TODOS DEBEMOS REFORESTAR A BOYACÁ

Fuente: CGB; fotografía parcial de un reservorio alimentador,
en un proyecto de arborización (inciativa privada)
en el "reforestador" municipio de Sora (Boyacá) 
 Urbandale,IA - 23 de enero de 2011
Señores GRANBOYACÁ -CGB:
Cordial saludo. Espero que todos sus asuntos marchen bien.
Quiero solidarizarme con la  excelente, efectiva, fructífera y noble campaña :"Sembremos y cuidemos, en los 123 municipios de Boyacá, 10 árboles por habitante, durante el año 2011", que hará de Boyacá uno de los Departamentos más ecológicos y ambientalistas de Colombia.
Creo que una campaña de esta naturaleza debe recibir el apoyo popular, por su génesis, naturaleza y potenciales resultados. 
No obstante, como toda campaña, debe ser objeto de una planificación detallada , no solo para asegurar su éxito, sino evitar errores que puedan generar males no previstos o minimizar los nobles objetivos iniciales, tales como introducción de especies inadecuadas o alóctonas, pérdida de paisajismo, presencia de insectos  desfoliadores o perforadores, etc. 
La reforestación es un proceso destinado a repoblar zonas que en el pasado estuvieron cubiertas de bosques o a la plantación masiva de árboles en áreas donde nunca existieron.  No cabe duda que está campaña implica la siembra de 12 millones y medio de árboles en un lapso de un año  ( Población de Boyacá: 1'255.311 hab. (2005) por 10 árboles por habitante)   Independientemente de cual sea la actual situación, la siembra masiva de árboles  esta orientada  frecuentemente a :
*  Mejorar el desempeño de una cuenca hidrográfica.
*  Producir  madera para fines industriales.
*  Crear áreas de protección para el ganado, en sistemas de producción extensiva.
*  Crear barreras contra el viento para protección de cultivos.
*  Frenar el avance de las dunas de arena.
*  Proveer madera para uso como combustible doméstico.
*  Crear áreas recreativas. 
En la campaña debe decirse, o al menos insinuarse, a que tipo de reforestación se hace referencia.
De igual manera debe tenerse respuesta técnica sobre:
1. Que tipo de especie conviene sembrar.
2. Quienes (que viveros) van a proveer las especies.
3. Quien asume el pago de la adquisición, transporte y distribución de los árboles a ser sembrados.
4. De qué manera se va llevar el control de los árboles que serán sembrados como resultado de la campaña?
5. Al final del período, cómo se va a determinar si la campaña fue exitosa y si cumplió total o parcialmente los objetivos? 
Todo parece indicar que estamos de nuevo frente a la necesidad de elaborar todo un proyecto , que siga los parámetros establecidos para la formulación y evaluación de proyectos de interés social.
Si esa es la idea, también estamos en colaborar en su diseño, planificación y evaluación. 
Que siga esa proliferación de buenas ideas. Enhorabuena! 
Un abrazo 
Carlos Yezid Morales. 
2011/1/23
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Origen de la idea (20/01/2011)
CGB GRAN BOYACA <granboyaca@gmail.com>

Sembremos y cuidemos, en todos los municipios de Boyacá, 10 árboles por habitante, durante el año 2011. Esta es una estrategia de sanidad ambiental para la salud humana de hoy y de mañana (campaña de CGB).
Esta estrategia puede implementarse y ejecutarse, de manera creativa,  con apoyo o sin apoyo estatal.
Si Ud., apoya esta importante tarea individual o colectiva en Boyacá, por favor, háganoslo saber.  
Visite http://www.granboyaca.org y opine sobre aspectos que apoyen el mejoramiento de la calidad de vida para todos, en nuestro territorio privilegiado por la naturaleza. 
Saludo cordial de siempre.
GRAN BOYACÁ - CGB (Centro Incluyente de Pensamiento para el Desarrollo en Boyacá)
Hugo Arias
Director
                     director@granboyaca.org

IDEAS DE INTEGRACION REGIONAL

En términos espaciales a Boyacá le correspondió un buen vecindario que podría facilitar una integración a manera de región geopolítica, como sumatoria organizada y funcional de varios departamentos, para adelantar acciones conjuntas, progresistas y sostenidas.
La vecindad con Venezuela y con los departamentos de Cundinamarca, Meta, Casanare, Arauca, Antioquia, Caldas, Santander y Norte de Santander debiera obligar a que las relaciones o vínculos de Boyacá con todos ellos y de todos ellos con Boyacá, sean fluidas, muy fuertes y, en especial, mutuamente provechosas. Las discrepancias o conflictos limítrofes promovidos por intereses particulares no deben seguir aplazando o negando las posibilidades de un esfuerzo conjunto y sostenido para lograr, entre todos, una integración regional útil y productiva. Vale la pena considerar algunas preguntas que merecen respuestas operativas serias, de parte de alguien con responsabilidad política y social; por ejemplo (Dennis Rondinelli,1988):
¿Cómo se distribuyen geográficamente las funciones (servicios, facilidades, infraestructura, actividades socio-económicas) entre asentamientos o comunidades?
¿Qué acceso físico tienen los residentes de los asentamientos poblacionales y de las áreas rurales circundantes a las funciones localizadas en los lugares centrales?
¿Con qué amplitud los servicios y facilidades localizadas en los asentamientos de todas partes de la región sirven sus áreas rurales circundantes?
¿Cómo mejorar la distribución de funciones y de asentamientos, y cómo incrementar el acceso físico de los residentes rurales?
Sobresale la necesidad de que, por lo menos, la red vial primaria de responsabilidad de la Nación - que ha de integrar funcional y competitivamente a estos departamentos - tenga especificaciones técnicas modernas en capacidad vial, velocidad de diseño, radios de curvatura adecuados, pendientes inferiores al 6%, sentidos de circulación con separador central, superficie de rodamiento en las mejores y permanentes condiciones, excelente señalización y controles eficientes de tránsito; y además, garantía presupuestal para los programas de conservación rutinaria, mantenimiento preventivo, mejoramiento, rehabilitación y modernización. Esta podría ser una base física determinante para una real integración regional.
Voluntad política Inter e intra departamental, compromiso comunitario serio y acción consistente es lo que se requiere, mucho más que nuevas leyes, buenas intenciones, protocolos, convenios y demás figuras que han tratado o que tratan de reglamentar el cómo y el porqué de este aspecto tantas veces citado pero débilmente desarrollado. Es tiempo de pensar seriamente sobre este aspecto y es pertinente tener en cuenta que la iniciativa de la integración regional debe hacerse realidad, bajo el liderazgo y trabajo de quienes de verdad entiendan su importancia, utilidad y trascendencia. Esta es política de verdad y de la buena.
HUGO ARIAS CASTELLANOS

CONTRA EL DESEMPLEO EN BOYACA

Se enuncian aquí algunas sugerencias de choque o de contingencia para disminuir el desempleo y sus efectos e impactos en nuestro departamento, principalmente.

