NO MÁS DESEMPLEO, ¿PUEDE HACERSE ALGO SERIO?

Hugo Arias Castellanos*

"El hambre y la miseria no tienen color político" sentenció, con vehemente angustia, Jorge Eliécer Gaitán en sus más ardorosos y espléndidos momentos. Por su parte mucha literatura económica y asistencial, originada en instituciones y organizaciones trata de manera teórica, persistente y documentada el tema del hambre, la miseria y la pobreza.   

Todos, incluyendo gobernantes, dirigentes y ciudadanos sabemos que eso ha sido y es una verdad de las denominadas “de a puño”. Lo malo de saber eso es que las franjas de pobreza y miseria, es decir de hambre, existen alcanzando unos índices ya no preocupantes sino espeluznantes sin que se haga algo estructural para contrarrestar esos flagelos de implicaciones previsiblemente explosivas y ya manifiestas. Los datos tanto nacionales como internacionales provenientes de fuentes primarias coinciden en señalar que una de cada dos personas sufre la pobreza generada, fundamentalmente, por la inexistencia de ingresos básicos (desempleo) o por la insuficiencia de ellos para atender las necesidades mínimas de vivienda, salud, educación, alimentación, vestuario y movilización. En esas condiciones ¿qué calidad de vida general se puede tener en un Estado “democrático”? ¿Cómo se puede garantizar la seguridad de las personas del común en las ciudades y en los campos?
El despido para reemplazo simple de empleados, de niveles secundarios o bajos tanto del sector público como del privado, hace que  aumenten los impactos y efectos negativos para la convivencia comunitaria. Por grande que se considere el tamaño del Estado (en cualquiera de sus niveles) todo parece indicar que estableciendo unos indicadores de eficiencia mínima, revisando que las escalas salariales sean equilibradas y viables  y reasignando funciones para buscar rendimientos máximos puede mantenerse la  nómina básica tanto en lo gubernamental como en lo empresarial. A eso hay que agregar que se deben reducir, a sus menores proporciones funcionales todos los demás gastos que no son estrictamente necesarios como nóminas paralelas injustificadas, inoperantes y entorpecedoras; viajes reiterados, costosos e improductivos que impliquen viáticos, capacitaciones inadecuadas e inocuas, compras innecesarias, servicios telefónicos distractores, equipos y vehículos improductivos, inversiones que no sean estrictamente prioritarias, y otros gastos que por pequeños que sean van sumando al déficit presupuestal de todo el sistema. Todos esos gastos “desplanificados” y disfuncionales son factores de despilfarro y de uso ineficiente de recursos públicos,  estimulan la corrupción y la ineficiencia en la asignación y uso de esos recursos que son y serán escasos.
El departamento de Boyacá y el país no han preparado cultural ni técnicamente a la población para su desempeño productivo y competitivo;  por eso, la mayoría de las gentes ha escondido su falta, involuntaria pero muy gravosa, de capacitación pertinente y útil, enrolándose en las filas de  grupos y subgrupos políticos para presionar, muchas veces humillante e inútilmente, su designación temporal en un "puestico" de la burocracia oficial, ya de por sí saturada y cargada de todos los defectos posibles.
Despedir empleados cumplidores de hoy a la calle, como estrategia financiera o de “reemplazamiento” burocrático, incrementa la tasa de desempleo y con ella el hambre y la miseria; y eso equivale, en las condiciones actuales, a “jugar con candela”. Ejecutar esa "estrategia burocrática" insinuando que aliviaría el déficit presupuestal es engañoso, y tiene unas repercusiones sociales tan graves que de éstas solo se sabe cómo comienzan pero no cómo terminan y, también, se sabe que en este caso como en tantos otros "la medicina puede ser peor que la enfermedad".
Los mandos medios y bajos en la administración pública, en su mayoría, no son los culpables de las políticas equivocadas ni del manejo incorrecto e irresponsable de los impuestos que la sociedad paga (llámense presupuestos). 
Desde luego que la permanencia de los empleados en las nóminas debe condicionarse, de manera rigurosa, a que trabajen honradamente, a máxima capacidad y a entera satisfacción de la comunidad que es la que incurre en los costos económicos y sociales para mantener esas nóminas.
Los gobiernos de todos los niveles debieran establecer y cumplir una estrategia para la generación creciente y sostenida de trabajo honrado y productivo de todos para beneficio de todos, como condición fundamental para mejorar, estructural y comprobadamente, las condiciones de vida de los gobernados. 
Por su parte la comunidad organizada ha de exigir más  capacitación intensiva y adecuada, más oportunidades y más estímulos controlados para el trabajo productivo; y menos de esas  pequeñas obras “faraónicas” y especulativas que despilfarran o equivocan las posibilidades de soluciones claramente determinantes del desarrollo económico y social. La vinculación a las nóminas burocrático - clientelistas debiera ser una última y poco deseada opción, si la población económicamente activa  gozara de condiciones precisas y aplicables de capacitación y de estímulos institucionales sostenidos, para su ocupación productiva y competitiva.  

