JUGAR O NO JUGAR, ESA ES LA CUESTIÓN.


E D I C I Ó N - N ° 1 0 0 - J U L I O - 2 0 1 4
 
Jugar o no jugar, esa es la cuestión
Javier Martínez Aldanondo
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl y javier.martinez@knoco.com Twitter: @javitomar
Si ha habido un evento que ha acaparado la atención de todo el planeta durante los meses de junio y julio, ha sido el mundial de futbol de Brasil. A lo largo del campeonato, países completos han sufrido, llorado y padecido al ser eliminados como el caso de Chile, México y sobre todo Brasil tras la humillante goleada recibida en semifinales. Pero exactamente al mismo tiempo, millones de personas rieron, cantaron y celebraron con los triunfos de sus equipos, y nadie se alegró más que Alemania. A pesar de que el futbol no es más que un juego, resulta impresionante comprobar el impacto que tiene en la vida y en el estado de ánimo de los seres humanos. Debemos ser conscientes del enorme poder del juego como herramienta. Actualmente, la industria del juego y el videojuego superan ampliamente a la del entretenimiento. Las mediciones que se han efectuado sobre la cantidad de horas que las personas invierten en jugar, muestran cifras verdaderamente gigantescas y con clara tendencia a seguir creciendo. Hay juegos, como el póker, que recientemente han pasado a convertirse en fenómenos sociales y tenemos incluso ciudades construidas exclusivamente alrededor del juego como Las Vegas. Los jugadores de futbol se encuentran entre los personajes más admirados del mundo (y mejor pagados), alcanzando muchos de ellos la categoría de héroes.
En el mercado, siempre han existido etiquetas que se colocan a aquello que se quiere presentar como novedoso. En el ámbito de la educación, las últimas etiquetas llevan nombres como MOOCs, entornos personales de aprendizaje y por supuesto gamificacion que no es otra cosa que llevar los principios del juego al diseño de actividades de aprendizaje para mejorar habilidades y desempeño. No hay nada nuevo en usar juegos, a fin de cuentas han acompañado al ser humano desde el inicio de los tiempos. Sin embargo, jugar y aprender no son sinónimos. Que algo sea entretenido no quiere decir que automáticamente exista aprendizaje pero al mismo tiempo, si no hay diversión, resulta más difícil aprender. En la mayoría de casos, los juegos están pensados para entretener pero no para aprender. Es más, en el mundo empresarial se habla de "juego serio ". Es evidente que el apellido de "serio" se ha tenido que incluir porque que para la empresa, el juego todavía tienen connotaciones negativas siendo menospreciado como una pérdida de tiempo.
¿Es el juego una metodología de aprendizaje a tener en cuenta? Para averiguarlo, hay que analizar la definición de qué es aprender. Aprender es un proceso personal que consiste en acumular experiencia reutilizable en el futuro y que depende de 3 factores esenciales: Motivación, tiempo y oportunidad de practicar. Como comprobaremos, el juego cumple todas las condiciones que caracterizan al proceso de aprendizaje, y especialmente la más importante de todas, que es a su vez la más esquiva para el resto de metodologías: la motivación.
1. Proceso personal: Al igual que no tiene sentido que nadie coma o duerma por ti, no es lógico que otro juegue por ti a no ser que el juego no te interese en lo más mínimo. No hay nada que se pueda comparar a la sensación de experimentar las cosas en primera persona. Con independencia de que el juego sea individual o colectivo, una de sus peculiaridades es que jugar te obliga a estar involucrado con los 5 sentidos a diferencia de otros métodos más orientados a determinados sentidos específicos (textos para la vista, discurso verbal para el oído, etc.). Por ello, jugar no es delegable a terceros sino que es un proceso personal e intransferible.
2. Acumular experiencia: El diccionario de la Real Academia de la Lengua asocia experiencia con "situaciones vividas". Desde ese punto de vista, jugar siempre supone vivir una experiencia, lo que significa que participas y desempeñas un rol activo. En sintonía con el primer punto, la experiencia es un proceso personal ya que cuando la experiencia la vive otra persona, deja de ser experiencia para convertirse en información. No en vano se dice que "no es posible aprender en cabeza ajena". La experiencia del juego es factible de ser compartida con otros a través de una historia, de hecho cada juego es una historia en sí misma. La práctica prolongada de un juego proporciona cada vez mayor habilidad en la ejecución del mismo. Para ser diestro en cualquier juego, no hay otro secreto que dedicar cuantas más horas mejor ya que con cada ocasión que juegas, lo que haces es añadir una nueva experiencia a tu colección histórica de experiencias pasadas. Nadie se muere por exceso de experiencia.
3. Reutilizable en el futuro: Para aprender es requisito imprescindible recordar. Si por ejemplo, a día de hoy eres incapaz de recordar cómo resolver una integral, por mucho que fueses capaz de hacerlo cuando estabas en el colegio, la conclusión es que no aprendiste. Aprender es lo contrario de olvidar. Por tanto, si el objetivo del aprendizaje consiste en acumular experiencias de forma que seas capaz de volver a utilizarlas cuando las requieras en el futuro, entonces es fundamental que dichas experiencias queden almacenadas para que las recuerdes siempre que las necesites. Uno de los muchos rasgos del juego es que su desenlace puede conducir a la victoria o a la derrota. En ambos casos, la alegría de ganar o la tristeza de perder suele generar un impacto emocional que deja una huella difícil de borrar. Muchos españoles jamás olvidarán el fallo de Cardeñosa en Argentina 78 o el gol de Iniesta en Sudáfrica igual que muchos chilenos todavía no olvidan el fallo de Caszely en España 82. Es por esa razón que la mayoría de personas olvidó casi todo lo que aprendió en la escuela y en la universidad y sin embargo es capaz de recordar con una nitidez asombrosa las experiencias que vivieron y en particular, tanto los triunfos como los fracasos en aquellos juegos que verdaderamente les importaban.
