Si no somos tontos ¿por qué no aprendemos?



 
E D I C I Ó N - N ° 1 3 1 - F E B R E R O - 2 0 1 7
   
 
 
Si no somos tontos ¿por qué no aprendemos?
Javier Martínez Aldanondo
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl y javier.martinez@knoco.com Twitter: @javitomar
 

 

"No hay nada mejor que la adversidad. Cada derrota, cada angustia, cada pérdida, contiene su propia semilla, su propia lección sobre cómo mejorar tu rendimiento la próxima vez" (MalcomX).
El diccionario de la Real Academia de la Lengua, define tonto como "falto o escaso de entendimiento o de razón". No conozco a nadie que se crea tonto ni que le guste que los demás lo consideren así. Pero basta revisar nuestras actuaciones como especie, para comprobar que mostramos un comportamiento que dista mucho de ser inteligente. Un sabio refrán nos lo recuerda tercamente: "el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra". Si solo fuesen dos veces, sería para estar contentos. Da la sensación de que nos gustan las piedras…

Desde mediados de enero, Chile viene padeciendo una serie de devastadores incendios forestales que han creado una situación de caos en amplias zonas del país: han costado vidas humanas, han destruido decenas de miles de hectáreas, han arruinado el sustento y la vivienda de numerosas familias y han generado una enorme alarma social. ¿Qué hacemos? La reacción habitual es señalar a los culpables (como en el caso de los Oscars) y empezar inmediatamente la reconstrucción. Nadie presta atención a lo más importante: Aprender. Para ello, conviene echar la vista atrás y revisar un par de datos:

  • Chile tiene una larga historia de convivencia con desastres naturales. Según las estadísticas, en los últimos 200 años, el país ha sufrido 97 terremotos de una magnitud superior a 7 (con sus tsunamis), 19 inundaciones, 10 incendios mayores, 9 erupciones volcánicas, 5 remociones de tierra y 2 sequías. Conclusión: no es la primera vez que ocurren incendios (ni será la última).
  • Un informe de 2015 del Banco Interamericano de Desarrollo ya advertía de las debilidades de Chile para enfrentar desastres. Señala que "a pesar de que tras el terremoto de 2010 se llegó a un consenso sobre la necesidad de cambiar la estructura institucional ligada con el riesgo y los desastres (Onemi) y se elaboró un proyecto de ley, a la fecha no ha sido aprobado ningún nuevo instrumento jurídico que reemplace la estructura actual". Conclusión: si ocurre alguna catástrofe, las consecuencias serán funestas. Y eso sucedió.

¿Qué puede pasar cuando se cruzan esas 2 variables, una alta probabilidad de que ocurran desastres y una deficiente preparación para enfrentarlos? Te estas exponiendo irresponsablemente a una tragedia. ¿Somos tontos al arriesgarnos a que se desaten estas catástrofes que casi podemos asegurar que se producirán? ¿Por qué pasa esto? Podemos atribuirlo al cambio climático o a la acción deliberada del hombre, pero desde la gestión del conocimiento, la respuesta es obvia: PORQUE NO APRENDEMOS, y por el simple hecho de no aprender, las consecuencias que debemos pagar son terribles.
¿Qué significa que no aprendemos? Quiere decir que después de que te pasa algo imprevisto (y en este caso destructivo), no extraes las lecciones correctas para evitar que te vuelva a ocurrir. Cada vez que realizas cualquier acción, lo haces para lograr un objetivo (consciente o no): me levanto de la silla para buscar un vaso de agua porque tengo sed. En la mayoría de los casos, no surgen obstáculos que te impidan lograr tu propósito. Pero cuando por alguna razón no consigues tu objetivo, es justo el momento exacto donde surge la oportunidad de aprender.
¿Y qué hacemos para asegurarnos de aprender? Ya hablamos antes de 3 hábitos innegociables que es obligatorio realizar: reflexionar, sistematizar y compartir. ¿Antes de dormir, cada día, dedicas 5 minutos a analizar lo que salió bien para poder repetirlo en el futuro y lo que salió mail para corregirlo? El 90% de las personas a las que hago esta consulta me confirman que no tienen la costumbre de dedicar tiempo a pensar sobre lo que les sucede. Lo más "nutritivo" de esta noticia sobre un sistema de inteligencia artificial que arrasó a jugadores profesionales de póker, es que cada día, después de las partidas, el sistema "examina lo sucedido, añade 6.000 nuevas rondas con datos reales sobre cada jugada, afina la estrategia, corrige sus propios errores y armado con este nuevo conocimiento, comienza un nuevo día sin cansancio". Es decir, su jornada de trabajo no termina si no incluye tiempo sagrado para aprender. Reflexionar obliga a dominar el arte de hacerse preguntas y las 4 preguntas esenciales son: 1. Qué pasó y porque pasó, 2. Qué funcionó bien y qué salió mal, 3. Qué haríamos distinto si se repitiera (lo que incluye conocer la experiencia de otros que han tenido éxito) y 4. Cómo nos aseguramos de implementar los cambios necesarios para que no se repita. Es evidente que necesitamos dejar registro (escrito y audiovisual) de todas estas conclusiones para que los aprendizajes no queden únicamente en las cabezas de los participantes. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, cuando se trata de acceder a documentación sobre eventos pasados, o bien no existe o no es posible encontrarla. Y es igualmente imprescindible compartir estos aprendizajes con todos aquellos a los que puedan resultar útiles.