 *CGB – GRAN BOYACÁ (Centro de Pensamiento para el Desarrollo en Boyacá)
Director
director@granboyaca.org



"LOS RICOS SE BENEFICAN CUANDO LOS POBRES DEJAN DE SERLO" *

"El expresidente de Brasil contó durante su visita a Colombia detalles de la política social que hoy es ejemplo en el mundo. Le recomendó a Colombia no dejar en manos de intermediarios la administración de los recursos públicos. A Luiz Inácio Lula da Silva no se le olvida que lo que hizo el primer día de su gestión como presidente de Brasil fue reunir a todos sus ministros, subirlos a un avión y llevarlos a los lugares más pobres del país. Quería que el presidente del Banco Central o su ministro de Hacienda “vieran a ese país que no se queja, que no hace manifestaciones, pero que está ahí, que es real y verdadero. Eso quizá haya ayudado a cambiar las cosas”.
Da Silva conocía muy bien esos sectores. Salió de una de esas zonas donde es común que los niños vayan a la cama sin comer o pasen un domingo sin almuerzo.
“Conocí el pan por primera vez a los 7 años –recordó el exmandatario–. Hasta esa edad, el café que me tomaba por la mañana era con harina de yuca. Sé que es la desesperación de una madre que está delante de un fogón sin gas y sin lo más elemental para hacer una comida para sus hijos”.

Durante su visita al país, el expresidente de Brasil compartió no sólo su historia de vida, sino los resultados de su política social que sacó a
28’000.000 de brasileros de la pobreza y que redujo drástricamente los niveles de desnutrición y desescolarización de los niños y jóvenes de su país.

Brasil es una de las diez economías más importantes del mundo, pero para Lula esto de poco ayuda si no hay democracia ni políticas de distribución del crecimiento para evitar que el dinero siga en manos de pocos “y el pueblo siga pobre y desnutrido”.

“Cuando empecé mi gobierno, el 10 por ciento de la población más rica cogía la mitad del dinero del país y le dejaban a los más pobres apenas el 10 por ciento”, recordó el exmandatario quien logró cambiar estas cifras aumentando el salario mínimo en un 62 por ciento en cinco años, aún con voces en contra que le advertían que lo único que lograría era el crecimiento de la inflación.

“Y la inflación no aumentó”, dice ahora con satisfacción. Esta sola decisión sacó a millones de brasileros de la pobreza. Es más, asegura que con la crisis del 2008 Brasil salió adelante gracias a esta población.
“El consumo creció siete veces más, sobre todo en los sectores populares. Los pobres comenzaron a ser tratados como ciudadanos”.

Para Luiz Inácio Lula da Silva hubo varias estrategias clave para lograr los resultados. Una fue bancarizar la población pobre: en un año 45’000.000 de brasileros tenían cuentas bancarias activas, y esto ayudó a hacer viable la segunda estrategia: no dejarles a intermediarios la administración ni la entrega de estos recursos públicos.

“No creo que deba existir la figura del intermediario, porque la mitad de la plata se queda con él. En Brasil las personas que reciben beneficios del gobierno no tienen contacto con intermediarios. Reciben una tarjeta magnética con la que puede ir al banco y sacar el dinero. Eso es sagrado”, recalcó el expresidente.

Y una tercera estrategia que garantiza el éxito es tener registros de calidad y hacer seguimiento a los programas y beneficiarios. Equipos del gobierno viajaron a lugares remotos en donde encontraron habitantes que ni siquiera tenían actas de nacimiento; eran ciudadanos que no existían. Ellos son hoy beneficiarios del programa bolsa familia, que entrega tarjetas a las mujeres del hogar para que cuenten con el dinero para la alimentación y la educación de su familia.

“Son 13 millones de tarjetas. Las personas van al banco y no les deben favores a alcaldes ni a gobernadores ni al presidente. Me decían que estaba desperdiciando el dinero, que estaba creando vagabundos que no trabajaban. Había personas que criticaban que los pobres compraran lápices o zapatos para los niños y no comida. Eso es fácil decirlo para alguien que los tiene, pero no para los que nunca lo han tenido. Quienes nunca han pasado hambre ni necesidades no saben qué son 80 dólares en manos de una madre de familia”.

Combatir el hambre fue una prioridad del gobierno de Lula da Silva, al punto de crear un ministerio dedicado exclusivamente para esta tarea. En seis años la desnutrición de Brasil se redujo un 73 por ciento y la mortalidad infantil en un 45 por ciento.

La política es ejemplo en el mundo. Esta apuesta incluye restaurantes populares, programas de lactancia materna, promoción de la agricultura familiar, distribución de alimentos a los más pobres, la entrega de microcréditos y fomento de la economía local a través de la compra al pequeño productor para abastecer los programas de alimentación del gobierno, entre otros.

“La garantía para la buena alimentación de la población debería ser la prioridad de todos los hombres públicos y de los ciudadanos de buena voluntad. No es normal –dijo– que un gobernante del mundo no ponga la lucha contra el hambre como una prioridad de sus presupuestos, así como en sus políticas”.