4. Motivación: ¿Por qué será que mis hijos quieren jugar siempre pero no quieren estudiar nunca? La motivación es la energía del aprendizaje y el juego cuenta con una serie de particularidades que ningún otro método tiene para lograr el sueño de todo educador: despertar el interés y abrir la puerta de par en par al proceso de aprendizaje.
- Aunque sea una perogrullada, para aprender hay que querer aprender y las personas no siempre quieren aprender lo que les queremos enseñar. ¿Por qué jugamos? Porque jugar es una actividad placentera que te predispone y te coloca en actitud favorable ya que implica emociones positivas: disfrute, diversión, gozo, entretención, todos ellos ingredientes esenciales de las cosas que nos motivan. El deleite de jugar tiene múltiples variantes: placer de jugar bien, placer de ganar al otro, placer de superarte y progresar, placer de alcanzar logros en equipo y contribuir a la felicidad de tus compañeros…
- El juego es un acto voluntario, lo contrario del carácter obligatorio de estudiar o asistir a un curso.
- Es también un acto de autonomía suprema ya que tienes libertad para decidir qué hacer y qué no hacer y por tanto de influir en las consecuencias. Cuando juegas, tienes control sobre tu destino, algo casi imposible en otras actividades de aprendizaje.
- Es un acto eminentemente creativo en el que nada está escrito y por ello puedes descubrir múltiples maneras de conseguir los objetivos lo que da sensación de poder y bienestar.
- El juego es emocionante ya que incorpora el factor del azar, incertidumbre, sorpresa e imprevisibilidad respecto de lo que va a pasar en el instante siguiente. El misterio nos atrae: no sé qué va a pasar, quiero ganar pero puede que pierda (no tendría gracia si siempre gano o siempre pierdo) lo que me genera curiosidad y me abre  a estar dispuesto a correr riesgos.
- El juego explota la veta competitiva que me permite desarrollar el anhelo de ganar a otros sin que ello obligatoriamente implique una actitud de agresividad o violencia.
- Jugar te obliga a pensar, demanda un alto nivel de concentración para no perder detalle ya que cuando juegas no puedes permanecer pasivo, al contrario de lo que ocurre en un aula.
- Jugando tienes una inmejorable oportunidad de poner a prueba tu auto exigencia, tu capacidad de superación personal, tu amor propio y orgullo, tu capacidad de no rendirte a pesar de las dificultades. Los anglosajones hablan de "hard fun" (diversión dolorosa) porque exige esfuerzo pero es placentera.
- Cuando juegas, gozas de un espacio para escapar de la realidad diaria que en algunos casos resulta estresante. Puedes adoptar otras personalidades, explorar otros mundos, encarnar otros roles. Además, cuando jugamos todavía nos mantenemos a salvo de las interferencias cotidianas que nos interrumpen continuamente (aunque no todos son capaces de apagar el teléfono mientras juegan)
- Cuando el juego es colectivo, se despliegan una serie de habilidades sociales, de interacción y colaboración mediante las que puedes contribuir al progreso de otros, permitiéndote sobresalir en el juego mientras, por ejemplo, tienes dificultades en el ámbito académico.
- El juego actualiza la situación permanentemente entregándote información continua y también ofreciendo feedback inmediato de tus acciones, tanto de lo que haces bien como de los errores. Cuando ganas, obtienes una recompensa, a veces monetaria, otras veces solo moral, como la satisfacción de ganar o de haberte superado a ti mismo.
- El juego es guiado y transcurre como una historia en la que asumes un rol. Por ejemplo, los militares denominan Juegos de Guerra a las simulaciones en las que recrean un enfrentamiento con propósitos de entrenamiento.
- Cuando estás jugando es cuando tú inconsciente, tu parte menos racional, aflora con fuerza y toma las riendas de tus acciones y es cuando te muestras como realmente eres. No importa si antes o después de jugar te disfrazas de traje y corbata y te comportas intachablemente según lo que requiere cada situación. Si cuando juegas, tratas de hacer trampas, ganar como sea y engañar al árbitro o si por el contrario, respetas las reglas y no te aprovechas de las situaciones ilícitas, entonces ése eres tú en realidad.
Es importante aclarar que cuando juegas, tu objetivo no es aprender sino jugar y por eso no todo juego equivale a aprendizaje. El juego siempre te plantea una serie de objetivos que te importa alcanzar, te presenta las reglas para lograrlos y se asegura de que sepas cuando los alcanzaste. Aprender, es únicamente el medio para conseguir tus objetivos, es algo que ocurre de forma invisible para el jugador. Cuando juegan, mis hijos no son conscientes de que aprenden ni les preocupa mucho en realidad.