Ahora bien, ejecutar esos 3 hábitos es la primera parte del proceso, pero no es suficiente. Para aprender no basta con saber, es imprescindible actuar. Todos sabemos lo que hay que hacer para bajar de peso, pero muy pocos lo hacen. Años atrás, recibí un correo del responsable de riesgos de una empresa minera que me preguntaba: "Tengo almacenados en una base de datos 11.000 incidentes de seguridad que se han producido en la organización, ¿qué hago con ellos?". El objetivo no es capturar y almacenar conocimiento sino utilizarlo para tomar decisiones y mejorar. No necesitamos más repositorios ni más informes sino nuevos comportamientos que sean verificables (puedo comprobar que lo que antes me generaba problemas, ahora no lo hace). Veamos 2 ejemplos felices y otro no tanto:

  • Iberia acaba de obtener el premio a la aerolínea más puntual del mundo en 2016. ¿Cómo lo ha conseguido? En primer lugar, tomó la decisión de convertir la puntualidad en un objetivo prioritario. E inmediatamente después, diseñó e implantó un modelo que incluye procesos claros, responsabilidades definidas y sistemas informáticos. Por ejemplo, a nivel de procesos para gestionar el conocimiento, se fijaron 3 reuniones diarias donde el equipo reflexiona e intercambia experiencias de forma permanente.
  • A pesar de que el 40% del PIB de Noruega depende de su producción de petróleo, el país ha decidido que no puede vivir de los hidrocarburos y ha optado por eliminar los vehículos diésel y gasolina a partir de 2025 en favor de los eléctricos. Todos los países saben que los combustibles fósiles son contaminantes, pero nuevamente, la clave está en pasar a la acción.
  • Transantiago es el sistema de transporte público urbano que opera en el área metropolitana de la ciudad de Santiago y que acaba de cumplir 10 años con resultados deficientes. Periodistas, especialistas y políticos están aprovechando el aniversario para hablar alegremente de aprendizaje. Pero el ciclo del aprendizaje no se completa con lo que crees saber sino con lo que cambias y haces distinto. Ha transcurrido una década y si consultamos a cualquier usuario del transporte, confirmará que es muy poco lo que ha cambiado.

El aprendizaje está íntimamente ligado con la capacidad de reconocer los errores. Cada vez que pregunto ¿cómo se gestionan los errores en tu organización? la casi totalidad me responde que "tienen consecuencias negativas y por tanto se ocultan". Es muy raro que alguien reconozca públicamente sus equivocaciones, por eso resultó sorprendente que Adele, tras cometer un error durante la entrega de los últimos premios Grammy, reaccionase de forma tan natural frente a una audiencia de millones de espectadores (ganándose de paso su admiración). Hemos creado una atmósfera de exitismo donde solo se acepta ganar y no está permitido perder. La cuestión no son los errores que se cometen sino la forma en que los enfrentamos: aprendemos de ellos o no lo hacemos y nos exponemos a repetirlos. Hace más de un siglo, el Nobel de Medicina, Santiago Ramón y Cajal, afirmó "lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo, en vez de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia".