La generación de millones de empleos formales para padres de familia buscó reducir el trabajo infantil y por el contrario, llevar a estos niños y jóvenes a las 214 escuelas de educación básica nuevas, así como a las 14 universidades federales construidas durante su periodo. Hoy hijos de albañiles estudian carreras como medicina en estas universidades.

Estos resultados, aseguró, son una muestra de que “no hay nada más barato que invertir en los pobres” y deja atrás la teoría de que hay que esperar al desarrollo para ser inclusivos. En el caso de Brasil, la inclusión llevó al desarrollo. “Los ricos también se benefician cuando los pobres dejan de serlo”, dijo.

“Hasta le pagamos la deuda el Fondo Monetario Internacional. Después de dos años de gobierno le devolvimos 16.000 millones de dólares que le debíamos. Hoy el FMI nos debe 14.000 millones de dólares que les prestamos
para ayudar a la crisis de los países ricos”.

*
Este escrito se recibió vía correo electrónico, enviado por el Ing. Agrónomo Rubén Darío Morales (feb/2012)

Comentario de CGBG - GRAN BOYACÁ:
No se ha equivocado nuestro Centro de Pensamiento para el Desarrollo de Boyacá - CGB- GRAN BOYACÁ en sus reiterados escritos y comentarios sobre la Seguridad Alimentaria como meta fundamental de todo gobierno; y en la estrategia de creación y apoyo integral a organizaciones rurales serias para la puesta en funcionamiento de GRANJAS COMUNITARIAS que garanticen la meta aquí señalada; y que además generen trabajo productivo y estable en el sector rural, determinante del progreso y bienestar de la población boyacense. Las organizaciones rurales, en funcionamiento eficiente, provocarían la asignación óptima de los factores de la producción agropecuaria en todas las etapas del proceso productivo, incluyendo obviamente la comercialización (garantía de la demanda alimentaria y realización de excedentes) que permita la continua reactivación y crecimiento de la actividad. En esto los gobiernos de todos los niveles bien debieran liderar los procesos, ayudar a financiarlos, mejorarlos y sostenerlos. Pensamos que NO NOS HEMOS EQUIVOCADO. Creemos que se necesita, de verdad, que esta idea se traduzca en planes y estos en acciones incluyentes y progresistas para benefico de todos en BOYACÁ.

Hugo Arias Castellanos - Director de CGB - GRAN BOYACÁ
director@granboyaca.org

AL FUTBOL NO SE JUEGA


Javier Martínez Aldanondo,
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl


