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Conocimiento + Aprendizaje = Innovación
Javier Martínez Aldanondo
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl y javier.martinez@knoco.com Twitter: @javitomar |
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“¿Qué me diferencia a mí de un operario que trabaja en mi
empresa? Desde luego, yo no soy más inteligente porque, excepto algunos
genios escasos, todos tenemos aproximadamente la misma inteligencia, la
misma capacidad. La única diferencia es que yo tengo CONOCIMIENTOS que
ellos no tienen porque he tenido más oportunidades de APRENDER” Presidente para Latinoamérica de una empresa multinacional.
Existen pocas situaciones de envidia pública más evidentes que
embarcarse en un avión para un viaje largo. Todos los pasajeros con
asiento de turista (que anticipan la tortura que les espera), deben
atravesar la zona frontal del avión reservada a Primera clase o
Business, en un ejercicio cruel y premeditado. Para quienes hayan tenido
la fortuna de viajar en Primera, la experiencia es inigualable: la
comodidad, las prestaciones o la atención son radicalmente diferentes.
Dan ganas de que el trayecto no termine nunca. La única condición
consiste en estar dispuesto a pagar, al menos, 5 veces el precio del
billete normal. Hace 1 mes, regresé a Venezuela por quinta vez en 1 año
para impartir una serie de talleres y viajé en Primera. Mientras
esperaba plácidamente sentado a que terminase el proceso de embarque,
recordé que siempre que a mí me tocaba cruzar la zona de Business, solía
pensar: ¿Cómo se explica que haya gente que tiene el dinero para
acceder a un billete tan caro? La mayoría de los que viajan en Primera
son profesionales a quienes su empresa les paga el boleto o personas con
amplios recursos económicos. En ambos casos, el elemento que les
permite acceder a ese status se llama conocimiento: una empresa te
remunera generosamente, y te concede ese tipo de privilegios, tan solo
si tienes un conocimiento de alto valor estratégico (como el hacker de
27 años y empleado de una empresa de seguridad informática que viajaba a
mi lado). Si gozas de una posición acomodada, descartando a quienes
prosperan por medios ilícitos, es porque tienes un conocimiento para
hacer negocios superior al de tus semejantes. Mi esposa, inmersa en
pleno proceso de búsqueda de trabajo, es consciente que tiene un
conocimiento muy especializado, pero en una industria, como la
televisiva, sumida en una profunda crisis. Por tanto, es el conocimiento
el que hace la diferencia y te permite viajar más cómodo…
Aunque no soy economista, últimamente me han pedido impartir varias conferencias sobre productividad y conocimiento. Ser productivo significa hacer más con menos,
trabajar de forma más inteligente y no más duro. Si una persona
necesita 5 minutos para resolver el cubo rubik, otra tarda 1 minuto y el
recordman del mundo lo resuelve en 5,66 segundos, está claro quién es
el más productivo. La única variable que justifica la diferencia de
rendimiento entre ellos es su conocimiento: lo que sabes hacer influye
directamente en tu desempeño y al mismo tiempo, no puedes hacer aquello
para lo que no tienes conocimiento. Si nos trasladamos al ámbito de las
empresas, las cosas son muy similares. Mientras me encontraba en El Tigre (en el corazón de la faja petrolífera del Orinoco)
conocí a Christian Ferreira, colombiano experto en Perforación, que es
el proceso más crítico en la principal industria del mundo como es la
Petrolera, y que ha trabajado para la mayoría de multinacionales del
sector. En una de las conversaciones que mantuvimos sobre Perforación,
le trasladé una inquietud: ¿Qué explica que haya empresas que tienen
mucho mejor desempeño que otras cuando todas tienen acceso a las mismas
metodologías y tecnologías? Christian me detalló cómo trabaja la mejor
empresa del mundo en esa especialidad y me resumió su “secreto” en 3
prácticas:
- Planeación: Invierten el tiempo y los recursos que hagan
falta en esta etapa. Involucran a todos los actores relacionados con los
planes de perforación (análisis de riesgos no solo a nivel de seguridad
para personas y equipos sino para tener claridad sobre los desafíos
técnicos que tiene el pozo a perforar y cuál es el plan de acción a
ejecutar en cada una de las posibles circunstancias que se puedan
presentar).
- Durante la Ejecución, se hace un seguimiento
diario a la operación con comunicación permanente entre oficina y pozo.