¿Qué quiere decir que no cuentes con una respuesta preparada para anticipar y actuar frente a las emergencias? Significa que no lo consideras importante. Cuando algo nunca te pasó anteriormente, solo puedes ser reactivo. Pero cuando te ha pasado varias veces, tienes que anticiparte (el objetivo ya no es apagar el incendio sino evitar que ocurra). Si no reflexionas tras una catástrofe, no tomas medidas ni haces los cambios requeridos, significa que no aprendes porque el aprendizaje incluye reflexión + acción. Los especialistas técnicos sostienen que sobran estándares y prácticas internacionales para enfrentar desastres, lo que falta es voluntad.  El asunto ya no estriba en si es factible implementar los cambios, sino en cuánto te importa y qué estás dispuesto a hacer. No es un problema de dinero porque el principal recurso que se requiere es el conocimiento, y quienes lo tienen son las personas.

¿Y POR QUE NO APRENDEMOS? Quiero analizar 2 elementos que nunca se tienen en consideración: la dificultad para colaborar y la desconfianza.
1. Colaboración: Cuando llegué a Chile en el año 2002, me invitaron a jugar en un campeonato de baloncesto de veteranos. Como dediqué muchos años a la práctica de ese deporte y tenía ganas de mantenerme activo, acepté agradecido. Durante 2 años, participé en una liga competida y bien organizada, en la que nuestro equipo fue subcampeón en ambas ocasiones. Me llevé 2 sorpresas. La primera es que el nivel era mucho mejor de lo que imaginaba (Chile no es una potencia a nivel internacional). Había bastantes jugadores con excelentes fundamentos técnicos, varios de ellos ex miembros de la selección nacional. La segunda fue que, durante los partidos, además de producirse innumerables peleas, cuando pasabas la pelota a un compañero, había grandes posibilidades de que el balón nunca regresara ya que cada uno optaba por jugársela por su cuenta. He jugado a baloncesto organizado en España, EEUU y México y nunca había visto nada igual. Al finalizar el segundo año y viendo que la situación no tenía visos de cambiar, decidí abandonar el equipo ante la incredulidad de mis compañeros. A estas alturas de la vida, he comprobado que lo que diferencia a los países que prosperan, a las sociedades desarrolladas, a las organizaciones exitosas y a los equipos del alto desempeño es su capacidad de colaborar, de colocar el nosotros por encima del yo y de comprometerse con el bien común. Y, por el contrario, el individualismo es un virus mortal que termina contaminándolo todo. No es casualidad que el curso más solicitado por las empresas, año tras año, sea "trabajo en equipo" ni que los 2 primeros clientes que nos pidieron asesoría en enero de 2017 sean una multinacional y una institución pública que necesitan que sus integrantes trabajen colaborativamente… El seleccionador del equipo chileno de rugby, un francés con amplia experiencia y sin pelos en la lengua, respondió así la pregunta sobre cómo es el jugador chileno: "Muy aguerrido, valiente. Tiene entusiasmo y ganas, pero juega individual. Éste es un deporte colectivo y aquí no puede haber estrellas. Hay talento, pero eso no sirve si no se ocupa en equipo". Generar una respuesta inteligente al desafío de las catástrofes naturales exige colaboración de muchos actores, cada cual aportando humildemente su conocimiento específico y con voluntad de aprender del resto. Sin embargo, la tónica predominante, igual que en mi equipo de basket o en el de rugby, es el individualismo: cada uno se preocupa de su parcela. ¿Cómo se explica un individualismo tan exacerbado? El factor fundamental radica en la dificultad para confiar en los demás. ¿Qué obtenemos al juntar un modelo de neoliberalismo extremo (donde el éxito económico y el consumo tienen un valor desmesurado) con un sistema educativo supercompetitivo (necesito ganar a mis compañeros para acceder al trabajo mejor remunerado)? El resultado es una sociedad egoísta y en vías de enfermarse porque el individualismo conduce indefectiblemente a la depresión y la ansiedad.
2. Confianza: Ese mismo año 2002, un compañero de trabajo me espetó, totalmente en serio, una violenta frase que jamás olvidaré: "Yo no me fio de nadie y acostúmbrate a que, en Chile, eres culpable mientras no demuestres lo contrario". No me entraba en la cabeza el gasto de energía que requería estar siempre a la defensiva, sospechando que todos te quieren engañar. Lo preocupante es que después, la expresión "si no te cuidas te van a cagar (robar)", la he escuchado repetida de boca de cientos de personas, la mayoría de ellas muy ilustradas. ¿Por qué importa la desconfianza? El Dr. Paul Zak explica en esta charla TED cómo comprobó que "los países con más gente confiable, son más prósperos. En esos países hay más transacciones económicas y se crea más riqueza. Los países pobres en general son países de poca confianza". Chile aparece en último lugar en el ranking de confianza entre los países de la OCDE, muy lejos del penúltimo. Las encuestas que se hacen regularmente, confirman esa triste realidad: no confiamos en nuestro vecino (solo el 24% lo hace) ni en las instituciones y los jóvenes mantienen la tendencia. Desconfiar de mis compatriotas, lleva al individualismo e impide colaborar. Es casi imposible hablar de cohesión social y de desarrollar espíritu de comunidad en un clima de desconfianza generalizado.