Hay, en Boyacá, una franja de población desorganizada, desanimada, a veces explotada, casi desmoralizada, y en espera de una oportunidad sistemática de arranque. Por eso, conviene insinuar, algo al respecto.
Es urgente propiciar la organización concreta y funcional de las comunidades rurales y urbanas pobres, en formas adecuadas de asociación como grupos asociativos de trabajo, pre-cooperativos, cooperativas productivas, microempresas u otras formas, con el fin de que el gobierno pueda apoyar la implementación de programas de empleo intensivo en mano como los siguientes, entre tantos otros posibles: la creación e implementación de granjas comunitarias en todos los municipios del departamento para lograr, inicialmente, la seguridad alimentaria y nutricional mediante el uso óptimo de la tierra rural (generalmente con tenencia microfundista improductiva) y desde luego, para la ocupación plena de la fuerza de trabajo disponible y oriunda de cada municipio. Este programa, además, serviría para retener, funcional y productivamente, población rural en el campo.
Se requieren organizaciones locales comunitarias de emergencia para adelantar trabajos de obras públicas de mano de obra intensiva como la construcción, conservación y mantenimiento de vías por la modalidad de “pico y pala”, la construcción de acueductos y alcantarillados con mano de obra local intensiva; la construcción y mantenimiento de escuelas y colegios, la construcción o reconstrucción de sardineles y andenes en los sectores urbanos de periferia, la conservación, aseo y mantenimiento de parques y espacios públicos en todos los municipios. Las acciones comunales, funcionando de verdad como tales, podrían ser contratistas de los municipios para adelantar tareas remuneradas y supervisadas o interventoriadas técnica y admnistrativamente por las administraciones locales.
La recuperación, conservación, revegetalización y reforestación de las innumerables microcuencas del departamento, son objeto válido de trabajo de mano de obra local intensiva pero mediante formas de organización comunitaria como, por ejemplo, empresas comunitarias reforestadoras conformadas, exclusivamente, por los ribereños.
Las comunidades pueden organizar, con mano de obra propia, talleres de confecciones para elaborar uniformes escolares, prendas de dotación para funcionarios públicos, insumos educativos, alimentos para escuelas, colegios, universidades, hospitales, el ejercito, la policía, conventos, etc.
Existen, en Boyacá desaprovechados o desorganizados, todos los factores de la producción a los que habría que agregar la capacidad empresarial y el apoyo gubernamental en la organización asociativa y en el aseguramiento del mercadeo y consumo de esos bienes producidos y/procesados. Debe resaltarse la necesidad de que las comunidades asuman su papel de procurase, de manera organizada y sistemática, las condiciones de autosostenimiento y de posterior suministro de bienes y servicios a los mercados de otros espacios reginales y nacionales.
Hay muchas otras iniciativas ya ensayadas con éxito en países y regiones que han vivido la crisis de empleo remunerado que hoy padecen estoica y resignadamente  mente nuestras gentes.
 
Habrá muchas otras posibilidades e iniciativas que merecen el concurso del gobierno y de quienes pueden aportar algo a las soluciones, para buscar el rendimiento económico y social de los factores de la producción, apalancados en la aplicación fácil, oportuna y responsable de facilidades reales de créditos blandos y de los incentivos o subsidios oficiales como el de reforestación, capitalización rural, y otras prestaciones y estímulos que deben apoyar la iniciación y consolidación de los grandes esfuerzos colectivos.
 
Todo, desde luego, liderado y firmemente apoyado por los alcaldes de cada municipio como requisito fundamental de creación de cultura asociativa para generar empleo productivo y sostenido, productividad, competitividad y, en últimas, mejoramiento de la calidad de vida en Boyacá.
 
CGB espera que la comunidad boyacensista exprese sus opiniones, sugerencias e iniciativas para que gobernantes y gobernados determinemos la estrategia viable y comprometida para enfrentar el desmoralizante y creciente problema del desempleo en Boyacá. Sean quienes sean los gobernantes tendrán que ocuparse, de manera prioritaria, en encontrar y ejecutar la estrategia más adecuada y eficiente para mitigar u ojala eliminar la pobreza y la miseria de nuestro territorio; lo demás habrá de venir por añadidura. Lo primero es lo primero.
 
¡BOYACÁ ES GRANDE, MÁS GRANDE!
El Director

COLOMBIA: RECONSTRUCCIÓN FLUVIAL

Los daños  causados en campos, pueblos y ciudades por  el desplome invernal  que azotó a Colombia demandan la formulación de dos planes paralelos de reconstrucción y cumplirlos. Un plan es técnico-físico. Trata  ríos  y municipios. Tiene por objeto  controlar nuevas inundaciones. El otro plan es social-económico-urbanístico, está destinado a atender a más de dos millones de personas expulsadas de viviendas y pueblos anegados o derrumbados. 

El plan técnico-físico  sobre ríos  ya municipios buscará: 1. Que  los  ríos  no se  vuelvan a salir  de sus cauces;   2. Que sus aguas corran dentro de cauces arborizados;  3. Que los municipios  ribereños aborden las obras  y  que entreguen limpias sus aguas servidas a los ríos. 4. Que la acción defensiva no desconecte los ríos de los cuerpos hídricos ribereños.