Todo lo que sé de los hombres se lo debo al futbol (Albert Camus, Premio Nobel de Literatura 1957).
Hace ya tiempo que el futbol dejó de ser un juego para convertirse en un negocio lucrativo que emplea a varios de los más acaudalados trabajadores de la sociedad del conocimiento, muchos de los cuales operan como empresas unipersonales de enorme rentabilidad e influencia. Todo lo relacionado con el futbol tiene una relevancia desmesurada tratándose, a la postre, de un simplemente pasatiempo. Baste este ejemplo: la única empresa que tiene una sección fija en la portada de la web del periódico de mi ciudad, San Sebastián, es la Real Sociedad, el equipo de futbol… Durante mucho tiempo, el balompié fue mirado despectivamente sobre todo por parte de la casta de los intelectuales (aunque Camus, Vargas Llosa, García Márquez o Sábato no pueden ser tildados precisamente de personajes frívolos). Incluso el lenguaje lo califica casi en términos peyorativos (jugar al futbol ó play soccer en inglés). Pero conviene no engañarse, existen varios aspectos de esta práctica deportiva que merece la pena tomar muy en serio porque se encuentran entre los más avanzados de nuestra sociedad.
ORGANIZACIÓN
Hay dos características singulares que hacen de un equipo de futbol una organización de conocimiento puro.
1. Como parte de la industria del entretenimiento (al igual que cuando vas al cine, a un concierto o un  parque de atracciones), lo que el futbol entrega a sus clientes por el precio de la entrada es un intangible absoluto. Los espectadores que contemplan un partido de futbol, en el campo o por televisión (y últimamente por internet), no se llevan consigo ningún producto físico, sino que viven una experiencia, que en el mejor de los casos es una alegría cuando su equipo gana o cuaja una buena actuación, y en el peor de los casos, una profunda decepción por la derrota. Cuando no eres hincha de ninguno de los dos equipos en liza, muchas veces la sensación es de haber malgastado tu tiempo. Por lo tanto, lo que entrega el futbol a su cliente es una promesa (vas a disfrutar de un buen espectáculo) que más veces de lo que sería tolerable en otros servicios que adquirimos, queda insatisfecha. Hay que reconocer que son excepción los partidos que están a la altura de las expectativas creadas.
2. El organigrama de un equipo de futbol funciona justo al revés que el de las organizaciones que conocemos. En toda empresa tradicional, la persona más importante se encuentra situada en la cima de la pirámide y es quien tiene el sueldo más alto. En un equipo de futbol, los más importantes (y quienes más dinero ganan) son los jugadores que se encuentran en la base de la pirámide (en el nivel más bajo de la jerarquía) y por tanto son quienes teóricamente tienen menos poder. En realidad, los jugadores  tienen el conocimiento crítico que permite que el negocio funcione. Para que un equipo sea competitivo, necesita que sus integrantes tengan conocimiento de futbol (no puedes armar un equipo si los individuos no cuentan con conocimientos específicos como preparación física, técnica individual, etc). Pero que los individuos tengan ese conocimiento es condición necesaria pero no suficiente, ya que no te garantiza que funcionen como un equipo fluido y armonioso porque a su vez deben desarrollar conocimiento grupal. Todos conocemos ejemplos donde el hecho de contratar a los mejores jugadores no garantiza contar con el mejor equipo ni asegura ganar títulos. ¿Qué conocimiento es crítico para que un equipo obtenga los resultados que desea? Si pretende, por ejemplo, ser el equipo menos goleado de la liga, el conocimiento crítico podría estar en alguno de estos factores: Diseñar un sistema defensivo especial,  contar con el portero adecuado, en la preparación física del grupo, en que los delanteros colaboren en tareas defensivas, en perfeccionar la táctica de fuera de juego…
A pesar de que tienen jornadas de trabajo de idéntica duración, cada jugador percibe una remuneración diferente, generalmente en función de su rendimiento y de su valor percibido. Los contratos de los futbolistas incluyen cláusulas bastante complejas, pero aun así, no es mucho lo que puede hacer un equipo por retener a un jugador que se quiere marchar. Cuando un jugador decide cambiar de aires, tarde o temprano lo hace y desde luego se lleva lo que sabe.
Sobre el terreno de juego, los jugadores todavía gozan de amplio margen de autonomía y toman miles de decisiones sujetas a su talento y a la improvisación, al contrario de lo que ocurre en la mayoría de organizaciones tradicionales donde gran cantidad de decisiones están tomadas de antemano por las jefaturas superiores. Para poder ejercer esa autonomía con propiedad y alcanzar sus objetivos, los equipos entrenan a diario, más para mejorar la coordinación y el desempeño del conjunto que para progresar a nivel individual. En las empresas tradicionales sin embargo persiste un modelo basado en el control y donde se asume que si cada especialista hace bien su trabajo, entonces se da por sentado que todo funcionará adecuadamente. Como las empresas trabajan en compartimentos estanco, las personas tienen serias dificultades para cooperar y trabajar coordinadamente. Los equipos de futbol se han preocupado de incentivar, reconocer y premiar diversos comportamientos (no solo al que mete el gol sino al que da el pase, al que roba balones, al que anula a la estrella del otro equipo, al que evita goles) que nuestras empresas, pensadas y diseñadas para el mundo industrial, todavía están lejos de valorar.
NEGOCIO
El negocio de un equipo de futbol no se basa en la venta de sus activos intangibles (los jugadores más cotizados) por muy rentables que puedan resultar dichas operaciones, aunque para bastantes equipos esta actividad forma parte de su modus operandi. Todo jugador que es traspasado necesita ser remplazado rápidamente por otro jugador, ojala de similar rendimiento. Por tanto el dinero que se ingresa por esa venta solo tiene utilidad si no permanece mucho tiempo en el banco sino que se emplea en adquirir un nuevo jugador. Alcanzar los objetivos previstos depende casi exclusivamente del desempeño de los jugadores. Los jugadores son como los vendedores de una empresa, si hacen bien su trabajo, el equipo gana y la empresa tiene éxito (contratos de televisión, publicidad, venta de entradas, etc.). Si no lo hacen bien, el negocio sufre y la empresa tiene problemas que pueden desembocar en su desaparición. En ambos casos, aunque los activos permanezcan inalterables (la plantilla del equipo es la misma) lo que varía es el rendimiento lo que conduce a resultados antagónicos.
Como organización del conocimiento, hay otro aspecto no menor y que resulta tan delicado de gestionar que en muchos casos termina siendo la principal fuente de conflictos que pone en riesgo la estabilidad del equipo: Cómo manejar un grupo de estrellas, de millonarios jóvenes, famosos y en ocasiones egoístas e indisciplinados, que generalmente todavía se encuentran en pleno proceso de formación de su personalidad. Gestionar inteligentemente ese capital humano resulta de vital importancia.
APRENDIZAJE
Al contrario que ocurre en otros ámbitos, a ningún jugador se le exige mostrar su curriculum, contar con título universitario y menos aún incluir un master en alguna prestigiosa escuela de negocios. Tampoco a nadie le importa qué calificaciones obtuvo en el colegio ni es importante de donde procede o en qué equipo jugó antes. Lo que importa es lo que es capaz de hacer (jugar bien al futbol) y no lo que sabe. Para garantizar la continuidad del primer equipo, los clubes generalmente estructuran procesos de aprendizaje permanente que comienzan en el futbol base (que podría equivaler al colegio), siguen con el segundo equipo (universidad) y culmina en el equipo de primera división (empresa). El objetivo de esta estructura no es otro que desarrollar a los futuros talentos y la lógica indica que todas esas etapas debiesen compartir una misma filosofía, modelos de trabajo, sistemas de juego, etc. Hay varios aspectos interesantes en esta cadena:
En la mayoría de los casos, los “profesores” (entrenadores) de estos equipos de la cantera son ex-futbolistas y que por tanto conocen perfectamente el trabajo que mandan, algo cada vez menos habitual en las empresas donde la mayor parte de los jefes son incapaces de hacer el trabajo que realizan sus subordinados. Como dice el dicho,” han sido monaguillos antes que frailes”.