Conclusiones: Si eres el "campeón del mundo" de desastres naturales (este fin de semana una serie de aluviones dejaron sin agua a la capital y causaron varios muertos y desaparecidos), debieses tener el sistema de respuesta más eficiente del planeta. La naturaleza lleva siglos avisándonos y nuestra respuesta ha sido recurrir a la testosterona, las acciones heroicas y la fuerza bruta: "somos un pueblo resiliente, acostumbrado a sufrir estoicamente que siempre se levanta de nuevo". Levantarse es admirable, pero es mucho más sabio evitar caerse porque el costo es enorme. Para no caernos, no necesitamos más valentía sino más inteligencia. Al fin y al cabo, estamos en la era del conocimiento. No me refiero a impedir lo que está fuera de nuestro alcance sino aprender cada vez que te ocurre una calamidad para anticiparte y que la próxima vez no te pille desprevenido.
Peter Drucker sostenía que "la mejor manera de predecir el futuro es construyéndolo". Como todavía no sabemos predecir, lo único que podemos hacer es aprender del pasado y sacar conclusiones. El pasado nunca es un predictor exacto del futuro, pero, si ha habido incendios, debiésemos prepararnos y asumir que ocurrirán de nuevo. Cuando los mismos desastres se repiten, es señal de que no aprendes porque careces de un sistema diseñado para ello. Dicho sistema se tiene que asegurar de que reflexionas para explicarte los eventos pasados y entender qué causa esos eventos (lo que te ayuda a predecir eventos futuros y establecer un cierto control potencial de los mismos). Ese mismo sistema debe proveer a cada persona el conocimiento que necesita en el momento adecuado para tomar la mejor decisión, de otra manera, el precio lo pagamos en vidas humanas. Dado que el conocimiento está siempre en riesgo de caducar, estamos obligados a vivir en permanente estado de aprendizaje, en alerta continua. Tenemos que ir acostumbrándonos a lidiar con lo inesperado y no solo a saber resolver lo que ya dominamos. Una cosa es la respuesta que tienes prevista para cuando ocurra una emergencia y otra distinta es lo que haces para dificultar que ocurra. Aprender no significa saber lo que hay que hacer, significa hacerlo, y por ende exige acción. Y Chile ya ha demostrado que está capacitado: goza de uno de los mejores estándares mundiales en construcción antisísmica que explica por qué, durante el brutal terremoto de 2010, no se destruyó la mitad del país.