La acción sobre los ríos se emprenderá en los municipios  que  tienen playas sobre  las grandes  corrientes, Magdalena, Cauca, San Jorge, Sinú, Atrato, San Juan y  sobre las ríos medianas, Bogotá, Cesar, Canal del Dique y otros. Estos municipios  cumplirán dos tareas, 1.  Evitar  el desborde de los ríos con un trabajo local, manual  tradicional,  practicado durante años. Han  contenido las aguas  apilando en las orillas bultos de tierra y  arena. Como se está haciendo en el canal del Dique. La ciudad de Arauca es un ejemplo. 2. Entregar  a los ríos limpias sus aguas clocales.Tendrán tratamiento propio y local. El sistema de contención de las  aguas fluviales con bultos de tierra y arena se reemplazará, en el futuro, con  obras de  mayor entidad.  El  sistema ha sido practicado en  ríos europeos, el  Rhin, en Alemania, por ejemplo. El tratamiento de aguas servidas lo harán lo municipios con lagunas de oxidación. La dirección, coordinación y conducción del  plan  estará a cargo de una entidad nacional creada para el caso. Laborará como directora y coordinadora del plan fluvial de  la acción de los municipios ribereños. 

Construcción y reconstrucción de  ciudades y pueblos afectados por el invierno serán acciones paralelas a las que se cumplan en los ríos. Implicarán, 1. Restaurar  poblaciones rescatables afectadas por inundaciones; 2. Construír nuevas poblaciones para ciudadanos  expulsados de  sus tradicionles lugares de vida, donde puedan reanudar una existencia  segura y ejercer sus tradicionales actividades profesionales y comerciales; 3. Dotar a los campesinos expulsados por las inundaciones  de tierras aptas  para vivir y trabajar; organizados en empresas comunitarias destinadas a producir alimentos y comercializarlos.

Arq. ALBERTO MENDOZA MORALES
Presidente de la Sociedad Geográfica de Colombia

HAMBRE Y SEGURIDAD ALIMENTARIA

El mundo se está ocupando, cada vez con mayor énfasis, en el diagnóstico y propuestas de solución al creciente problema del hambre. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, 2006) estima que unos 1500 millones de personas en el mundo sufren de hambre y desnutrición, una cantidad cerca de 200 veces mayor que el número de personas que efectivamente mueren por esas causas al año.[1]            

Se considera pertinente presentar aquí algunos conceptos fundamentales, adoptados desde tiempo atrás en reuniones de carácter global, con el propósito de ayudar a facilitar la comprensión de la magnitud e importancia del muy grave problema del hambre en el mundo y de las políticas y estrategias gubernamentales de cada Estado  para lograr las correspondientes soluciones estructurales.

La humanidad, mediante iniciativa intencional de organizaciones no gubernamentales, ha hecho el esfuerzo de ensamblar, debatir, socializar, adoptar los conceptos, promover y lograr compromisos gubernamentales y apoyos empresariales, impulsar la legislación pertinente y su regulación   e implementar la conversión, en realidades tangibles. Todo ésto se ha se ha planteado en definiciones y estrategias  y se ha acogido en concertación “teórica” entre gobiernos, políticos, Instituciones de todos los órdenes, Universidades, Centros de Investigación y Estudio tanto públicos como privados, dirigentes, Organizaciones No Gubernamentales, Organizaciones comunitarias, Empresas, Grupos de personas y aún de personas familiar e individuamente.
El problema del hambre en el mundo afecta no sólo a quienes la padecen directamente sino a toda la humanidad por las condiciones de deterioro social generalizado que genera. Hay que advertir que este problema ha sido, en general, diagnosticado y  delimitado con todas sus causas y efectos; ha sido sometido a procesos de legislación y planificación que formulan soluciones pero, desafortunadamente, la población vulnerable aumenta y los resultados esperados de las acciones gubernamentales no muestran el mejoramiento esperado en lo referente al mejoramiento de las condiciones generales de vida de que tanto se escribe y se habla oficial y extraoficialmente. Algo está fallando y de manera protuberante.
« La amplitud del fenómeno pone en tela de juicio las estructuras y los mecanismos financieros, monetarios, productivos y comerciales que, apoyados en diversas presiones políticas, rigen la economía mundial: ellos se revelan casi incapaces de absorber las injustas situaciones sociales heredadas del pasado y de enfrentarse a los urgentes desafíos y a las exigencias éticas. Sometiendo al hombre a las tensiones creadas por él mismo, dilapidando a ritmo acelerado los recursos materiales y energéticos, comprometiendo el ambiente geofísico, estas estructuras hacen extenderse continuamente las zonas de miseria y con ella la angustia, frustración y amargura... ». « No se avanzará en este camino difícil de las indispensables transformaciones de las estructuras de la vida económica, si no se realiza una verdadera conversión de las mentalidades y de los corazones. La tarea requiere el compromiso decidido de hombres y de pueblos libres y solidarios»[2]
Hambre. Se define[3] como “escasez de alimentos básicos, que causa carestía y miseria generalizada. El hambre es la sensación que indica la necesidad de alimento. En condiciones de normal alimentación, suele aparecer unas 4 horas después de la última comida, aunque este tiempo puede variar mucho.
La sensación de hambre es algo natural, pero privarse de alimento durante mucho tiempo perjudica la salud mental y física. La privación de alimento induce a la somnolencia, atenúa las emociones e impide pensar con normalidad. El deseo de comer se hace prioritario y se diluyen los valores morales. El hambre extrema puede tener un efecto deshumanizador que lleve al robo, al asesinato e incluso al canibalismo. A menudo el hambre va acompañada de enfermedad y epidemias, que tienen su origen en el estado de debilitamiento de los afectados. La mayoría de las muertes por hambre se debe a desnutrición permanente. Las familias sencillamente no tienen suficientes alimentos. Esto, a su vez, se debe a la extrema pobreza[4]
Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN). En la Cumbre Mundial de Alimentación (1986) se define el concepto que en la actualidad sigue vigente[5]: “Seguridad alimentaria, a nivel individuo, hogar, nación y global, se consigue cuando
todas las personas en todo momento tienen acceso físico y económico a suficiente alimento, seguro y nutritivo, para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias con el objeto de llevar una vida activa y sana” (FAO, 2002)

Seguridad Alimentaria: La seguridad existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso material, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades de energía alimentaria y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana. Hay seguridad alimentaria en los hogares cuando ésta beneficia a todos sus miembros.
Seguridad Nutricional: La seguridad nutricional implica que una persona goza en todo momento de una condición nutricional óptima para llevar una vida activa  y sana. La condición nutricional óptima guarda relación con la edad, el estilo de vida deseado y la condición fisiológica, y abarca tanto aspectos cuantitativos (necesidades de energía alimentaria) como cualitativos (necesidades de proteínas, minerales y vitaminas)[6].