Cada situación especial del pozo requiere un reporte adicional, en el
cuál se explica todo lo que pasó, lo que se hizo para solucionarlo y lo
que realmente funcionó. De aquí van saliendo la lista de mejoras a
aplicar en los pozos subsiguientes.
- Evaluación: Tan
pronto termina de perforarse un pozo, se deben entregar los reportes
completos del mismo y efectuar las reuniones de revisión de la
operación. El punto central es la presentación y comunicación de las
lecciones aprendidas y la definición de las mejores prácticas a ser
aplicadas en el siguiente pozo. Estas mejores prácticas surgen no solo
de las cosas que salieron bien, sino que incluyen las cosas que salieron
mal, haciendo un análisis muy completo que permita determinar lo que
realmente falló.
Una vez más, el conocimiento se demuestra como la gran ventaja
competitiva. Una empresa define una metodología de trabajo, es rigurosa
en su implementación y gracias a ello, logra resultados que otras
empresas (que tienen acceso a los mismos recursos) no son capaces de
obtener. ¿Y qué pasa cuando hablamos de países? Nuevamente, la historia
se repite. A mediados del Siglo XX, Argentina era una potencia
económica que competía de tú a tú con EEUU y superaba a Alemania o
Francia. Por el contrario, Corea del Sur era un país pobre que se
encontraba a un nivel similar a Marruecos, Bolivia y Zambia. Alemania y
Japón estaban destruidos y arruinados después de la II Guerra Mundial.
Medio siglo después, la situación había cambiado completamente:
Argentina perdió su protagonismo y entró en decadencia mientras Corea se
ha convertido en uno de los países más pujantes e innovadores del
mundo. ¿A qué se debe semejante cambio? ¿Acaso se produjo una mutación
genética misteriosa que hizo que los argentinos perdiesen su
inteligencia y convirtió a los coreanos en superhombres? Lo que ocurrió
es que mientras unos países dejaron de aprender y se anquilosaron, otros
desarrollaron conocimiento y aprendieron a marchas forzadas. Veamos
otro ejemplo. Resulta llamativo que al consultar la lista de los 5 países que menos horas trabajan del mundo (Holanda, Dinamarca, Suiza, Alemania y Suecia), todos ellos figuren entre los 10 países más desarrollados.
¿Cómo es posible que trabajando menos horas sean capaces de ser más
productivos? El culpable no es otro que el conocimiento. Cuando un
noruego te supera, no es porque sea noruego sino porque tiene más
conocimiento. Los países desarrollados no están habitados por seres
humanos más inteligentes sino por ciudadanos que se comportan de manera
más inteligente. El código de circulación es un estándar de uso
internacional y los automóviles son iguales en todo el mundo, pero si
han tenido la oportunidad de conducir un vehículo en diferentes países,
habrán comprobado que cuanto más desarrollado es un país, mejor se
conduce (mayor respeto, orden, educación, etc.). Sabemos que existe un
porcentaje mínimo de superdotados y también de personas con deficiencias
mentales y en el medio, estamos el resto, gente normal con capacidades
similares. Los que más prosperan es porque dedican [http://w
ww.catenaria.cl/km/newsletter/newsletter_66.htm]más tiempo a aprender.
Es verdad que hay personas que nacen con alguna facilidad o
predisposición (que llamamos talento) que les entrega una pequeña
ventaja inicial. Pero a medio y largo plazo, el aprendizaje y la
persistencia siempre ganan la batalla. Como dice Charles Aznavour “el trabajo se convierte en talento y no al revés”.
En una conferencia sobre desarrollo en Latinoamérica, le preguntaron a
un experto anglosajón qué tenían que hacer los países de la región para
acercarse a los del primer mundo y su respuesta fue brutal: “para empezar, ser puntuales…”. En su último libro titulado “Creando una sociedad del aprendizaje”, el prem io Nobel de economía Joseph Stiglitz sostiene que “lo
que verdaderamente separa a los países desarrollados de los menos
desarrollados no es la brecha de recursos sino la brecha de
conocimiento… Por ello, para entender cómo crecen y se desarrollan los
países, es esencial saber cómo aprenden y se vuelven más productivos y
qué puede hacer el gobierno para promover el aprendizaje”. Es
cierto que el conocimiento no es el único factor que explica la
productividad, pero sin duda, es el que más influye en el desempeño de
las personas, las empresas y los países.