El modelo de aprendizaje no tiene nada que ver con el que el sistema educativo y las empresas siguen empleando tercamente. Cualquiera que haya practicado seriamente algún deporte sabe que no existen asignaturas, no hay que estudiar para hacer tests, el trabajo en aula es mínimo y la práctica es la base del proceso. Se aprende haciendo y se demuestra también haciendo. Si han tenido ocasión de ver la película “El discurso del Rey” (triunfadora en los Oscares), tienen ante ustedes un inmejorable ejemplo de cómo se diseña un proceso de aprendizaje entre un experto y un aprendiz, basado en la motivación, la práctica, las actividades, los errores y el feedback (venciendo  la férrea oposición de la tradición eclesiástica).
El punto de partida es un paradigma evidente e irrenunciable: Si el negocio consiste en jugar y ganar partidos de futbol, entonces el entrenamiento (aprendizaje) tiene que parecerse lo más posible a lo que le espera al equipo a la hora de la verdad. La mayor parte de la formación que reciben los trabajadores de cualquier empresa tiene el hándicap de parecerse muy poco al “partido” que luego tendrán que jugar e impartirse en contextos distintos del puesto de trabajo. Hace poco, escuché con estupor como un vicerrector de una importante universidad decía sin rubor alguno que “la empresa debe invertir en la universidad para que entregue lo que mercado necesita”. Y entonces ¿Qué está entregando ahora? ¿Os imagináis que el segundo equipo del Barcelona enseñase a sus jugadores decoración de interiores, derecho romano, marketing estratégico y a tocar el piano?
Igual que todos los chicos del equipo infantil tienen su mirada puesta en jugar en el equipo de 1ª división, ninguno de ellos tiene previsto quedarse eternamente en el sistema educativo. Las divisiones inferiores, al igual que el colegio y la universidad, son medios para alcanzar fines. En el futbol, institución e individuo tienen objetivos comunes (aprender a jugar a futbol para ganar partidos). En el ámbito de las empresas, la universidad tiene por objetivo el saber (cree que el mundo es una gran universidad y por tanto lo importante es saber mucho) mientras sus clientes (el alumno y la empresa que lo contratará) tienen otros bien distintos: El alumno busca un título que le suponga un trampolín al trabajo y la empresa busca desesperadamente profesionales competentes.
Los procesos de aprendizaje en un equipo de futbol son permanentes. Por ejemplo, cuando se cambia de entrenador o cuando se inicia una nueva temporada, se invierte un amplio lapso de tiempo y energía en interiorizar nuevos sistemas, practicar nuevas jugadas, automatizar movimientos  desde luego no en una pizarra sino practicándolos en el campo. Los jugadores tienen necesariamente que ser expertos en aprender, tanto respecto de su desempeño individual (analizando y reflexionando sobre sus actuaciones) como del desempeño colectivo y también en desaprender hábitos adquiridos que dejan de resultar apropiados.
El aula obliga a que el aprendizaje sea eminentemente individual aunque en el mundo del trabajo nadie trabaja solo. La educación fomenta e insiste durante años en el individualismo y en hacerte competir, en base a las notas, con tus compañeros que pronto se convierten en rivales a batir ya que amenazan el logro de tus objetivos: Acceder a estudiar la carrera que quieres en la universidad que quieres. Es fácil entender entonces lo complicado que resulta crear organizaciones basadas en la colaboración y el trabajo en equipo cuando fuiste instruido para pensar en ti mismo. El desempeño de un equipo de futbol depende en gran medida de las conexiones entre los jugadores y sobre todo de la calidad de dichas conexiones. Para ello son cruciales las destrezas de comunicación y la capacidad de los jugadores de dialogar con franqueza durante el partido así como de reflexionar y realizar los análisis postpartido para corregir errores. Generalmente, toda la información se comparte y está a disposición de quien la necesita, algo de nuevo poco frecuente en las organizaciones que conocemos. Aquel que no sabe aprender en equipo, tendrá problemas para trabajar en equipo. En otra columna me referiré al hecho de que no puedes practicar deportes de equipo sin desplegar  habilidades como colaboración, comunicación, toma decisiones, liderazgo o  resolución de problemas.
MOTIVACIÓN:
No hay que olvidar que un jugador de futbol es un trabajador privilegiado (independientemente de las condiciones económicas) sobre todo por una razón: Trabaja en lo que siempre soñó, en lo que le verdaderamente le apasiona, en aquello que durante innumerables horas e incluso años ocupó gran parte de su tiempo sin que nadie le obligase (ni le pagase por hacerlo). ¿Cuantos profesionales conoces  que puedan decir eso mismo de su actividad? De igual forma, dicen que el peor momento de la carrera de un jugador es cuando decide dar por finalizada su etapa en activo. ¿Cuántas veces has visto a un trabajador llorando porque ya no puede seguir ejerciendo su profesión como ocurrió hace escasos días con Ronaldo? Los sueños de un jugador de futbol no pasan tanto por el dinero que puede amasar como por los títulos y trofeos que puede levantar, la gloria, el prestigio y el reconocimiento. Cuando celebra un gol o una victoria ¿Lo hace por lo que engrosa su cuenta bancaria? ¿Por qué los aficionados siguen el futbol con tanto entusiasmo? Por la pasión, sin pasión no hay nada. En todo orden de la vida, un experto es un apasionado totalmente entusiasmado, fascinado y hasta obsesionado con un tema.
Se suele decir a menudo que el futbol es un estado de ánimo donde la actitud de los jugadores tiene un peso fundamental. Lo que más afecta el rendimiento suele ser la condición anímica y mental y no el plano físico. Como sabemos de sobra, si los jugadores no colaboran, si no “quieren”, el equipo no funciona por mucho conocimiento que tengan. Hay que tener en cuenta que en el futbol, muy pocos equipos triunfan (solo uno gana la liga, solo uno gana la Champions o la Libertadores) por tanto es importante saber convivir con la derrota.
INFORMACIÓN:
Un equipo de futbol es impensable sin una visión común, clara y compartida del futuro que se desea alcanzar, de los valores y las reglas requeridas para lograrlo y de las metas intermedias. Absolutamente todos los jugadores conocen en qué consiste el negocio y los objetivos del equipo así como el rol de cada uno en el mismo. Créanme que pocas empresas pueden decir lo mismo. Lograr ese ansiado “alineamiento” organizacional es el anhelo frustrado de muchos directivos.  Esa visión no es cosa solo del líder ya que solo es sostenible en el tiempo si se trata de un compromiso común. Los indicadores que dan cuenta del cumplimento de los objetivos se reciben semanalmente y por tanto el feedback es constante. Una vez terminado un partido, el principal esfuerzo consiste en analizar lo ocurrido para reforzar los comportamientos deseados y corregir los errados. De esta manera, cada individuo conoce siempre y de primera mano cómo marcha la organización y tiene la posibilidad de expresarse libremente al respecto. En otro plano más operativo, el nivel de información que se maneja alrededor de un equipo de futbol es fenomenal: Se lleva un registro y seguimiento pormenorizado de las estadísticas generadas en entrenamientos y partidos (para los que existen entrenadores específicos que revisan jugadas de ataque y defensa tanto del equipo contrario como del propio y de cada jugador y entregan la retroalimentación pertinente), de la alimentación, del rendimiento físico de cada jugador, etc. lo que permite evaluar y medir todo lo imaginable. Es importante destacar que sin el inmenso apoyo de la tecnología, no sería posible realizar estas labores de alta sofisticación.
Hay quien dice que el futbol no es otra cosa que la continuación de la guerra por medios más civilizados. No olvidemos que el futbol es, ante todo, un negocio y por esa razón atrae al dinero (mediante la presencia de las principales marcas y la vitrina que supone su difusión a través de los medios de comunicación) y también a los egos. Un equipo de futbol es un modelo de organización del conocimiento que tarde o temprano muchos van a terminar imitando. 