Soberanía Alimentaria (SobA)[7] 
a- Derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña y mediana producción, respetando sus propias culturas y la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción agropecuaria, de comercialización y de gestión de los espacios rurales, en los cuales la mujer desempeña un papel fundamental” (Foro Mundial de Soberanía Alimentaria 2001).
En la definición, la Soberanía Alimentaria enfatiza en la visión de sostenibilidad y autonomía, el derecho a la alimentación y el apoyo decidido a la agricultura familiar. Además, contempla el acceso y control de la población sobre los recursos productivos (tierra, agua y semilla, entre otros), con una especial atención a los aspectos de regulación de la tenencia de la tierra, y al acceso y control de las mujeres sobre dichos recursos. Todos estos aspectos vienen a reforzar la visión de la seguridad alimentaria desde la óptica de lo “local”, y del respeto y defensa de las culturas y tradiciones alimentarias”.
b- ¿Cómo precisamos hoy el concepto de soberanía alimentaria?[8] La Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos, garantizando el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña y mediana producción, respetando sus propias culturas y la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción y comercialización agropecuaria, y de gestión de los espacios rurales, en los cuales la mujer desempeña un papel fundamental. La soberanía alimentaria debe asentarse en sistemas diversificados de producción basados en tecnologías ecológicamente sustentables.   

Derecho de Alimentación (DA)[9] “¿Qué es derecho a la alimentación?
El derecho a la alimentación es el derecho a tener acceso, individual o colectivamente, de manera regular y permanente, a una alimentación cuantitativa y cualitativamente adecuada y suficiente, y a los medios necesarios para producirla, de forma que se corresponda con las tradiciones culturales de cada población y que garantice una vida física y psíquica satisfactoria y digna”.

¿Cómo está regulado el derecho a la alimentación a nivel internacional?[10]
El derecho a la alimentación aparece recogido en la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDDHH) en el artículo 25: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado, que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios, tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”.

Hugo Arias Castellanos
Director del Centro de Estudios Gran Boyacá  - CGB
director@granboyaca.org

[2] Juan Pablo II, Carta Encíclica Redemptor hominis, 1979, n. 16
[3] Ver, Gran Enciclopedia Espasa, Volumen 10, pág 5772, Editorial Espasa, 2005.
[5] Ver Carmen Lahoz et alt., “Seguridad Alimentaria y Nutricional: Evolución y conceptos”, pág. 1, 2007. 
[6] Ver, SENA VIRTUAL “Políticas de Seguridad Alimentaria y Nutricional en Colombia”. 2008.
[7] Ver Carmen Lahoz et alt., “Seguridad Alimentaria y Nutricional: Evolución y conceptos”, pág. 1 y 2, 2007. 

[8] Ver Vicent Garcés “LA Soberanía Alimentaría en tiempos de Globalización”, págs 5 y 6.
[9] Ver  “Políticas de Seguridad Alimentaria y Nutricional en Colombia”, pág.1, 2008
[10] Ibídem, pág.2

EL DESARROLLO LOCAL EN BOYACA

Este ensayo tiene por objeto plantear unos criterios que permitan iniciar un análisis sobre la importancia de encontrar las posibilidades del desarrollo de los municipios de Boyacá. Para lo cual, se convoca a las autoridades locales y a sus propias comunidades a que asuman, con la máxima pertenencia y seriedad, el diseño y puesta en marcha de un modelo que interprete el futuro deseado por las comunidades de cada uno de los municipios de este departamento.

Este estudio parte de unos conceptos de municipio y de su desarrollo, continúa con alusiones a los factores del desarrollo municipal, luego se refiere  al Sistema de Municipios y al Sistema Municipio; resalta, luego, el tema de los planes municipales de desarrollo en la Constitución Política de Colombia, y finalmente se refiere a algunas potencialidades del desarrollo de los municipios de Boyacá.

El estudio sobre este tema debe continuar como aporte a la cultura de la planificación del desarrollo local involucrando cada vez más a los actores de ese desarrollo quienes serán los mismos protagonistas del cambio de mentalidad requerido y, obviamente, deben ser, en primera instancia, los mismos beneficiarios de él.  

Conceptos de municipio y de su desarrollo

El municipio (grande o pequeño)  es como una obra con cuerpo y espíritu, construida por la cultura y la mentalidad de sus habitantes, durante toda su historia y con el concurso, consciente o inconsciente, de muchas generaciones. Por eso, de esos dos atributos humanos (cultura y mentalidad) vigentes a través de los tiempos, aplicados individual o colectivamente, lenta o dinámicamente, correcta o incorrectamente, dando uso a los recursos disponibles en su territorio se han logrado unas condiciones de vida concretas: (satisfactorias, aceptables, deficitarias, insatisfactorias o deprimidas)  o sea de desarrollo o de subdesarrollo municipal, según el caso.

El desarrollo del municipio es el aumento de la eficiencia en él mismo, en lo referente a su aptitud para satisfacer las necesidades de la población  y para estimular las actividades productivas como medio para lograr la transformación socioeconómica a través de la elevación progresiva y sostenida de la calidad[1] de vida de la gente y como epicentro de apoyo de las actividades de su territorio. La calidad de vida debe implicar una valorización del ser en todas sus dimensiones humanas: material, social, política, artística, moral, ética y religiosa, etc.[2] Tal valoración debe ser periódica y concreta para saber  si se avanza o no, en el sentido del desarrollo y para conocer las razones y factores que producen alguna de esas dos situaciones. Desde luego, que la calidad de la organización comunitaria (y su efecto principal que es la clase de administración que ella misma se brinda)  es lo que impulsa, detiene o retrasa el proceso hacia el mejoramiento de la calidad de vida individual y colectiva en su territorio de acción directa e influencia. El artículo 314 de la Constitución Política de Colombia (CPC) establece que “ En cada municipio habrá un alcalde, jefe de la administración local y representante legal del municipio que será elegido popularmente(...)”[3]

El desarrollo de un municipio debe significar, sin lugar a dudas, la felicidad o la oportunidad de alcanzarla, para todos sus habitantes. Parece muy necesario que cada municipio pudiera establecer, periódicamente, si la felicidad de sus habitantes existe y cómo se manifiesta, o si disminuye o se incrementa con el paso del tiempo. La respuesta permitiría calificar si se avanza o se retrocede en términos del desarrollo local y, esto a su vez, indicaría la calidad de la administración que se ha tenido.