5. Tiempo. Como bien sostenía Paco de Lucia, "Cualquiera puede ser el mejor guitarrista del mundo si está dispuesto a pasarse los siguientes 30 años practicando 10 horas diarias los 7 días de la semana". Es imposible aprender algo verdaderamente valioso en una actividad de una hora o en un curso de un día. No es ningún secreto que aprender exige mucho tiempo. Los aprendizajes que te acompañan toda la vida son fruto de largas horas de dedicación, de sacrificio y de esfuerzo. Hay quien incluso ha establecido en 10 mil horas el número mágico del tiempo que debes dedicar para convertirte en un experto en cualquier disciplina. Lo interesante es que  cuando juegas, por lo general pierdes la noción del tiempo y tienes la sensación de que "el tiempo vuela" que es quizás la mejor demostración de que lo pasaste bien. No es infrecuente escuchar a muchas personas reconocer que durante el juego, entran en lo que los psicólogos denominan "estado de flujo". La conclusión es que jugando te resulta más sencillo desarrollar habilidades que exigen un alto nivel de trabajo y por tanto que se extienden por un largo periodo de tiempo. Sabes que para ser competente en un juego, tendrás que dedicar mucho tiempo a practicar y fallar antes de hacerlo bien pero lo grato de jugar y la intensa sensación de euforia cuando alcanzas tus objetivos compensa toda la dedicación. Como dice el refrán "sarna con gusto no pica".
6. Práctica. Aristóteles afirmaba que lo que aprendemos, lo aprendemos haciendo. Jugar es sinónimo de hacer, de practicar. A mucha gente le gusta jugar al fútbol pero no disfruta de la misma forma viendo un partido por televisión. La motivación del juego propicia la práctica repetida hacia la maestría. Jose Luis Chilavert, uno de los porteros que más goles anotó mientras estuvo en activo, se compró una barrera de madera y ensayaba 150 tiros cada día. Escuchar es aburrido, hacer es mucho más atractivo. Hasta que no haces, no puedes decir que sabes y jugar tiene un efecto secundario: El orgullo de aprender ya que te pruebas a ti mismo que eres capaz (vences la duda de ¿podré?) lo que ayuda a mejorar tu autoestima. Cuando practicas siempre está presente el factor que más influencia tiene en el proceso de aprendizaje: el error. Si bien tratas siempre de evitar que ocurra, cuando juegas debes convivir con el error y aprender de él resulta crítico. Jugar implica en cierta forma aprender a perder. Muchas veces, el fracaso es la raíz del triunfo. Al jugar tienes que aprender a lidiar con la frustración, con el ego y a controlar tus impulsos. Jugar exige aceptar el riesgo y asumir que te vas a equivocar con mayor frecuencia de la que acertarás. De otra manera, ningún jugador de fútbol, basket o tenis se atrevería a tomar ni una sola decisión. El error es una oportunidad para mejorar siempre que seamos capaces de aprender de él para que no vuelva a suceder. La ventaja que tenemos en el caso del juego es que podemos planificarlo para que el error ocurra por diseño. Dado que quiero que te equivoques para que aprendas, entonces programo el juego para que tengas que fallar y de esa forma no tener que depender de que el error ocurra por accidente o casualidad.
Conclusiones:
El juego es una metodología natural para los humanos ya que es la primera herramienta de aprendizaje que todos experimentamos. Desde que nacemos hasta que entramos al colegio, el juego se convierte en nuestra principal y casi única estrategia de aprendizaje, a través de la que vamos adquiriendo habilidades y competencias de alta complejidad y que serán esenciales a lo largo de toda nuestra vida. Lo que regalamos a los niños en su cumpleaños o en navidades son juguetes, cualquier otra cosa les causa una profunda decepción. Lo que los hijos piden a sus padres cada minuto del día es que juegues con ellos. Todos recordamos que en el colegio, resultaba imposible aguantarse las ganas de que llegase el recreo para salir a jugar con nuestros amigos. La decisión de jugar nunca supuso un sacrificio independientemente del esfuerzo que requiriese el juego en sí. No hacía falta que nadie te obligase a jugar. Sin embargo, entrar en clase a escuchar al profesor era un tormento supremo. Jugar crea vínculos especiales y sólidos entre las personas, en mi caso, la mayor parte mis mejores amigos provienen de los distintos equipos de baloncesto en los que jugué. Y es que si cuando eres adulto sigues jugando es porque te devuelve a tu época de niño en la que tienes grabado que juego equivale a disfrute.
Cuando juegas, no lo haces por aprender sino para ganar, disfrutar, mejorar tu salud, estado físico o mental, etc. Jugar te obliga siempre a aprender las reglas del juego y las habilidades necesarias para ganar pero ninguna de ellas son el verdadero objetivo del jugador. Eso significa que en el juego convergen siempre 2 miradas, la del diseñador que debe pensar en que habilidades tiene que aprender el participante y cuál es la mejor manera para que las aprenda y la mirada del jugador que está pendiente de si el desafío que le plantea el juego le interesa lo suficiente como para querer jugar y hacer el esfuerzo. Claro que si el juego no se parece a lo que harás posteriormente en la vida real, es posible que te diviertas mucho pero no habrá transferencia y por tanto no servirá de gran cosa.
Existe unanimidad en que aprender mejor y más rápido que los demás se convierte en la principal ventaja competitiva de personas y organizaciones. No hay duda de que el juego es una metodología inigualable para lograr el aprendizaje. Por eso es más importante que los niños jueguen en lugar de que estudien sobre todo cosas que no les interesan. ¿A qué estamos esperando para innovar e incorporar el juego en los colegios y las empresas como una de las metodologías de aprendizaje  fundamentales?
Precisamente, organizado por EMB Seminarios, el 21 de agosto realizaremos como primera actividad del CIO UPDATE un taller de innovación para Gerentes de Informática en el que jugaremos con Lego.