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CAUSAS DE LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA EN BOYACÁ Y EN COLOMBIA

 Hugo Arias Castellanos*


Introducción
La Inseguridad Alimentaria es un problema muy complejo y de difícil delimitación tanto formal como espacialmente. Tratar de encontrar sus causas determinantes, y lograr consenso al respecto, es una tarea de rigor científico alto, dispendioso y cuidadoso. Este documento se presenta para someterlo a revisión, análisis, debate, agrupamiento de variables, reordenamiento y ajustes pertinentes. Este producto académico es resultado de un ejercicio preliminar, y limitado a identificar buen número de las posibles causas generadoras de la Inseguridad Alimentaria en Colombia; advirtiendo sí, que muchas de ellas y casi todas tienen estrecha correlación, interactúan entre sí y aportan en la ocurrencia estructural de tan importante problema. Cada una de esas variables causales del problema merece estudio y análisis específicos por la importancia social y económica que encierran. Este ejercicio se pudo efectuar utilizando, como base principal de estudio y referencia, las lecturas del Curso SENA Virtual: “Políticas de Seguridad Alimentaría y Nutricional en Colombia”. Es de resaltar la fuerte relación  entre las variables hambre, pobreza  e Inseguridad Alimentaria que prevalece en los textos de referencia. “La inseguridad alimentaria y el hambre son fenómenos que en América Latina y el Caribe están estrechamente vinculados a la pobreza extrema, pero no se confunden con ella”. (Ver “El hambre en América Latina y el Caribe…”)