El Population Crisis Comitee encontró el “puntaje del estándar de vida urbana”, mediante la relación de 11 variables que utilizó en un estudio y que le permitió comparar las condiciones de vida en las principales ciudades del mundo.  Las variables utilizadas, con sus respectivas ponderaciones, por el mencionado Comité son las siguientes[4]:



  1. Población (número absoluto total de habitantes)
  2. Seguridad pública (homicidios por 100.000 habitantes)
  3. Costo de los alimentos (porcentaje de los ingresos familiares gastado en alimentos)
  4. Espacio habitable (personas por habitación)
  5. Estándares de vivienda (porcentaje de vivienda con agua y electricidad)
  6. Comunicaciones (teléfonos por cada 100 habitantes)
  7. Educación (porcentaje de niños en la escuela secundaria)
  8. Salud pública (defunciones de niños menores de 1 año por 1000 nacidos vivos)
  9. Paz y tranquilidad (cantidad de ruido ambiental, escala 1-10)
  10. Circulación del tráfico (millas por hora durante las horas de punta)
  11. Aire puro (distintos medios de contaminación)

No se encontró información que muestre que en Boyacá se haya hecho este ejercicio para alguno o para todos sus municipios; lo cual, constituye un enorme vacío de información y la inexistencia de datos fundamentales para el diagnóstico de la situación actual de la calidad de vida y  para la prospección del desarrollo local y departamental.






Factores del desarrollo municipal

El desarrollo, en general, es el proceso, hacia la consecución continua y sostenida de mejores niveles de vida de las comunidades asentadas en los espacios donde operan el Sistema Municipio o el Sistema de Municipios, según el enfoque adoptado y su aplicación relacionada  íntimamente con la cultura, mentalidad y actitudes colectivas.

Existen muchas variables que determinan el desarrollo (logro de niveles altos de bienestar colectivo) de un municipio.

Haciendo un esfuerzo simplificador pueden plantearse como factores de desarrollo local los siguientes:



  •  La legalidad, certeza y exactitud en la determinación del territorio municipal o sea la localización astronómica (coordenadas geográficas: latitud y longitud) bajo la responsabilidad del gobierno central (en la actualidad del Instituto Geográfico Agustín Codazzi)[5]
  • La formación económica y social dentro de la cual prevalece un modo de producción[6]
  • El tipo de sociedad que se tiene (pertenencia, autoestima, valores humanos)
  • La existencia colectiva de una visión prospectiva de la comunidad
  • El tipo de organización política y comunitaria y su operatividad real
  • El tipo de liderazgo endógeno y de mentalidad y  de acción (coyuntural o estructural)
  • La seguridad, eficacia y eficiencia de las políticas estatales de los niveles: nacional, departamental y municipal.
  • La disponibilidad y calidad de los factores de la producción (tierra[7], agua: fuentes superficiales y acuíferas, vegetación, subsuelo. Fuerza de trabajo (calificada y no calificada) Capital: Capacidad y voluntad para las Inversiones (ahorros) y capacidad de crédito. Tecnología: intensiva en mano de obra o intensiva en capital. Capacidad empresarial realmente productiva y reflejada en las condiciones de competitividad de la producción, y eficiencia y solidez en los mercados nacionales e internacionales. Capacidad endógena para  elaboración de planes, programas y proyectos, y gestión hasta culminar satisfactoriamente la ejecución de éstos.  
  • Las características climáticas (cambios de temperatura, luminosidad, intensidad solar, régimen de lluvias,  régimen de vientos) 

Sistema de municipios

El municipio debiera considerarse como un elemento componente del conjunto que conforma un sistema de municipios y como tal  organizados y jerarquizados funcionalmente de manera que establecen y fortalecen relaciones entre sí y con su entorno no solo para subsistir sino para servir de espacio de vida y realización social de todos sus habitantes. El análisis de la operatividad o aplicabilidad de esta definición muestra para el caso de Boyacá que, si bien es cierto, existen territorialmente más o menos definidas unas jurisdicciones espaciales que permiten aceptar la presencia real de los municipios no puede decirse lo mismo de la coordinación y organización de las relaciones de ellos dentro de un sistema. Este aspecto puede ser una de las causas determinantes de la carencia de pertenencia hacia lo que se denomina el departamento como ente territorial conformado, a su vez, por el conjunto de municipios que le han sido asignados por ley como jurisdicción política y administrativa.

En el departamento de Boyacá hay, en la actualidad, 123 municipios de los cuales, según el Censo de Población y Vivienda aplicado por el DANE en 1993,  solo 2 municipios (Tunja y Sogamoso) sobrepasaron los 100.000 habitantes, 18 tenían entre 10.000 y 100.000 habitantes  y los demás o sea 103 municipios alcanzaban menos de 10.000 habitantes (El Censo de población de 2005 encontró, a este respecto, algunas variaciones). El grado de desarrollo o calidad de vida de los habitantes de este departamento parece ir en descenso si se juzga por indicadores de franjas de pobreza y miseria, subempleo y desempleo, desorden urbanístico, abusos en las tarifas de los servicios públicos y excesivas cargas fiscales (que reducen ostensiblemente la capacidad de pago de las familias), suministro deficiente de agua, carencia de tratamiento de aguas residuales, bajos niveles de escolaridad, analfabetismo puro y analfabetismo funcional, desnutrición, enfermedades, inaccesibilidad a la atención en salud, deficiente conectividad de los sitios de producción agropecuaria con los centros de consumo,  desorganización comunitaria, desconfianza en la administración, clientelismo, nepotismo, despilfarros, manejos presupuestales  dudosos, insatisfacción social, inseguridad, etc.

