HUGO ARIAS CASTELLANOS
Ex alcalde de Tunja y Ex rector de la UPTC
hugoarias@tysvial.com.co
hugoarias@tysvial.com.co
Panorámica en Sora - Boyacá - Colombia (Autor CGB)
El municipio (grande o pequeño) es como una
obra con cuerpo y espíritu, construida por la cultura y la mentalidad de sus
habitantes, durante toda su historia y con el concurso, consciente o
inconsciente, de muchas generaciones. Por esto, de esos dos atributos humanos
(cultura y mentalidad) vigentes a través de los tiempos, aplicados individual o
colectivamente, lenta o dinámicamente, correcta o incorrectamente, dando uso a
los recursos disponibles en su territorio, se han logrado unas condiciones de
vida concretas: (satisfactorias, aceptables, deficitarias, insatisfactorias o
deprimidas) o sea de desarrollo o de subdesarrollo municipal, según el caso.
El desarrollo del municipio es el aumento de la
eficiencia en él mismo, en lo referente a su aptitud calificada y sostenida
para satisfacer las necesidades de la población y para estimular las
actividades productivas como medio para lograr la transformación socioeconómica
a través de la elevación progresiva de la calidad de vida de la gente y como
epicentro de apoyo de las actividades de su territorio. La Norma ISO
9000 definió la calidad como “la
totalidad de las características de un servicio o producto que le otorgan su
aptitud para satisfacer necesidades establecidas o implícitas”. Es
interesante que el lector traduzca o ajuste este concepto para tratar de
aproximarse a la comprobación de calidad de vida municipal.
La calidad de vida debe implicar una
valorización del ser en todas sus dimensiones humanas: material, social,
política, artística, moral, ética y religiosa, etc. (Mera, Andina, IBAM, 1976).
Tal valoración debe ser sistemática y concreta para saber si se avanza o no, en
el sentido del desarrollo y para conocer las razones y factores que producen
alguna de estas dos situaciones. Desde luego, que la calidad de la organización
comunitaria (y su efecto principal que es la clase de administración que ella
misma se crea y brinda) es lo que, según el caso, impulsa, detiene o retrasa el
proceso hacia el mejoramiento de la calidad de vida o felicidad, individual y
colectiva, en su territorio de acción directa y en su área de influencia
directa. Por su parte, el artículo 314 de la Constitución Política de Colombia
(CPC) establece que “En cada municipio habrá un alcalde, jefe de la
administración local y representante legal del municipio que será elegido
popularmente (...)” y, además precisa, que los Concejos Municipales tienen
funciones primordiales de control político con miras a garantizar, en nombre de
toda la comunidad local, la real transparencia y eficiencia a que están
obligados, por ética y por ley, todos los funcionarios en el manejo de los
recursos públicos ( impuestos y demás ingresos).
El desarrollo de un municipio debe significar,
sin lugar a dudas y principalmente, la felicidad o el proceso para alcanzarla,
con beneficio cierto para todos sus habitantes. Es necesario, ahora
precisamente, que cada municipio establezca periódicamente si la felicidad de sus habitantes existe y cómo se manifiesta, si
disminuye o se incrementa con el paso del tiempo. La respuesta permitiría
calificar si se avanza o se retrocede en términos del desarrollo local y, esto
a su vez, podría indicar, de paso, la calidad de las administraciones que los
municipios han sufrido o gozado.
< director@granboyaca.org >
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