Definiciones
Inseguridad Alimentaria. preocupación continua por la obtención de alimentos suficientes que no está necesariamente asociada con una reducción drástica de la ingestión alimentaria. En los países en desarrollo, la reducción de la ingestión alimentaria como consecuencia de la inseguridad alimentaria en la población pobre implica normalmente que esta padece hambre. El hambre también se ha delimitado en función de su gravedad, esto es, por el grado en que las personas se ven obligadas a reducir su ingestión diaria de alimentos”. ( Ver Glosario del Curso Políticas de Seguridad Alimentaria y Nutricional - SENA).

Seguridad Alimentaria. “Se concibe como un sistema de interrelacionado de producción, comercialización y consumo de alimentos, que debe garantizar a todas las personas el acceso físico y económico a los alimentos básicos necesarios para una vida activa y saludable, y es concepto clave para explicar los niveles de subnutrición y desnutrición que afectan a la población en un momento dado” (ver OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO: UNA MIRADA DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE).

Algunas causas generales de la Inseguridad Alimentaria en Boyacá y en Colombia pueden ser las  siguientes:

-  Equivocada percepción de políticos, dirigentes, varios gobernantes y las mismas comunidades vulnerables sobre la importancia o prioridad  de la Seguridad Alimentaria;
-  Equivocadas o débiles políticas de desarrollo económico y social y poca voluntad política para establecer la Seguridad Alimentaria de toda la población como prioridad nacional;
-  Malversación y desviación de recursos (impuestos) presupuestales oficiales nacionales, regionales y municipales que implican negación de empleo de mano de obra de la población vulnerable.  
-  Inversiones nuevas con poca generación de empleo estable, o retiro de inversionistas provocando el desempleo de población vulnerable;
-  Insuficiencia o debilidad de políticas y/o programas que apunten a lograr, de manera sostenida, la Seguridad Alimentaria;
-  Poca capacidad del país para enfrentar, con recursos propios  o mediante asistencia externa, las situaciones más críticas de hambre derivadas de emergencias ( inundaciones, sequías, terremotos, desplazamientos forzados, etc.); 
-  La principal causa de la desnutrición infantil es el hambre. En términos de agregación se puede constatar una correlación relativamente alta entre Indigencia y desnutrición:
-  Inequitativa distribución del Ingreso Nacional;
-  Pobreza extrema o indigencia;
-  Elevada desigualdad económico social. La desigualdad  cada vez mayor refuerza el impacto negativo de las tasas de crecimiento bajas o decrecientes sobre el coeficiente de pobreza;
-  Las crisis económicas, la austeridad fiscal y la inflación se traducen en un incremento de la pobreza con incidencia negativa en la Seguridad Alimentaría;
-  Bajo nivel de ingresos familiares – precario poder adquisitivo-; bajo ingreso per cápita y muy precarias condiciones socioeconómicas - poco o nulo poder de negociación de los pobres.
-  Elevada desigualdad en la distribución del Ingreso Nacional (Valor del PIB: la riqueza del país). “El problema del hambre es más una  consecuencia de la elevada desigualdad en materia de distribución del ingreso que de una oferta alimentaria suficiente” ;
-  Escasa o nula instrucción de los jefes de hogares; la proporción de jefes de hogar desocupados es más alta entre los pobres que entre quienes no lo son;
  Déficit educacional, bajo nivel de cultura general y de cultura alimentaria;
-  Desconocimiento o descuido en la aplicación de normas mínimas de higiene en la manipulación de alimentos y de normas sanitarias de la vivienda y el acceso al agua potable y a un sistema de eliminación adecuado de aguas servidas y excretas;   
-  Altos precios relativos de los alimentos implicados por altos costos de producción, inadecuada conectividad vial y de comunicaciones, carencia de mano de obra agrícola, 
-  Inequitativa o inadecuada distribución de la producción y el consumo de alimentos adecuados (suficientes, nutritivos, inocuos, etc.);
-  Hábitos alimenticios inadecuados que prevalecen en la sociedad;
-  Insuficiente o inadecuada información sobre principios de nutrición;
-  Ingesta de alimentos impropios para el consumo;
-  Desigualdades en materia de acceso a los alimentos  adecuados. La causa fundamental  -aunque no única- del hambre y de la Inseguridad Alimentaría es la falta de acceso a los alimentos resultado de los bajos ingresos de las familias afectadas, determinados principalmente a su vez por la desigual distribución” (ver programa “Hambre Cero”: Nuevo eje de la política social en Brasil - 2008);
-  Indisponibilidad aguda y permanente de alimentos para satisfacer las necesidades energéticas mínimas de toda la población;
-  Carencia de alimentos y nutrientes en cantidad y calidad suficientes;
-  La falta de acceso al agua potable y medios sanitarios que se traduce en enfermedades infecciosas y diarreicas;
-  Falta de apoyo a la agricultura familiar;
-  Falta de incentivos a la producción para autoconsumo;
-  Métodos inadecuados y de baja productividad  en la producción rural de alimentos para la Seguridad Alimentaria para toda la población;
-  Carencia o indisponibilidad de técnicas y procedimientos de conservación de alimentos básicos en zonas de producción para autoconsumo;
-  Inoportuna e ineficiente distribución de alimentos;
-  Inadecuada localización geográfica de la producción de alimentos;
-  Técnicas obsoletas y de baja productividad en producción de alimentos en varias zonas del país;
-  Inadecuada estructura de la tenencia de la tierra rural;
-  Inadecuada explotación y utilización de las riquezas naturales;
-  Insuficiencia o ineficiencia de asistencia para la Seguridad Alimentaria;
-  Ineficiente asesoría técnica y débil ayuda financiera para asegurar el proceso productivo de alimentos básicos (explotación, transformación, comercialización, distribución y consumo) en varias regiones del país;
-  Bajo nivel de asociatividad de los factores de producción con vocación de producción de alimentos: Tierra (recursos naturales), Fuerza de trabajo (habilidades), capital (ahorros familiares, subsidios para la producción, y créditos), conocimientos, capacidad empresarial; tecnología, etc.;
-  Falta de oportunidades sistemáticas en capacitación comunitaria, créditos blandos o condonables, mercadeo de la producción alimentaria;
-  La poca, inadecuada o nula participación de las comunidades en la solución sostenida al problema de  la Inseguridad Alimentaria.