 
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PUNTOS DE VISTA: ¿CÓMO LOGRAR CALIDAD EN LA EDUCACIÓN?


DANIEL QUINTERO TRUJILLO *
ALICIA GONZÁLEZ DE QUINTERO
EDUCADORES Y ESCRITORES DE TEMAS PSICOSOCIALES

Cuando se reflexiona  sobre los fines de la Educación en Colombia (artículo 5 ley 115 de 1994) se llega a la conclusión  que nada tenemos que envidiarles a cualquier sistema Educativo de países Europeos o Americanos, por cuanto en ellos, se contemplan las variables fundamentales para el desarrollo de la personalidad, la adquisición de conocimientos básicos de la ciencia, humanidades y tecnología, como el estímulo para el desarrollo de un pensamiento divergente, tan necesario en la resolución de problemas, como para la formación de un ciudadano con sentido de identidad regional y Nacional.
Estos fines de la educación son los derroteros que conducen a una Educación de calidad, pero que exige una operatividad a través de instituciones  educativas comprometidas  con el proceso de desarrollo del Estudiante y de la participación activa de los miembros de la comunidad educativa, en la dinámica de cambio social. Instituciones que deben estar lideradas por Rectores y Docentes con suficiencia psicopedagogía y comprometidos con los procesos de formación, además de una Política de Estado que garantice a “Los Docentes” mejores condiciones laborales y estímulos para el ejercicio profesional.
El diálogo  sostenido con algunos docentes de las Escuelas Normales Superiores, fue sorprendente ya que uno concluye de la información suministrada sobre el ingreso de estudiantes, una escasa vocación hacia el Magisterio, hasta el punto de pronosticarse una ausencia de futuros aspirantes, todo por causa de los bajos salarios y dificultad para acceder al ejercicio profesional.
Los padres de familia deben, también integrarse en el proceso educativo, ya que hasta el momento presente, han convertido las Instituciones en Guarderías, desconociendo la importancia que tiene en la formación de valores y en el desarrollo cognitivo, social y  Psico-afectivo  de sus hijos.
Extrañamos los mecanismos de participación comunitaria, para la reflexión sobre una educación de calidad. La ley 115, contempla el desarrollo de los Foros Educativos Municipales, Departamentales y Nacionales, para detectar las debilidades, fortalezas y la construcción de planes de mejoramiento. Sería interesante revivirlos para que la comunidad con sentido de Pertenencia, formulen las alternativas de la Educación que desean para sus hijos.
Si no tenemos arraigo por nuestro municipio, perdemos todo interés por los  problemas que a diario nos afecta y terminamos en una total indiferencia que obstaculiza el desarrollo socio educativo.
En la medida que las Instituciones Educativas, los Docentes  los estudiantes y padres de familia, asuman con responsabilidad la tarea de contribuir con los cambios del entorno y de nuestra forma de pensar, podríamos afirmar que hemos logrado una educación de calidad, lo contrario es seguir educando sin ningún proyecto de largo alcance.
Debemos seguir trabajando, para lograr la calidad educativa en nuestros municipios como un propósito inicial y así proyectar la búsqueda de la calidad a nivel nacional.
La calidad educativa entendida como aquella que forma mejores ciudadanos con valores éticos y comprometidos con los cambios sociales y que genere oportunidades de prosperidad para ellos y el país, no es un enunciado etéreo, debe operativizarse a través de las siguientes estrategias de acción:
1.   Una política de Estado que apropie suficientes recursos económicos, para garantizar el funcionamiento de las instituciones educativas y la asignación de salarios dignos para una profesión, estableciendo además, estímulos al ejercicio de la profesión docente
2.   Revisión del Sistema Nacional de Formación de docentes, fortaleciendo las Escuelas Normales Superiores, Facultades de Educación  e Institutos de Pedagogía, como únicas instituciones certificadas para la formación presencial del Docente en Colombia, acabando con los programas de estudios a distancia que han dejado pobreza en la formación profesional del Docente.
3.   Implementar la Evaluación de calidad de los docentes, para que en su ejercicio profesional solo permanezcan los que tengan suficiencia pedagógica, científica y ética.
4.   Establecer como estímulo a los mejores docentes, el año sabático para que se dedique a la investigación y publicación de sus experiencias, para que los textos escolares sean elaborados por los mismos docentes y evitar la dependencia de consumir textos de editoriales trasnacionales.
5.   Las empresas y el sector económico tienen el compromiso de sumarse a las políticas de mejoramiento de la calidad educativa desde su responsabilidad social empresarial creando fuentes de trabajo para los profesionales, jardines infantiles para los hijos de trabajadores de sus empresas, apadrinando instituciones educativas en el sector donde operan y dotando a esas instituciones de bibliotecas actualizadas y laboratorios para las áreas técnicas.
6.   Exigir a los padres de Familia mayor compromiso con las instituciones educativas, para que ellos, como  responsables en la formación de sus hijos, aporten sugerencias que permitan mejorar la calidad educativa, de esta manera crear una unión permanente entre la escuela y la familia como dos instituciones necesarias en la formación del estudiante.
7.   Hacer que las Instituciones  Educativas  tengan más pertenencia y pertinencia con los  municipios y zonas rurales, impulsando programas que beneficien el desarrollo socio educativo y cultural del entorno, como también, participando  y ejecutando programas de investigación e innovación pedagógica.
8.   Implementar la jornada única, completa para que los estudiantes tengan en las instituciones educativas programas recreativos, culturales que aporten calidad de vida y salud mental al estudiante.
9.   Anualmente desarrollar un Foro educativo municipal, para que toda la Comunidad educativa, se una en torno a buscar la calidad educativa institucional, sus conclusiones serán obligatoria operatividad por parte de las autoridades municipales, departamentales y nacionales, incorporando en los planes de desarrollo de inversión y políticas de gobierno, las necesidades educativas surgidas de estos foros.
10.               Fortalecer los procesos de evaluación institucional para controlar la calidad Educativa y formular planes de mejoramiento institucional.
Un sistema educativo conformado por  las anteriores políticas y con comunidades educativas de calidad, serán una garantía para impulsar los cambios  que la sociedad  requiere, en la formación del ciudadano integral, por lo contrario, estaremos lamentándonos del atraso educativo y cultural que empobrece al individuo y al país.
Los medios masivos de comunicación son finalmente importantes como estrategias de mejoramiento en la calidad educativa participando activamente  en la formación del ciudadano, para apoyar programas para la enseñanza de la lectoescritura y dando espacio en las emisoras y periódicos para que los miembros de la comunidad educativa escriban y difundan los logros alcanzados en la educación.

*Exdecano de la Facultad de Educación de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (Tunja)
Danielquintero47@gmail.com
Finca la Cuadra.

Firavitoba, julio 25 del 2014

CAUSAS DE LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA EN BOYACÁ Y EN COLOMBIA

 Hugo Arias Castellanos*


Introducción
La Inseguridad Alimentaria es un problema muy complejo y de difícil delimitación tanto formal como espacialmente. Tratar de encontrar sus causas determinantes, y lograr consenso al respecto, es una tarea de rigor científico alto, dispendioso y cuidadoso. Este documento se presenta para someterlo a revisión, análisis, debate, agrupamiento de variables, reordenamiento y ajustes pertinentes. Este producto académico es resultado de un ejercicio preliminar, y limitado a identificar buen número de las posibles causas generadoras de la Inseguridad Alimentaria en Colombia; advirtiendo sí, que muchas de ellas y casi todas tienen estrecha correlación, interactúan entre sí y aportan en la ocurrencia estructural de tan importante problema. Cada una de esas variables causales del problema merece estudio y análisis específicos por la importancia social y económica que encierran. Este ejercicio se pudo efectuar utilizando, como base principal de estudio y referencia, las lecturas del Curso SENA Virtual: “Políticas de Seguridad Alimentaría y Nutricional en Colombia”. Es de resaltar la fuerte relación  entre las variables hambre, pobreza  e Inseguridad Alimentaria que prevalece en los textos de referencia. “La inseguridad alimentaria y el hambre son fenómenos que en América Latina y el Caribe están estrechamente vinculados a la pobreza extrema, pero no se confunden con ella”. (Ver “El hambre en América Latina y el Caribe…”)

Definiciones
Inseguridad Alimentaria. preocupación continua por la obtención de alimentos suficientes que no está necesariamente asociada con una reducción drástica de la ingestión alimentaria. En los países en desarrollo, la reducción de la ingestión alimentaria como consecuencia de la inseguridad alimentaria en la población pobre implica normalmente que esta padece hambre. El hambre también se ha delimitado en función de su gravedad, esto es, por el grado en que las personas se ven obligadas a reducir su ingestión diaria de alimentos”. ( Ver Glosario del Curso Políticas de Seguridad Alimentaria y Nutricional - SENA).

Seguridad Alimentaria. “Se concibe como un sistema de interrelacionado de producción, comercialización y consumo de alimentos, que debe garantizar a todas las personas el acceso físico y económico a los alimentos básicos necesarios para una vida activa y saludable, y es concepto clave para explicar los niveles de subnutrición y desnutrición que afectan a la población en un momento dado” (ver OBJETIVOS DE DESARROLLO DEL MILENIO: UNA MIRADA DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE).