Sistema municipio

Desde otra óptica puede concebirse el municipio como un sistema o conjunto organizado de actividades interconectadas por comunicaciones y donde esas actividades y comunicaciones conforman subsistemas expresados dinámicamente en las condiciones del desarrollo de ese territorio para el bienestar de sus habitantes.[8] Entendido, de esta forma como un sistema, el municipio ha de contar con una administración capaz de coordinar a las comunidades, de promover su participación creciente pero democrática  y cualitativa, de encontrar explicación al estado de las condiciones generales de vida para elaborar la visión prospectiva conducente a adquirir compromisos comunitarios y a establecer responsabilidades sociales en procura de mejorar continuamente esas condiciones o de sostenerlas si hubieren alcanzado niveles elevados u óptimos.

El municipio como sistema parece ser la modalidad que más se acomoda a la realidad en Boyacá. Por eso, se nota el interés grande de cada administración en promover, prioritariamente, proyectos para satisfacer necesidades apenas locales y, al margen y difícilmente, hay interés por asociarse con otras localidades contiguas espacialmente para impulsar  proyectos de impacto común o de impacto regional como los referentes a acueductos, recuperación de cuencas hídricas, reforestación y revegetalización de zonas de interés común,  tratamiento de aguas residuales y de desechos domésticos e industriales, distritos de riego etc.

Los subsistemas locales (municipales) en términos generales son las siguientes:

Subsistema vial y de estacionamiento
Subsistema de transporte local e intermunicipal correspondiente
Subsistema de educación
Subsistema de salud
Subsistema de oferta de agua (fuentes: superficiales y acuíferos, tratamiento y abastecimiento)
Subsistema de desagües residuales y de aguas lluvias
Subsistema de cultura
Subsistema de parques y recreación
Subsistema de Iluminación pública
Subsistema de recolección de basuras
Subsistema de cementerio
Subsistema de conservación y recuperación del Medio Ambiente
Subsistema de abastecimiento (centros de acopio, plazas de mercado, hipermercados, supermercados, almacenes, tiendas, vendedores ambulantes, etc.)

Este listado permite deducir la complejidad de la administración local y la necesidad de mejorar cada día la capacidad real del manejo de los recursos, intereses y expectativas de las comunidades locales.                   

Los planes municipales de desarrollo en la Constitución Nacional

La planificación del desarrollo de los municipios es el esfuerzo deliberado de las comunidades, debidamente dirigidas, para establecer un control u orientar el proceso de mejoramiento de la calidad general de la vida de las gentes mediante la intervención pública sobre el Sistema de Municipios o en la escala local, mediante la intervención sobre todos o algunos de los componentes del sistema de municipios (BID, 1981)


Planificar es preparase para algo importante en la vida de los individuos y de los pueblos debido a que siempre, consciente o inconscientemente, tácita o explícitamente, la vida es un proceso continuo para lograr  objetivos y metas, en ambientes de escasez o limitación de recursos. El ser humano tiene la facultad intrínseca de poder preparar racionalmente la toma de decisiones y de administrarlas adecuada o inadecuadamente.

Las Naciones Unidas definieron la planificación “como un proceso de elección y selección entre cursos alternativos de acción, con vistas a la asignación de recursos escasos, con el fin de obtener objetivos específicos sobre la base de un diagnóstico preliminar que cubre todos los factores relevantes que pueden ser identificados”.  Por su parte un ex ministro hindú señaló que “planificar es aplicar la inteligencia para tratar los hechos y las situaciones como son y para encontrar un modo de resolver los problemas[9]; esta definición es sabia y expresa la mejor y máxima concepción de la planificación por su sencillez y alta comprensibilidad de manera que cualquier persona la entiende y, lo mejor de todo, podría participar en su puesta en práctica, lejos de consideraciones sofisticadas de  tecnicismos y cientifismos que enredan y, en últimas, logran excluir la participación comunitaria..

En julio de 1991 la Asamblea Nacional Constituyente promulgó la nueva Constitución Política de Colombia (CPC); la cual, en su artículo 300, numeral 11 establece que “Los planes de desarrollo y de obras públicas, serán coordinados e integrados con los planes y programas municipales, regionales y nacionales”.[10] Para facilitar esta coordinación la misma CPC establece que habrá un Consejo Nacional de Planeación integrado por representantes de las entidades territoriales  y de los sectores económicos, sociales, ecológicos, comunitarios y culturales. También, establece que en las entidades territoriales, entre ellas los municipios, habrá consejos de planeación y que el Consejo Nacional de Planeación y los consejos territoriales de planeación constituyen el Sistema Nacional de Planeación (CPC, art. 340) Por los resultados de coordinación que poco o nada se conocen, existen serios reparos y muchas dudas sobre la calidad de la operatividad y eficiencia este sistema. 

El artículo 339 de la CPC establece que “las entidades territoriales elaborarán y adoptarán de manera concertada entre ellas y el gobierno nacional, planes de desarrollo, con el objeto de asegurar el uso eficiente de sus recursos y el desempeño adecuado de las funciones que le hayan sido asignadas por la Constitución y la ley. Los planes de las entidades territoriales estarán conformados por una parte estratégica y un plan de inversiones de mediano y corto plazo.”[11]

El artículo 311 de la CPC al referirse al Régimen Municipal  señala que “Al municipio como entidad fundamental del Estado le corresponde prestar los servicios públicos que determine la ley, construir las obras que demande el progreso local, ordenar el desarrollo de su territorio, promover la participación comunitaria, el mejoramiento social y cultural de sus habitantes  cumplir las demás funciones que le asignen la Constitución y las leyes.”


El numeral 5 del artículo 315 de la CPC como una de las atribuciones del alcalde establece “Presentar oportunamente al Concejo los proyectos de acuerdo sobre planes y programas de desarrollo económico y social, obras públicas, presupuesto anual de rentas y gastos y los demás que estime convenientes para la buena marcha del municipio.”

Se observa que existe un marco de referencia constitucional suficiente que fundamenta y promueve la coordinación en los planes de desarrollo de todos los niveles del establecimiento público.

De la comparación entre el marco legal y la realidad del desarrollo de los municipios puede desprenderse que existen grandes dificultades para la coordinación de los planes de los diferentes niveles de la administración y por tanto grandes deficiencias en el avance ordenado hacia el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades municipales. Esto puede significar que dado que los municipios como entes territoriales y como elementos básicos del Sistema Nacional de Planeación tienen responsabilidades  legales dentro del Sistema Nacional de Planeación entonces deben favorecerse, equitativamente, de las bondades y atributos de éste;  lo cual, está siendo muy cuestionado en los niveles locales por déficit en los resultados.    