Es habitual que los políticos aprovechen estas crisis para sacar beneficios. La autoridad se atreve a afirmar, irresponsablemente, que el país ha aprendido. Un destacado representante de la oposición se da el lujo de advertirnos que no debemos olvidar cuando estamos pagando justamente las consecuencias de una amnesia colectiva imperdonable. Olvida que ninguno de los gobiernos anteriores (incluido el suyo en el que se desempeñó como ministro del interior) se preocupó de abordar este problema. Es cierto que tenemos un grave déficit de memoria como lo confirman este tipo de noticias: Una de las empresas más grandes del país, involucrada en un caso de colusión para alterar los precios del papel de baño (y condenada a indemnizar a cada ciudadano mayor de 18 años) anuncia que el escándalo no ha afectado su cuota de mercado. La consecuencia es elemental: los chilenos no confían en su empresariado. Si desconfías, no colaboras, si no colaboras, no aprendes y cuando no aprendes, repites los errores y quedas como un tonto. Tal vez no seamos tontos, pero estamos demostrando ser muy poco inteligentes.


 
 
 

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Electrificación del Ferrocarril del Nordeste (Bogotá – Belencito)**


 por ORLANDO FLECHAS CORREDOR *
Pertenecen al complejo industrial boyacense diversas comarcas de un altiplano donde se destacan con jerarquía propia Belencito, Sogamoso, Duitama, Nobsa, Paipa, Pesca, Tuta y Tunja.
La producción es variada, el progreso sectorial sostenido, previsiblemente se mantendrá en ascenso por cuanto obedece a condiciones reales propias de la zona; se trata de una región rica en minerales básicos, situada en un territorio alto, de amable fisonomía, excelente clima, apropiada para significativos asentamientos humanos y amplios desarrollos geoeconómicos.
La vitalidad de la zona se refuerza por el hecho de pertenecer al área de influencia de Bogotá, capital del país, centro gravitatorio de vasto alcance. Bogotá se ha convertido en el polo de inducción y atracción más importante del país; jerarquiza dilatados territorios, entre ellos, en primer término, la zona industrial de Boyacá.
Esa polaridad manifiesta tiene consecuencias concretas en el destino de la producción boyacense y en el transporte de carga y pasajeros. Inicialmente la unión entre Bogotá y lo que es hoy la zona industrial de Boyacá se hizo por medio de una carretera de elemental trazado y sencillas especificaciones; más tarde un ferrocarril, el del Nordeste, de trocha de un metro, comenzó a funcionar entre Bogotá y Sogamoso a donde llegó en 1931. Con el correr del tiempo, sucedieron tres fenómenos más o menos simultáneos: la zona industrial de Boyacá se vigorizó, especialmente impulsada por la industria del Acero. El ferrocarril declinó hasta prácticamente suspenderse. La carretera, rectificada y ampliada, tomó sobre sí el peso de transporte de carga y pasajeros.
Mientras eso sucedía, la industria Paz del río construyó y puso en funcionamiento el primer ferrocarril eléctrico de Colombia de 40 kilómetros de longitud. En el mundo los ferrocarriles comenzaron a renovarse; se extendieron, se hicieron más veloces, se electrificaron en tramos notables. Los combustibles se encarecieron como nunca antes y la preservación del medio ambiente tomó puesto en la conciencia de las gentes.
Al llegar el momento actual (1982) confrontamos grave problema de transporte entre Bogotá y Belencito: la carretera, única vía, es insuficiente, está saturada, se deteriora cada día, es altamente peligrosa para los pasajeros; el precio del combustible encarece el tráfico automotor. El panorama boyacense se torna sombrío altamente preocupante.
Estas observaciones y experiencias nos han llevado a la conclusión de que Boyacá debe replantearse a fondo el tema del transporte pesado entre su zona industrial y Bogotá.
Se trata de emprender acciones en las que quedan aludidas las dos vías básicas: la carretera y el ferrocarril entre Bogotá y Belencito.
El presente estudio se concentra, por eso, en examinar las características del área atendida por las vías, las vías propiamente dichas, la posibilidad de establecer el funcionamiento del ferrocarril, su electrificación, la preservación del ambiente, los beneficios económicos y sociales de una solución racional amplia.
En 1979 la Electrificadora de Boyacá S.A., estaba ya conciente del grave problema de transporte que afronta Boyacá. En julio de ese año presentó un trabajo sobre la “Electrificación del ferrocarril del Nordeste”, en el encuentro de gobernadores e intendentes del Oriente colombiano. Era nuestro ánimo plantear una respuesta al problema aludido.
El estudio despertó interés en empresas como Acerías Paz del Río S. A., ICEL, Ferrocarriles Nacionales de Colombia  y otras. Como consecuencia se constituyó un grupo de estudio interinstitucional que aportó los primeros trabajos.
A finales de 1981 la Electrificadora decidió abordar en forma más sistemática un estudio de prefactibilidad de la electrificación del ferrocarril. Invitó para el caso a entidades nacionales, regionales y locales, experimentadas en la materia, idóneas para el caso; todas respondieron admirablemente y son acreedoras a nuestro reconocimiento. Para coordinar el estudio y plasmarlo en un documento la Elecrificadora recurrió a ASPLAN, una entidad privada dedicada al estudio de temas de interés general en materias de planeación.
El estudio que hoy (1982) presentamos se rige por una norma fundamental: “Al abordar el tema de transporte de carga y pasajeros entre Bogotá y Belencito, servicio por dos vías, una carretera y un ferrocarril, no se trata de escoger una u otra, prescindiendo de una de ellas, o de crear competencias que juzgamos convenientes. Se trata, por el contrario, de buscar la armónica complementación de dos medios de transporte – tren y carretera – que no deben pelear, agredirse, ni competir sino complementarse y servir como partes de un sistema organizado y eficiente. Reconocemos y declaramos que cada uno de los dos medios de transporte tiene su ámbito propio de plena eficacia, que no agrede al otro sino que lo apoya y fortalece”.
Esperamos que este estudio tenga consecuencias prácticas, que signifique una contribución esencial en el progreso de un sector tan importante en la vida económica de la nación como es el transporte de carga y pasajeros. 