Algunas causas generales de la Inseguridad Alimentaria en Boyacá y en Colombia pueden ser las  siguientes:

-  Equivocada percepción de políticos, dirigentes, varios gobernantes y las mismas comunidades vulnerables sobre la importancia o prioridad  de la Seguridad Alimentaria;
-  Equivocadas o débiles políticas de desarrollo económico y social y poca voluntad política para establecer la Seguridad Alimentaria de toda la población como prioridad nacional;
-  Malversación y desviación de recursos (impuestos) presupuestales oficiales nacionales, regionales y municipales que implican negación de empleo de mano de obra de la población vulnerable.  
-  Inversiones nuevas con poca generación de empleo estable, o retiro de inversionistas provocando el desempleo de población vulnerable;
-  Insuficiencia o debilidad de políticas y/o programas que apunten a lograr, de manera sostenida, la Seguridad Alimentaria;
-  Poca capacidad del país para enfrentar, con recursos propios  o mediante asistencia externa, las situaciones más críticas de hambre derivadas de emergencias ( inundaciones, sequías, terremotos, desplazamientos forzados, etc.); 
-  La principal causa de la desnutrición infantil es el hambre. En términos de agregación se puede constatar una correlación relativamente alta entre Indigencia y desnutrición:
-  Inequitativa distribución del Ingreso Nacional;
-  Pobreza extrema o indigencia;
-  Elevada desigualdad económico social. La desigualdad  cada vez mayor refuerza el impacto negativo de las tasas de crecimiento bajas o decrecientes sobre el coeficiente de pobreza;
-  Las crisis económicas, la austeridad fiscal y la inflación se traducen en un incremento de la pobreza con incidencia negativa en la Seguridad Alimentaría;
-  Bajo nivel de ingresos familiares – precario poder adquisitivo-; bajo ingreso per cápita y muy precarias condiciones socioeconómicas - poco o nulo poder de negociación de los pobres.
-  Elevada desigualdad en la distribución del Ingreso Nacional (Valor del PIB: la riqueza del país). “El problema del hambre es más una  consecuencia de la elevada desigualdad en materia de distribución del ingreso que de una oferta alimentaria suficiente” ;
-  Escasa o nula instrucción de los jefes de hogares; la proporción de jefes de hogar desocupados es más alta entre los pobres que entre quienes no lo son;
  Déficit educacional, bajo nivel de cultura general y de cultura alimentaria;
-  Desconocimiento o descuido en la aplicación de normas mínimas de higiene en la manipulación de alimentos y de normas sanitarias de la vivienda y el acceso al agua potable y a un sistema de eliminación adecuado de aguas servidas y excretas;   
-  Altos precios relativos de los alimentos implicados por altos costos de producción, inadecuada conectividad vial y de comunicaciones, carencia de mano de obra agrícola, 
-  Inequitativa o inadecuada distribución de la producción y el consumo de alimentos adecuados (suficientes, nutritivos, inocuos, etc.);
-  Hábitos alimenticios inadecuados que prevalecen en la sociedad;
-  Insuficiente o inadecuada información sobre principios de nutrición;
-  Ingesta de alimentos impropios para el consumo;
-  Desigualdades en materia de acceso a los alimentos  adecuados. La causa fundamental  -aunque no única- del hambre y de la Inseguridad Alimentaría es la falta de acceso a los alimentos resultado de los bajos ingresos de las familias afectadas, determinados principalmente a su vez por la desigual distribución” (ver programa “Hambre Cero”: Nuevo eje de la política social en Brasil - 2008);
-  Indisponibilidad aguda y permanente de alimentos para satisfacer las necesidades energéticas mínimas de toda la población;
-  Carencia de alimentos y nutrientes en cantidad y calidad suficientes;
-  La falta de acceso al agua potable y medios sanitarios que se traduce en enfermedades infecciosas y diarreicas;
-  Falta de apoyo a la agricultura familiar;
-  Falta de incentivos a la producción para autoconsumo;
-  Métodos inadecuados y de baja productividad  en la producción rural de alimentos para la Seguridad Alimentaria para toda la población;
-  Carencia o indisponibilidad de técnicas y procedimientos de conservación de alimentos básicos en zonas de producción para autoconsumo;
-  Inoportuna e ineficiente distribución de alimentos;
-  Inadecuada localización geográfica de la producción de alimentos;
-  Técnicas obsoletas y de baja productividad en producción de alimentos en varias zonas del país;
-  Inadecuada estructura de la tenencia de la tierra rural;
-  Inadecuada explotación y utilización de las riquezas naturales;
-  Insuficiencia o ineficiencia de asistencia para la Seguridad Alimentaria;
-  Ineficiente asesoría técnica y débil ayuda financiera para asegurar el proceso productivo de alimentos básicos (explotación, transformación, comercialización, distribución y consumo) en varias regiones del país;
-  Bajo nivel de asociatividad de los factores de producción con vocación de producción de alimentos: Tierra (recursos naturales), Fuerza de trabajo (habilidades), capital (ahorros familiares, subsidios para la producción, y créditos), conocimientos, capacidad empresarial; tecnología, etc.;
-  Falta de oportunidades sistemáticas en capacitación comunitaria, créditos blandos o condonables, mercadeo de la producción alimentaria;
-  La poca, inadecuada o nula participación de las comunidades en la solución sostenida al problema de  la Inseguridad Alimentaria.

Sugerencias

Muy conveniente ha de ser que las instituciones competentes profundicen en esta problemática y que encuentren prontas y viables soluciones con  la participación determinante de las comunidades. 
La debida organización y puesta en funcionamiento de granjas comunitarias en todos los municipios permitiría el uso óptimo de los factores de la producción, generaría muchos empleos productivos en cada localidad, retendría población rural en ocupación económica, se lograría la SEGURIDAD ALIMENTARIA y se propiciaría el mejoramiento de la calidad de vida en el sector rural. Para eso, las autoridades liderarían los procesos pertinentes, gestionarían la consecución de recursos financieros para la capacitación adecuada y continua de la población económicamente activa y para mejorar la infraestructura económica y la calidad en la prestación de los servicios básicos como transporte, riego, educación, salud, energía eléctrica, acueducto, saneamiento básico, y demás. 