La obligatoriedad constitucional, como muchos otros aspectos de norma, tiene lógica y coherencia legal y teórica pero, desafortunadamente, no tiene estos atributos en la práctica; y, este aspecto no ha sido sometido a análisis y establecimiento de responsabilidades a la luz de los mandatos de la Carta Magna.

Cada ente territorial  (departamento o municipio)  ha tratado de hacer u ordenado la efectuar el ejercicio aislado de la elaboración de los llamados Planes de Desarrollo, más como el lleno de una exigencia constitucional que como la expresión de las expectativas y compromisos comunitarios y de la voluntad de los gobernantes respectivos hacia el cumplimiento  o hacia la responsabilidad de ejecutar  lo propuesto en los documentos que denominan “El Plan de Desarrollo”. Esto se deduce fácilmente, y en la generalidad de los casos, de la marcada diferencia entre los programas y sus proyectos específicos comprometidos periódicamente por las diferentes administraciones frente a las ejecuciones  reales y a los magros “avances” en términos de las condiciones de vida de los habitantes de cada ente territorial, en este caso de los municipios.

Se expresó atrás que el desarrollo puede entenderse como un proceso permanente y continuo hacia el mejoramiento de las condiciones de vida en todo el territorio de la nación o en parte de ella (un departamento o un municipio); esto debe darse con la participación y compromiso de la comunidad y bajo el liderazgo de autoridad competente; para lo cual, ha de construirse, previamente y con el concurso social, una visión prospectiva del territorio que se quiere desarrollar. Esto significa que la sociedad  ha definido oportunamente cómo quisiera ser y cómo quisiera vivir cuando llegue al  horizonte de tiempo establecido por ella misma.

El desarrollo no llegará espontáneamente y es por eso que si las comunidades tienen la capacidad para establecer un plan de desarrollo para el largo plazo (Visión Prospectiva) ellas habrán de tener también la suficiente capacidad y la voluntad para comenzar desde hoy a construir esas condiciones nuevas y de bienestar colectivo. Lo contrario, o sea elaborar planes sin el ingrediente de la participación comunitaria tanto en la etapa de planificación como en su ejecución no pasa de ser el ejercicio académico imperfecto de siempre; sobre lo cual, no se sabe qué es mejor o peor: si se trabaja sin plan,  improvisando o sea al azar y al capricho de quienes “gobiernan” coyunturalmente  o si se trabaja con planes escritos y aprobados pero deficitariamente ejecutados como ocurre hoy en la mayoría de nuestros municipios.

Potencialidad del desarrollo municipal

Los modelos sociales y económicos que ha vivido y soportado el país, poco o casi nada se han preocupado del desarrollo local. Las variables macroeconómicas muestran cifras consolidadas sobre el Producto Interno Bruto del País y sus respectivas componentes Consumo, Inversiones, Exportaciones e Importaciones; o del Ingreso como remuneración a los factores productivos, a saber: Sueldos y Salarios, Rentas, Intereses y utilidades. Lo hacen por grandes agregados de esas variables y así lo publican para mostrar cómo va o cómo parece que va el país en general. Algo se puede saber sobre algunos departamentos en es esos aspectos; pero de la gran mayoría de los municipios nada se publica y, al parecer, nada se sabe. Es decir, los municipios, individualmente, ignoran  en las variables enunciadas y en otra muchas cuál es su participación en los grandes agregados y cuáles su comportamiento a lo largo del tiempo.

Sin embargo, los municipios albergan gente, tienen actividades económicas y sociales, generan o consiguen recursos, tienen muchos problemas y hacen esfuerzos, muchas veces inocuos, aplazados o perdidos, por buscar soluciones a las necesidades que crecen con el crecimiento de la población y con el deterioro de las condiciones económicas y sociales en su territorio pero siguen con vida como les ha ocurrido a muchos durante varios siglos en Boyacá, y hacen parte del conjunto de entes territoriales de su nivel para conformar los departamentos y la Nación.[12]

Los municipios tienen, hacia el presente y su futuro grandes potencialidades sobre las cuales hay en ellos poca conciencia aún.

El país, los departamentos y las ciudades grandes han diseñado sus proyectos sobre posibilidades de atraer grandes inversiones externas, en un esfuerzo muchas veces fallido y gravoso siempre.[13]

Por su parte los municipios en general, y en especial los pequeños, tienen recursos y factores de producción, hoy mal empleados o subempleados, que se acomodan a la escala de sus necesidades. Los municipios requieren de un modelo de desarrollo propio y autosuficiente en primera instancia, para luego proveer e intercambiar bienes y servicios en el área de su influencia y más tarde con el resto del país y del mundo. Cada municipio tiene sus fortalezas y oportunidades comparativas para convertirse en generador de autodesarrollo.

Es claro que los municipios de Boyacá tienen sus mayores potencialidades en actividades agropecuarias para la seguridad alimentaria de su territorio y para proveer la demanda por alimentos de gran parte de la población asentada en Bogotá (capital de la República con cerca de 7 millones de habitantes), siempre y cuando se produzca y se participe en los mercados en condiciones reales y sostenidas de competitividad.  La gran expectativa puede consistir en avanzar a agregar valor a la producción del sector primario pasando a la agroindustria  y, en especial, en productos limpios para posicionarse en mercados nacionales importantes y en los internacionales aprovechando ventajas comparativas de mano de obra más barata (posibles menores costos de producción) y la variedad de climas y de suelos.

También, los municipios de Boyacá tienen buenas ventajas comparativas en la explotación de recursos minerales y en el turismo.

La producción del sector minero, muy poco beneficia a las economías locales por falta de capacitación de la mano de obra, por falta de capacidad empresarial, por limitaciones de tipo tecnológico y, muchas veces, por problemas de inseguridad.

El sector turismo está por explotarse adecuadamente. Las pocas gestiones públicas y privadas se orientan a lograr la mayor ocupación coyuntural de los tradicionales hoteles de Villa de Leyva, Paipa y Punta Larga. En este sector la estrategia estructural consiste en que todos los municipios de Boyacá se consideren como potenciales polos de atracción turística. El hecho de tener población establecida en ellos es porque existen condiciones mínimas que han permitido esa permanencia. Todos esos municipios tienen oferta turística potencial en agroturismo, ecoturismo, etnografía, gastronomía, fauna y flora, paisaje, cuencas y microcuencas hídricas, senderos, caminos reales, ruta libertadora, iglesias, capillas, historia, deportes, manifestaciones culturales autóctonas, etc.