*Gerente electrificadora de Boyacá (1982)

** Este texto fue trascrito del documento “ ELECTRIFICACIÓN DEL FERROCARRIL DEL NORDESTE – Un modelo de transporte para el desarrollo” liderado y patrocinado (año 1982) por la Electrificadora de Boyacá y con la participación interinstitucional en su elaboración, de: Acerías Paz del Río, Ministerio de Obras Públicas y Transporte, Instituto Colombiano de Energía Eléctrica, Ferrocarriles de Colombia, Departamento Nacional de Planeación  y Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. 
              
Fotografía y gráfico del Archivo de GRAN BOYACÁ - CGB. 

 Nuestro contacto: director@granboyaca.org
o granboyaca@gmail.com

BOYACÁ DESPUÉS DEL 2019 (escrito publicado en 2003)

                  HUGO ARIAS CASTELLANOS *
El más conocido amigo de esta columna ha querido participar, al Centro de Pensamiento GRAN BOYACÁ, el borrador de algunas de sus reflexiones relacionadas con la Gestión Pública (desde ahora - año 2003) sobre el tema “Boyacá después del 2019”, en consideración a que en el 2019 se conmemorarán - con las mejores realizaciones sociales, importantes obras públicas y los más altos honores - los 200 años de las épicas batallas de Pantano de Vargas y Puente de Boyacá. Advierte, el autor, que ese es un adelanto fundamentado de su “tesis” para optar al título de Doctor “Honoris Causa” de la universidad de la experiencia dado que es ésta, la más eficaz y eficiente de las universidades. Prometió sustentar, en público y más adelante, un libro con el título de esta columna, para someterse a la confrontación científica de cuantos estén revestidos de la correspondiente autoridad y comprobado conocimiento. El soñador del año 2019 o "prospectivista" autorizó extractar, de su trabajo académico, los siguientes enunciados como requisitos parciales para que Boyacá viva como ente territorial, en la mencionada época:
1- En el año 2019 y después, Boyacá está geográficamente determinado, es viable y sostenible con base en el compromiso ineludible e incorruptible del uso óptimo de los recursos humanos y materiales disponibles en todas las vigencias desde hoy.
2- En adelante, todos los gobernantes y dirigentes (políticos, gobernadores, alcaldes y sus cohortes) deben ejercer liderazgo de verdad, “que implica visión de futuro, optimismo, entusiasmo, amor, confianza, fuego, pasión, obsesión, coherencia, utilización de símbolos, preocupación por los demás, capacidad histriónica, creación de triunfadores a todos los niveles, gestión itinerante y muchas otras cosas” (ver: A Passion for Excellence, Thomas J. Peters et Nancy K. Austin., 1985)
3- La visión de futuro o visión prospectiva señalada por el compromiso participativo desde hoy, obliga a los gobernantes y dirigentes (los líderes), quienes quiera que ellos sean y hayan de ser, a seguir el direccionamiento predeterminado, como condición para lograr la viabilidad y sostenibilidad departamental como sistema conformado por el conjunto de sus municipios.
4- La capacitación técnica y la educación integral más adecuada de la población, garantizan la productividad y competitividad de la producción y el bienestar de los Boyacenses.
5- Los Planes de Desarrollo tanto departamentales como municipales han de cumplir, desde ahora y en adelante, estricta coherencia, complementariedad, subsidiariedad y consistencia. Estos tendrán como veedores a todos los ciudadanos ya que todos estos han de saber leer su realidad.