Director de CGB - GRAN BOYACÁ (Centro de Pensamiento GRAN BOYACÁ).
Correo electrónico: director@granboyaca.org y granboyaca@gmail.com 

CONCURSO DE PROYECTOS RELACIONADOS CON CAMBIO CLIMÁTICO

El BID y la Universidad EARTH lanzan convocatoria para jóvenes innovadores con ideas de proyectos de cambio climático

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Universidad EARTH de Costa Ricainvitan a jóvenes innovadores a participar en una convocatoria en la que se seleccionarán 30 proyectos para combatir el cambio climático en América Latina y el Caribe que recibirán un capital semilla de hasta US$15.000 por proyecto. 
Los postulantes deben tener entre 18 y 30 años a la fecha de su inscripción y deben presentar un proyecto con un enfoque innovador, el cual puede partir de una idea nueva o estar ya en funcionamiento.
Los proyectos pueden pertenecer a una de las siguientes categorías:
  • Educación y Concientización
  • Eficiencia Energética
  • Energías Renovables
  • Transporte Sostenible
  • Empresa sostenible
  • Agricultura Resiliente
  • Recursos hídricos
Los jóvenes interesados pueden presentar sus propuestas entre hoy y el 14 de agosto de 2014 a las 11:59 pm (EST) en el sitio web www.iadb.org/greenovators.
La selección de los proyectos ganadores será realizada por un grupo de expertos y los ganadores serán notificados por correo electrónico a mediados de septiembre.
Los ganadores serán además invitados a participar en un encuentro de jóvenes en la Universidad EARTH en Costa Rica en noviembre de este año.
El concurso —con la colaboración de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y el Gobierno de la República de Costa Rica a través del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) — está dirigido a emprendedores que han descubierto una oportunidad de negocio o que identificaron una necesidad dentro de su comunidad y encontraron una solución escalable y cuya oferta se diferencia de la competencia por agregar elementos innovadores para la región.
Fuente: Boletín de comunicaciones del BID

UNO PARA TODOS Y TODOS PARA UNO: Gestión del conocimiento entre profesores


JAVIER MARTÍNEZ ALDANONDO 
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
gestiondelconocimento@catenaria.cl 
jmartinez@catenaria.cl

(Artículo publicado en el blog de ayuda al estudiante del diario El País)
Poca gente sabe que la frase popularizada por los 3 mosqueteros en la
inmortal obra de Alejandro Dumas es también el lema no oficial de un
país como Suiza. Lo preocupante es que esa consigna, que representa el
máximo paradigma del compromiso colectivo, se cumple muy
esporádicamente en una civilización como la nuestra que goza de tantos
recursos y conocimiento que compartir.

Diariamente somos testigos pero también protagonistas de
comportamientos que persiguen a toda costa el interés personal. Los
abundantes episodios de corrupción que inundan los medios de
comunicación no son más que la punta del iceberg de esa fiebre de
egoísmo. No debiese sorprendernos, solamente estamos cosechando lo que
sembramos. Hace tiempo que apostamos decididamente por un modelo de
sociedad basado en la competencia despiadada y en derrotar al rival a
toda costa, en lugar de buscar el interés común y la colaboración. Lo
sorprendente es que existen multitud de evidencias que confirman la
naturaleza colaborativa del ser humano. El hombre nace altruista y con
inclinación a cooperar y ayudar al prójimo, lo que demuestra que,
desprovistos del barniz cultural, estamos intuitivamente dispuestos a
colaborar con nuestros semejantes sin necesidad de que existan
gratificaciones o castigos. ¿Dónde comienza entonces esta epidemia
individualista?

Como padre, una de tus obsesiones es fomentar la colaboración entre
tus hijos y desterrar el egocentrismo. Pero si analizamos el sistema
educativo, comprobamos que los niños compiten encarnizadamente entre
sí desde muy pequeños. La competencia no solo tiene lugar dentro del
aula sino que se ha extendido incluso al proceso de incorporación en
el que numerosos centros educativos exigen exámenes de admisión a
criaturas de 5 años. El mensaje que les enviamos es inequívoco: tus
compañeros son rivales que buscan alcanzar el mismo premio que tú,
arréglatelas por ti mismo, nadie te va a ayudar, tu vida depende de tu
esfuerzo personal. En este contexto, me llaman la atención las enormes
dificultades que encuentra para trabajar de forma colaborativa un
gremio especialmente estratégico como el de los profesores quienes
"teóricamente" son expertos en aprendizaje y actores importantes en el
proceso de formación de los ciudadanos del futuro. Los profesores no
viven ni trabajan aislados de la sociedad a la que pertenecen, de la
que son uno de los colectivos mejor valorados por los ciudadanos

No cabe duda de que los profesores operan en el "negocio" del
conocimiento. La principal misión que, equivocadamente, les hemos
asignado, consiste en transferir su conocimiento técnico (asignaturas)
a sus alumnos, lo que les obliga a cumplir algunos supuestos
elementales:

Para tener conocimiento que transferir, previamente hace falta haberlo
adquirido, es decir haber aprendido. Si partimos de la base de que el
principal activo que tiene un profesor es su conocimiento, entonces no
puedes ser profesor y enseñar a otros si no eres un experto en
aprendizaje. Y si los profesores fuesen expertos en aprendizaje, no
enseñarían como enseñan…
Dado que el mundo cambia vertiginosamente, un profesor necesita estar
en proceso de aprendizaje continuo, al igual que cualquier otro
profesional. El objetivo de un profesor no debiese ser únicamente que
sus alumnos aprendan sino sobre todo que se apasionen con aprender.
Para ello, el profesor tiene que predicar con el ejemplo y
actualizarse e incrementar su stock de conocimiento de forma
permanente con especial énfasis en sus habilidades para ayudar a que
sus alumnos aprendan. Cuanto más conocimiento tiene un profesor, más
valioso se vuelve para sí mismo, sus alumnos, sus pares y por ende,
para la sociedad en su conjunto.

¿Cómo aprenden los profesores? Una vez que un profesor ingresa a
trabajar en un centro educativo, dispone de diferentes maneras de
abordar ese proceso:

Existe siempre la posibilidad de que cada profesor acometa el proceso
de aprendizaje por su cuenta y riesgo, de forma individual e
independiente. Esta opción, que forma parte de la manera en que las
personas nos desarrollamos, se demuestra una estrategia muy limitada
cuando se convierte en la única alternativa. Aprender en solitario,
por ensayo y error, es lento y sobre todo muy ineficiente pero además,
se evidencia absurdo en un entorno tan rico en posibilidades.
Otra opción es que cada profesor aprenda CON y DE sus pares que, a fin
de cuentas, viven la misma realidad que él y en muchos casos, cuentan
con mayor experiencia y conocimiento que le podría ser muy útil. A
esto se le llama colaboración. La oferta de actividades de aprendizaje
(más allá de cursos y talleres formales) es casi infinita sobre todo
si tenemos en cuenta las inmensas posibilidades que provee la
tecnología. Por ello, resultan contradictorios los enormes esfuerzos
que hacemos por lograr que los niños trabajen en equipo, desarrollen
habilidades de comunicación, resolución de conflictos y aprendan
colaborativamente mientras sus profesores no predican con el ejemplo.