Solo una organización local fuerte, basada en la inteligencia de los profesionales y demás gentes de cada localidad pueden diseñar su futuro y comprometerse a establecer las condiciones para el uso óptimo de los recursos propios y de los que se consigan, de los factores ciertos de producción  y del cultivo y promoción de la pertenencia local de toda la comunidad como elemento indispensable para que los ahorros privados se conviertan en inversiones productivas ahí donde se vive, y los esfuerzos colectivos se conviertan en bienestar sostenido y creciente para todos, bajo la dirección y responsabilidad de gobernantes inteligentes y honrados. Se necesita una fuerte y continua cultura para el desarrollo, basada en un cambio de mentalidad y en los esfuerzos autónomos e intensos de toda la comunidad y en la misma dirección; de esa forma, se ganará en autonomía local, en productividad, en competitividad, en respetabilidad, en bienestar y en dignidad general.”Los procesos de desarrollo local, por la implicación de la población, la concurrencia de recursos naturales y financieros, la necesidad de formación de recursos humanos locales, se convierten en estrategia de medio o largo plazo. (...) Por definición, el desarrollo local requiere una fuerte implicación de la sociedad local, auténtica protagonista de los cambios que se hacen por ella y para ella (...) se hace necesaria una nueva organización del sistema de ciudades y regiones, donde los espacios y los territorios no son solo el espacio físico donde se ubican las actividades productivas y las organizaciones, sino que son entes con responsabilidad propia y capacidad de actuación y respuesta de sí mismos[14]

Hugo Arias Castellanos


[1] La Norma ISO 9000 define la calidad como “la totalidad de las características de un servicio o producto que le otorgan su aptitud para satisfacer necesidades establecidas o implícitas”. Es interesante que el lector traduzca o ajuste este concepto para tratar de aproximarse a una de definición de “calidad de vida municipal”.  
[2] MERA, Adina. Principios generales de fundamentación  y organización;  VII curso de metodología de proyectos de desarrollo urbano. Río de Janeiro, IBAM/ 1976. p.12
[3] La CPC establece las funciones de los Concejos Municipales como órganos de control político, principalmente. La vigencia del período de los alcaldes  tiende a ser modificada a cuatro años y se discute insistentemente y  con favorabilidad  para que puedan ser reelegidos para el período siguiente.
[4] Los datos encontrados con base en el estudio comparativo para las 100 ciudades más grandes del mundo fueron publicados para Colombia especialmente, el 21 de julio de 1991 por el periódico EL ESPECTADOR. Ese estudio concluyó que Bogotá, para entonces,  “presenta un  nivel de vida regular y se ubica en el puesto 37 dentro de las 100 ciudades más grandes del mundo (...)”.
[5] Persisten en municipios de Boyacá (por descuido y negligencia) varios diferendos limítrofes con municipios de Cundinamarca, Norte de Santander, Santander y Casanare, con serias repercusiones en el orden público y en las responsabilidades de la atención estatal correspondiente. La distribución de regalías por la exploración y explotación de pozos petrolíferos está generando serios conflictos territoriales por la indeterminación oficial de los límites de varios municipios; y, además, la incertidumbre con respecto a la real disponibilidad de los recursos provenientes de ellas, ponen en riesgo de desfinanciación proyectos que hacen parte de la solución a necesidades básicas insatisfechas y/o que están incluidos en los respectivos planes de desarrollo municipales. 
[6] A Boyacá como al país  corresponde el Modo de Producción Capitalista (Estado de propietarios (propiedad privada), economía de mercado, libertad de precios, rentabilidad del dinero, etc.)
[7] En Boyacá predomina el microfundio con indefinición en la propiedad legal de la tierra; lo cual, origina grandes dificultades en el uso de ese importante factor de la producción con serias restricciones o impedimentos en el acceso a los créditos, subsidios, dotación de infraestructura económica y demás beneficios que podrían favorecer la producción, la generación de empleo rural, la productividad, la competitividad y, en general, el mejoramiento de la calidad de vida de la población. 
[8] Ver PROYECTOS DE DESARROLLO URBANO, Banco Interamericano de Desarrollo BID, 1981  
[9] ANDER_ EGG, Ezequiel, “introducción a la planificación, editorial Colatina, 1981, pags. 14 y 15
[10]Los departamentos tienen autonomía para la administración de los asuntos seccionales y la planificación y promoción del desarrollo económico y social dentro de su territorio en los términos establecido por la Constitución”.
Los departamentos ejercen funciones administrativas de coordinación, de complementariedad de la acción municipal, de intermediación entre la Nación y los Municipios y de prestación de los servicios que determine n la Constitución y las leyes” (ver art. 298 de la CPC
[11]Son entidades territoriales los departamentos, los distritos, los municipios y los territorios indígenas” (ver art.286 de la CPC)
[12] Los departamentos son, en la práctica,  la sumatoria de los municipios de su jurisdicción territorial con las gentes que habitan en ellos y con sus patrimonios, problemas y expectativas, y la Nación es la sumatoria mayor de los departamentos.
[13] Para simple ilustración deben repasarse las cifras de la actual Deuda Externa, de las obligaciones del servicio de esa Deuda, de la financiación del Metro de Medellín, de los enormes y gravosos compromisos tarifarios de Termopaipa IV, de las cuestionadas compensaciones por bajos recaudos en las concesiones viales y de otras concesiones, las indemnizaciones por incumplimientos contractuales o por contratos mal elaborados afectando,  en suma, los ingresos de los colombianos y que obligan a más y más cargas fiscales (impuestos); y deben, también, repasarse las cifras de tantos e innumerables proyectos adoptados con criterios centralistas y que han comprometido los niveles de ingreso de la población por muy largo plazo y en cuantías desproporcionadas y desconsideradas.  
[14] Ver www.campusdigital.com/verarticulo.asp?id=35&area=4 - MARTÍNEZ, CLARA, Qué es el Desarrollo Local