Muy conveniente ha de ser que las intituciones competentes profundicen en esta problemática y que encuentren prontas y viables soluciones con  la participación determinante de las comunidades. 
La debida organización y puesta en funcionamiento de granjas comunitarias en todos los municipios permitiría el uso óptimo de los factores de la producción, generaría muchos empleos productivos en cada localidad, retendría población rural en ocupación económica, se lograría la SEGURIDAD ALIMENTARIA y se propiciaría el mejoramiento de la calidad de vida en el sector rural. Para eso, las autoridades liderarían los procesos pertinentes, gestionarían la consecución de recursos financieros para la capacitación adecuada y continua de la población económicamente activa y para mejorar la infraestructura económica y la calidad en la prestación de los servicios básicos como transporte, riego, educación, salud, energía eléctrica, acueducto, saneamiento básico, y demás. 

* Director de CGB - GRAN BOYACÁ (Centro Interdisciplinar de Estudios para el Desarrollo en Boyacá).
Correo electrónico: director@granboyaca.org y granboyaca@gmail.com      

  


   
  


Cambio revolucionario en el Sistema Educativo en Japón*


En Japón, se está probando un revolucionario Plan Piloto llamado Cambio Valiente, Futoji no henkō.
Es un cambio conceptual que rompe paradigmas, basado en los programas educativos Erasmus, Grundtvig, Monnet, Ashoka y Comenius.
Es tan revolucionario que forma a los niños como Ciudadanos del Mundo, no como japoneses.  

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  En esas escuelas no se rinde culto a la bandera, no se canta el himno, no se vanagloria a héroes inventados por la historia.


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  Los alumnos no creen que su país es superior a otros por el solo hecho de haber nacido allí.


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  No irán a la guerra para defender los intereses económicos de los grupos de poder disfrazados de "patriotismo".


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  Entenderán y aceptarán diferentes culturas.


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  Y sus horizontes serán globales, no nacionales.

¡Imaginen que semejante cambio se está dando en uno de los países más tradicionalistas del mundo!


El programa dura 12 años y está fundamentado en los siguientes conceptos:

  • Cero patriotismo
  • Cero materias de relleno
  • Cero tareas
  • Y solo tiene cinco materias:
1.  Aritmética de Negocios. Las operaciones básicas y el uso de calculadoras de negocio.


2.  Lectura. Empiezan leyendo una hoja diaria del libro que cada niño escoja, y terminan leyendo un libro por semana.


3.  Civismo. Entendido como el respeto total a las leyes, el valor civil, la ética, el respeto a las normas de convivencia, la tolerancia, el altruismo y el respeto a la ecología.

4.  Computación. Office, Internet, redes sociales y negocios on-line.


5.  Cuatro Idiomas, Alfabetos, Culturas y Religiones: japonesa, americana, china y árabe, con visitas de intercambio en el verano a familias de cada país.


¿Cuál será la resultante de este programa? 
  • Jóvenes que a los 18 años hablan 4 idiomas, y conocen 4 culturas, 4 alfabetos y 4 religiones.
  • Son expertos en uso de sus computadoras.
  • Leen 52 libros cada año.
  • Respetan la ley, la ecología y la convivencia.
  • Manejan al dedillo la aritmética de negocios.
Contra ellos van a competir nuestros niños de hoy. ¡Atención a esto!

*Texto enviado por el Ingeniero Agrónomo y analista Rubén Darío Vega Morales







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