¿Qué significa gestionar el conocimiento? Uno de los pilares que
sostiene la gestión del conocimiento es el acto de colaborar (que no
es sinónimo de compartir). Todas las personas contamos con
conocimiento que nos permite desempeñarnos en nuestros puestos de
trabajo. Dicho conocimiento aumenta enormemente su valor en el momento
en que se pone en circulación, fluye y puede ser aprovechado por
aquellos que lo necesitan. Al mismo tiempo, este mismo conocimiento se
desperdicia y caduca rápidamente si cada persona se lo guarda para sí
misma y lo gestiona de forma individual. Por tanto, gestionar el
conocimiento implica sacar partido de todo lo que sabemos (que es
mucho) y ofrecerlo como un activo que aportamos para el bien común y
que está disponible para todo aquel que lo requiera. Gestionar el
conocimiento obliga a declarar: "me comprometo a poner a disposición
de los demás mi conocimiento, lo que yo sé, sin obtener más
contraprestación que la confianza en que cuando yo necesite
conocimiento, otros pondrán el suyo a mi disposición". La gestión del
conocimiento trata el conocimiento como un activo de propiedad
colectiva y no individual.

¿Por qué tiene sentido gestionar el conocimiento y aprender de forma
colaborativa? En un planeta cuya complejidad no cesa de crecer, nadie
trabaja solo, nadie puede resolver problemas sofisticados por sí mismo
y sobre todo, nadie lo sabe todo ni sabe más que todo el mundo. Cuando
eres capaz de dominar la realidad gracias a que tu conocimiento te
resulta suficiente, aprender no es una prioridad para ti. Pero en el
momento que esa realidad cambia y tu conocimiento se demuestra
insuficiente, entonces comienzas a lidiar con problemas (aquello que
no sabes cómo se resuelve) y aprender se convierte en una urgencia, a
veces cuestión de vida o muerte. En esos casos, existen muchas
posibilidades de que lo que necesitas aprender ya lo sepa otra persona
y por tanto, en lugar de recorrer todo el camino desde cero, te puedas
beneficiar de ello, ahorrar tiempo e innumerables sinsabores y errores
inútiles. El mantra de la colaboración se basa en ayudar (estoy
disponible para entregar el conocimiento que tengo a quienes lo
necesiten) y pedir ayuda (reconozco que no sé y espero recibir el
conocimiento que no tengo cuando me haga falta). El conocimiento como
intangible es un activo muy especial porque al contrario que los
activos tangibles, no se pierde cuando se comparte. Si cada uno
tenemos una manzana y tú me das la tuya, entonces yo tengo 2 manzanas
y tú te quedas sin ninguna. Pero si cada uno tenemos un conocimiento y
lo compartimos, entonces ambos nos quedamos con 2 conocimientos cada
uno. Cuando comparto lo que sé, siempre gano ya que no pierdo lo que
tengo y siempre tengo la oportunidad de incrementarlo. Conviene no
olvidar que todos hemos llegado hasta donde estamos gracias a que
otros nos ayudaron compartiendo su conocimiento, empezando por tus
padres.

¿Qué conocimiento merece la pena compartir? Para responder esta
pregunta, primero habría que decidir qué conocimiento es el más
importante que tiene un profesor y que resulte de utilidad para sus
pares y sus estudiantes. Contrariamente a lo que opina la mayoría, el
conocimiento crítico no es el de sus asignaturas sino aquel
conocimiento que permite a los profesores resolver los principales
desafíos con los que tienen que lidiar para cumplir con sus objetivos,
ya sean estos de manejo de sus alumnos, la relación con sus pares,
alcanzar los resultados establecidos por el centro, el Ministerio de
Educación, etc. El conocimiento técnico ni siquiera es muy relevante
para los alumnos que, una vez adultos, sabemos que difícilmente harán
la diferencia en tu vida como si la hacen una serie habilidades
necesarias para aspirar a llevar una existencia madura, plena y que
brillan por su ausencia en la sala de clases: aprender con facilidad,
creatividad, análisis de situaciones complejas y razonamiento,
comunicarte, trabajar con otros y resolver conflictos, tolerar el
fracaso, escuchar, inteligencia emocional, etc. G.M: Treveylan lo
expresa sabiamente "La educación ha producido muchos individuos
capaces de leer pero muy pocos capaces de decidir qué merece la pena
leer." La paradoja es que la mayoría de lo que enseñamos no sirve y
lo que de verdad sirve, no sabemos cómo enseñarlo. ¿Están preparados
los profesores para enseñar a sus alumnos ese tipo de habilidades? ¿O
acaso lo más importante que aprendiste de tus padres fue cómo resolver
ecuaciones o la capital de algún país exótico?

Son varios los conocimientos críticos susceptibles de ser compartidos
entre los profesores

Aquello que dominas, lo que haces bien, te da buenos resultados y
puede resultar útil para otros que todavía no lo saben. Se trata de
aquellos activos de conocimiento que puedes ofrecer a los demás como
fruto de tu experiencia y que denominamos buenas practicas
Aquello que no funciona, lo que sabes que no favorece conseguir los
objetivos y que por tanto hay que evitar. Es lo que conocemos como
lecciones aprendidas y que son fruto de errores de los que hemos sido
capaces de aprender y pueden ayudar a que otros los eviten
Aquello que no sabes, es decir, las preguntas para las que no tienes
respuesta, lo que te genera dudas, lo que te causa problemas y que te
sería de gran ayuda aprender y de lo que se aprovecharían tus alumnos

Si los beneficios de compartir conocimiento son tan evidentes, ¿Por
qué cuesta tanto que los profesores gestionen su conocimiento y lo
compartan? ¿Qué condiciones deben darse para que la gestión del
conocimiento pueda ocurrir entre profesores?