El conocimiento se refiere siempre al presente, es inmediato:
eres capaz de andar en bicicleta o de hacer el cubo de rubik ahora mismo
o no lo eres. ¿Cómo se relaciona el conocimiento con el pasado?
Ese es el mundo del APRENDIZAJE. El conocimiento no surge por arte de
magia ni es cuestión de suerte. La cita inicial de este artículo lo
expresa sabiamente: si tienes conocimiento es porque has aprendido. Dado
que todos llegamos al mundo en las mismas condiciones (desnudos y sin
saber nada), todo lo hemos tenido que aprender. No hay conocimiento sin
aprendizaje previo o lo que es lo mismo, somos lo que hemos aprendido.
Según Einstein, “no aprendes cosas porque eres inteligente, sino que aprender cosas te hace inteligente”.
El proceso de producción de conocimiento se llama aprendizaje. Por eso
la educación es tan importante para el futuro de cualquier sociedad. La
productividad se estancó en la mayoría de países porque tenemos un
sistema educativo que no ha evolucionado desde hace más de 1 siglo y no
enseña lo que se necesita ni de la manera qué se requiere. El
aprendizaje se refiere al pasado ya que abarca el largo camino que
seguiste para construir todos tus conocimientos y que requirió
motivación, esfuerzo, tiempo y muchísima práctica.
¿Y cómo se relaciona el conocimiento con el futuro? Ese es
justamente el ámbito de la INNOVACIÓN. La innovación se ocupa de lo que
todavía no sabemos, de aquello para lo que carecemos de respuesta y
tenemos que inventarla mientras la gestión del conocimiento se ocupa de
aquello para lo que ya existe respuesta. La innovación comienza en el
momento en que lo que haces o tienes no es suficiente para lograr tus
objetivos. Innovar consiste en crear nuevo conocimiento lo que significa
que para innovar necesitas aprender cosas que no sabes. Toda innovación
es por tanto un proceso de aprendizaje en el que pasas de tener un
conocimiento (que resulta insuficiente) a tener un nuevo conocimiento
más evolucionado, lo que es imposible sin aprender. Por eso mismo, el
conocimiento es tanto un requisito como un resultado del proceso
innovador. Requisito porque yo no puedo innovar en física nuclear ,
petróleo o tratamiento del cáncer dado que carezco del conocimiento
mínimo de partida. Y resultado porque cada vez que innovas, creas
conocimiento que antes no existía.
Conclusiones
“Cuando el capital y la tecnología son accesibles a todos por igual, lo que marca la diferencia es la calidad del capital humano” Tom Peters.
Aunque los especialistas en innovación rara vez lo ven de esta manera,
si al conocimiento que tienes le sumas un proceso de aprendizaje, lo que
obtienes es siempre innovación. Por ende:
- No puedes innovar sin conocimiento previo. La innovación siempre se
nutre del conocimiento y todo desafío de innovación depende de tener o
no el conocimiento adecuado. El conocimiento es el alimento del cerebro.
- No puedes innovar sin aprender. Aprender es pasado ya que es
lo que hiciste para construir tu conocimiento, pero también es futuro.
Ser capaz de aprender y de anticipar acontecimientos constituye una
ventaja evolutiva que explica por qué siempre ganan los más hábiles para
aprender.
- Toda innovación genera conocimiento que, tarde o
temprano, necesitará ser actualizado o sustituido mediante un nuevo
proceso de aprendizaje.
Acaba de terminar un año complejo como el 2016 en el que lo único que progresó fue el conocimiento.
Para innovar necesitas gestionar tu conocimiento y para tener
conocimiento que gestionar, necesitas aprender. El aprendizaje es el
nexo que une el conocimiento con la innovación. Innovar es mirar al
futuro mientras gestionar el conocimiento es mirar al presente y pasado.
Tu vida depende de tu conocimiento. Tu productividad, la de tu empresa y
tu país dependen del conocimiento y el conocimiento depende de la
capacidad de innovar. Si explotas lo que sabes, aprendes lo que no sabes
y eres capaz de desafiar lo que te hace exitoso para crear cosas
nuevas, entonces no tienes de que preocuparte.
PD: Hace casi 7 años, ya compartimos esta gráfica que mostraba precisamente la relación entre conocimiento, aprendizaje e innovación.
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