 millones y somos 6.200 millones y muy
pronto 9.500 millones.
Tenemos que lograr un modelo que no ponga a competir a los productores de
los países en desarrollo con productores de países desarrollados, con unos
perversos subsidios, deformadores de las verdades agropecuarias.
En 1920 agricultores europeos y estadounidense pidieron apoyo y les dieron
unos subsidios temporales, que después de 90 años siguen siendo temporales e
incrementales.
Los subsidios supuestamente se crearon para controlar la producción, pero
cuando los precios bajaron, los agricultores sembraban más para obtener
mayores subsidios. En 1962 pagaron en EEUU para dejar de cultivar 26
millones de hectáreas (más de la mitad de la extensión total española), sin
embargo produjeron 24 millones de toneladas, más del doble de la demanda
actual.
Estos subsidios hicieron que los EEUU exporten maíz al 27% del costo, trigo al
33%, leche al 39%, azúcar al 56% y muslos y alas de pollo al 60%, ¿así quién
compite?
A Tyson, uno de los 4 dueños de la carne del mundo; el maíz y la soya
subsidiada le ahorran a esta empresa 288 millones de dólares al año.
Entre 1995 y 2005 el tesoro de EEUU entregó 155.000 millones de dólares a
agricultores y ganaderos (suma superior a toda la ayuda americana en ese
tiempo). No nos apoyen, con que no subsidien es suficiente y les podremos
competir.
Según el Washington Post desde el 2000 se habrían pagado 1.300 millones de
dólares a individuos que nunca habían cultivado nada, incluyendo 490.000
dólares a un cirujano de Houston, que había comprado un terreno cerca de
esa localidad, en el que alguna vez se había cultivado arroz. Un profesional
americano, hijo de americano y nieto de Irlandés, se gana 5.000 dólares al
mes, (bien pagado), a ese cirujano le dieron el sueldo de 8 años (96 meses),
por competir con nuestros arroceros, sin sembrar arroz. Perversidad de
perversidades, que habrá que corregir.
Tendremos que pensar un modelo que cambie la tendencia de la dieta
occidental, si queremos superar la pobreza, y si queremos acabar con el
hambre y la desnutrición.
EEUU el gran impulsor de la dieta occidental, en el 2007 aparece en el Word
Fact Food en el puesto 47 en el índice de esperanza de vida al nacer, por
debajo de Israel, Jordania, Bosnia y Las Bermudas.
El 30% de los norteamericanos tienen una dieta deficiente en vitaminas C, E,
A y Magnesio. Un estadounidense nacido en el año 2000 tiene una posibilidad
entre tres de desarrollar diabetes en su vida, diabetes que les quita 12 años
de vida en promedio y que cuesta en salud 13.000 dólares año contra 2.500 a
una persona sin diabetes.
En 1960 en EEUU se gastaban el 17,5% del ingreso en comida y el 5,2% en
asistencia sanitaria; actualmente es 9,9% en comida (menos 7,6%) y 16% en
asistencia médica (más 10,8%), y todo porque con los avances logrados
después de los años 30 en la producción de alimentos (revolución verde) y de
que en 1970 la política de EEUU (Nixon) fue alimentos baratos y alimentos
buenos para vender, no para comer y además se impulso luego el mercado de
las grandes superficies por encima del mercado de agricultores, de centrales
de abasto o de pequeñas tiendas y allí la teoría Maltusiana fue reemplazada
por el modelo Walmartiano (Wall Mart) de vender todos los días más barato,
comprando todos los días más barato (más por menos); más empresarios,
menos campesinos; más utilidades, menos salarios; más empleados, menos
sindicatos; más riqueza, menos equidad.
Este supermercado es hoy la 20va potencia mundial por delante del PIB de
Turquía, Austria, Arabia Saudita y Noruega; con ventas en 2004 de 288.000
millones de dólares, ventas superiores a las de cualquier petrolera y fábrica
de automóviles.
Ford impulso que sus empleados ganaran bien para poder comprar sus carros.
Wall Mart tiene empleados con salarios 20% más bajos que el promedio; así
empleados más pobres, le tienen que comprar a él que vende más barato.
Para enumerar sólo dos ejemplos de lo que hicieron las grandes
investigaciones pagadas por las multinacionales:
Durante 30 años estuvieron diciéndonos que la grasa de los animales, la leche
y los huevos eran dañinos y fueron reemplazados por margarinas que eran
saludables, el Instituto de Salud Pública de la U. de Harvard no encontró
evidencias ciertas de lo primero, pero se encontró que las grasas hidrogenadas
elevaban los niveles de colesterol malo y bajaban los niveles de colesterol
bueno (que viva el cerdo y su chicharrón), aumenta los triglicéridos factor de
riesgo de las enfermedades cardiacas, favorecen la formación de coágulos,
favorecen la resistencia a la insulina y para rematar, sustituir grasas por
hidratos de carbono, suben de peso.
El gran cambio en la dieta de EEUU sucedio cuando el Departamento de
Agricultura incrementó las calorías provenientes de azúcares del 10%
(recomendación de la OMC a quien EEUU solicitó no dieran más recursos) al
20%, si a esto le agregamos las calorías de los carbohidratos (9 de cada 10
raciones son carbohidratos) es decir que la dieta occidental el 50% son
azúcares que fuera de energía no aportan nada más que problemas.
Finalmente no me resta sino invitarlos a que realicemos de la mano de la FAO
un gran foro, donde invitemos filósofos de la economía, como Amartya Sen,
Jeffrey Sacks, Stiglitz, Lester Brow, O. Wilson y demás, para que encerrados
unos días descubramos el modelo que permitirá sacar a los alimentos del gran
comercio, la gran especulación, los grandes tratados y así podamos ver un
mundo más rico y más equitativo. GRACIAS. segalimentaria@gmail.com

Bibliografía:

• Amartia Sen , Lebster Brow, O, Wilson
• El hambre que viene, Paúl Roberts
• Del campo al plato, Xavier Montagut
• El detective del supermercado, Michael Polan
• Supermercados no gracias, Esther Vivas
• Alimentos globalizados, Xavier Montagut
• Vacas, cerdos y brujas, Marvin Harris

www.pesacentroamerica.org

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