Tienen que querer: Me cuesta trabajo imaginar a una persona que escoja
una carrera vocacional como la de profesor y no sienta pasión por su
profesión. Alguien apasionado está siempre sumamente motivado a
compartir y aprender cosas nuevas. Ocasionalmente es posible encontrar
individuos que optan por guardarse el conocimiento para sí mismos en
un intento por mantener su cuota de poder pero por suerte, esta
situación no está generalizada. También podría pensarse que a medida
que un profesor va cumpliendo años, corre el riesgo de desencantarse
con su trabajo lo que disminuye su interés y su ánimo por aprender y
colaborar. Sin embargo, cuanto más se acerca un profesor a la edad de
jubilación, es cuando más conocimiento tiene y por tanto, cuando más
valioso resulta. El peor enemigo para el aprendizaje es no querer
aprender, considerar que ya lo sabes todo o que el resto de tus
colegas no tienen nada que enseñarte. Es cierto que resulta difícil
hacer que alguien comparta si no quiere hacerlo pero al igual que
pasa, por ejemplo, en un equipo de futbol, si un jugador no quiere
pasar el balón a sus compañeros, en poco tiempo será excluido del
grupo y no podrá seguir jugando. Compartir el conocimiento se tiene
que convertir en un requisito de entrada a la profesión docente y
desde luego una condición de permanencia. Si no estás dispuesto a
compartir con tus colegas, no tienes sitio en esta organización sin
importar lo que mucho que sepas. El cambio cultural consiste en pasar
del "yo" al "nosotros" de manera que el todo termine por ser más que
la suma de las partes y no menos. Necesitamos creer que trabajar
compartiendo con otros, preguntando, ayudando, co-diseñando es mejor y
más productivo que hacerlo por nuestra cuenta. Claro que una cosa es
tener que trabajar colaborativamente porque la organización te lo
exige y otra muy distinta es creer que trabajar con otros es más
provechoso que hacerlo solo, aporta más valor, mejora la calidad del
trabajo y genera aprendizajes que aportan, Sin entrar en el ámbito de
las situaciones que ocurren en todo colectivo humano (malas relaciones
entre compañeros, celos, competencia, etc), en general, los profesores
quieren aprender y están dispuestos a colaborar con sus pares y
transferir conocimiento entre sí. Hoy por ti, mañana por mí.
Tienen que poder: Aunque los profesores quieran compartir, las
condiciones laborales en las que se desempeñan no solo no incentivan
ni favorecen el intercambio de conocimiento sino que muchas veces lo
obstaculizan no dejando espacio alguno para que pueda ocurrir. No
existen roles, responsables ni procesos para la colaboración. Si
queremos fomentar una actitud colaborativa entre los docentes, hace
falta generar instancias para que dicha interacción sea posible. Eso
implica habilitar espacios físicos adecuados, asignar tiempos
específicos y entregar recursos que faciliten la interacción entre
pares y la sistematización de lo aprendido. Felizmente, las TICs
favorecen que un profesor pueda acceder de forma casi instantánea al
conocimiento y a la información que necesite sin apenas restricciones
de tiempo o lugar geográfico. Las TICs facilitan también que el
conocimiento generado en cualquier actividad de aprendizaje pueda ser
registrado, almacenado y reutilizado por terceros de manera muy
sencilla. Necesitamos instaurar medidas para que todo aquel que
contribuya a aumentar el conocimiento de los demás sea reconocido y
todo aquel que no esté dispuesto a compartir tenga claro que está
trabajando en el sitio equivocado. La unidad de gestión y medición
tiene que ser el equipo en lugar del individuo. Ahora bien, el
elemento crítico consiste en que estas instancias colaborativas
(espacio físico, tiempo y recursos) formen parte de la forma en que se
trabaja y no, como hasta ahora, de algo que ocurre por caridad, si
tenemos tiempo, si me caes bien, si nos queda presupuesto,… El desafío
no menor es lograr que esas instancias ocurran de forma sistemática,
planificada y estructurada y no como una actividad esporádica. Por
suerte, tenemos un imponente arsenal de herramientas tecnológicas que
nos facilitan la tarea.
Tienen que saber: En la mayor parte de los casos, las personas no
comparten su conocimiento porque no saben cómo hacerlo y la razón es
muy fácil: Nunca les enseñamos. Si toda tu trayectoria por el sistema
educativo está organizada como una competición donde tu único objetivo
es sacar la mejor nota posible y donde colaborar con el aprendizaje de
los demás y compartir lo que sabes no tiene espacio alguno, es lógico
que tu vida laboral la ejecutes como una prolongación de esa misma
competición donde solo se puede ganar si otros pierden y donde todos
los esfuerzos los colocas en tu propio provecho individual. La
solución pasa por formar a los profesores en una serie de metodologías
y técnicas colaborativas y de trabajo y aprendizaje en equipo para que
cada vez que un profesor va a enfrentar una tarea compleja:
Antes de comenzar a trabajar, indague qué conocimiento hay disponible
sobre ese tema y quien lo puede tener (acostumbrarse a buscar
colaboración)
Mientras ejecuta la tarea, necesitamos que reflexione sobre lo que
aprende y cómo lo aprende y se dé el tiempo para sistematizarlo con la
vista puesta en su reutilización posterior
Cuando finaliza la tarea, es obligatorio que entregue como resultado
de la misma el conocimiento y los aprendizajes generados durante el
proceso para que terceros puedan sacar provecho

Por tanto, el foco se concentra en enseñar a los profesores a
colaborar y compartir, a reflexionar sobre su experiencia (de forma
individual y grupal), a sistematizar lo aprendido y almacenarlo para
su reutilización posterior, a ejecutar actividades de puesta en común,
a mejorar su habilidad para escuchar (están entrenados para hablar) y
para preguntar (están entrenados para responder), a comunicar su
experiencia (mediante historias y casos), a no tener miedo de
reconocer ignorancia y a transparentar los errores.

Conclusiones:
Resulta curioso que a los expertos en aprendizaje les cueste tanto
trabajo aprender unos de otros. No podemos hacer competir a los
profesores igual que hacemos con sus alumnos y con tantos otros
profesionales. El cáncer de la educación es obligar a los niños a
competir para lograr su propio éxito personal, en lugar de buscar el
bien común. La competencia interna corrompe el espíritu de la gestión
del conocimiento ya que se trata de un acto colectivo más que
individual que basa toda su potencia en un concepto simple:
generosidad, es decir, estoy dispuesto a compartir lo más importante
que tengo que es mi conocimiento. En realidad, consiste en sumar el
conocimiento de otros a tu stock de conocimiento personal. Pasamos de
"el conocimiento es poder" a "el conocimiento compartido es poder". El
conocimiento se malgasta y se termina marchitando cuando se guarda
para uno mismo y por el contrario, se enriquece y cobra vida nueva
cuando se comparte. Implementar la gestión del conocimiento entre
profesores y lograr que compartir sea un acto reflejo y transparente
es ante todo un cambio cultural, responsabilidad ineludible de los
líderes educativos.

Un profesor solo puede hacer bien su trabajo si está equipado con todo
el conocimiento posible y para lograrlo, dedicar tiempo a aprender es
sagrado. El taller anual de profesores o la participación en un curso
puntual no es suficiente. El proceso tiene que ser continuo, las
actividades de aprendizaje tienen que formar parte del día a día por
diseño. Por pura coherencia, los profesores no solo deben exigir a sus
alumnos aprender diariamente y formarlos en la actitud de aprender y
educarse toda la vida, sino que ellos mismos tienen que aprender y
compartir con sus colegas. A fin de cuentas, el arte de convertirse en
un buen profesor se aprende todos los días y nunca se termina de
dominar.