Por Alberto Mendoza Morales*
El ordenamiento territorial de un país no es cuestión solamente jurídica, técnica o legal, es ante todo un asunto ético, se trata del comportamiento del hombre frente al planeta. En el sobrepoblado mundo contemporáneo resulta materia esencial, amplia y profunda. Su estudio y formulación conduce a cumplir una tarea que alude a tres factores: territorio, población y gobierno. Surge un principio: el ordenamiento natural de los territorios y su vocación, hay que conocerlos, describirlos y respetarlos.
La descripción del territorio la hacen los geógrafos, los usos que el hombre hace del territorio, la consonancia entre orden natural, vocación y uso, la estudian los planificadores. El mandato para emprender la revisión del uso y el ordenamiento territorial lo hace el Congreso por medio de una ley y lo cumplen, en sus territorios, los gobiernos locales.
La humanidad habita la diversidad planetaria propia de los continentes, extensos territorios de distintas dimensiones, poblados por grupos humanos diferentes, ocupados por unidades político-administrativas diversas, naciones, provincias, departamentos, municipios. A ella corresponde el uso adecuado de estos elementos, ella es responsable de la sustentabilidad de la Tierra.
El ordenamiento territorial alude a tres hechos de dimensión planetaria: 1. Población, en proceso de crecimiento; 2. Territorio, sujeto a usos; 3. Gobierno, encargado de promover el tema. La destrucción de suelos, selvas, bosques, por acción humana, demanda la intervención y acción de seres puestos a la altura de los tiempos, capacitados en la materia, llamados para abordar el tema.
Hacia el año 2010, la población mundial llegaba a 7 mil millones de habitantes. Avanza hacia los 10 mil millones, cantidad que se aproxima al límite máximo. Se alcanzará a mediados del presente siglo. En el año 2011 la Tierra experimentó temperaturas extremas, 40ºC bajo 0 en el norte y 40ºC sobre 0 en el sur. Efecto climático relacionado con el aumento del dióxido de carbono en la atmósfera. Al mismo tiempo se desencadenó un período de intensas lluvias; un diluvio universal inundó inmensas extensiones. El suelo, en partes sobrepoblado, usado y abusado, pierde ríos, selvas y praderas.
Diarios aconteceres climáticos permiten advertir que es posible que el eje de la Tierra haya experimentado un cambio de inclinación en relación con la eclíptica, el plano virtual en el cual giran los planetas alrededor del sol. La especie humana está desafiada a definir, en todos los territorios, en todas las manifestaciones de la vida, un modelo de vida y acción diferente al actual. ¿Cuál ha de ser? Un comienzo será respetar la vocación de la Tierra.
*Presidente de la Sociedad Geográfica de Colombia
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