6- El turismo rural y urbano y la producción agroindustrial son, desde hoy, los sectores estratégicos y complementarios para que haya crecimiento sostenido de las economías locales y de su sumatoria la economía departamental, en actividades debidamente ordenadas, coordinadas e integradas mediante condiciones de seguridad y óptima conectividad. Cada municipio, mediante su creciente calidad ambiental y mejores condiciones generales de vida de sus pobladores se constituye en polo de atracción turística y en centro de producción específica bajo el liderazgo ineludible de su respetivo alcalde.
7- La tarea fundamental del gobierno y de la dirigencia se orienta, desde ahora, a movilizar y dinamizar los factores de la producción, garantizar su uso óptimo, asegurar las mejores condiciones de mercado de la producción y a velar por la continua generación de trabajo productivo hasta alcanzar el pleno empleo de todos los factores y, desde luego, para lograr mejor calidad de vida para todos los boyacenses.
8- En al año 2019, toda la población boyacense ha superado las condiciones básicas de vida y disfruta, además, de condiciones de comodidad y de superación.
*Director del Centro de Pensamiento para el Desarrollo - GRAN BOYACÁ
                   Contacto: granboyaca@hotmail.com
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Tunja, 23 de noviembre de 2003. Publicado en “Boyacá 7 días” el 2 de diciembre de 2003

PRIMERO LOS NIÑOS: BUENAS Y VIABLES LECCIONES


 Nota del director de granboyaca.org : En Colombia y en sus Entes Territoriales mucho tenemos que observar y analizar para aprender y  efectuar más eficiente GESTIÓN PÚBLICA (formular y presentar los proyectos pertinentes, lograr las diferentes viabilidades, tomar decisiones, ejecutar los proyectos y hacerles seguimiento riguroso, y efectuar la debida evaluación para establecer los resultados y su efiacia - impactos y efectos económicos y sociales). El tema y las acciones que correspondan son de la más alta importancia para la sociedad entera de hoy y de mañana.  

Hugo Arias C. - Director del CGB (Centro de Pensamiento para el Desarrollo GRAN BOYACÁ). Nuestro contacto: granboyaca@gmail.com y/o  director@granboyaca.org

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Los primeros mil días de la niñez paraguaya *


Copyright © 2017. Banco Interamericano de Desarrollo. Si deseas republicar el artículo, por favor solicita autorización a sph-communication@iadb.org.

Por Cecilia Martinez Gomez.
La base del rendimiento escolar está en el desarrollo del cerebro infantil y este se define en los primeros 1.000 días de vida. Mejoras en la calidad de la educación no tendrán el efecto deseado si los niños y las niñas no ingresan al sistema educativo con la plenitud de sus capacidades intelectuales. Es por ello que en Paraguay, un país con la necesidad inmediata de aprovechar su bono demográfico, los ciudadanos y líderes tomaron acciones concretas para mejorar el capital humano de su población en edad productiva.
Así nace PRONAES, una iniciativa de apoyo a la estimulación oportuna que hoy es Ley. La idea es involucrar a los 200.000 alumnos de entre 13 y 15 años en el sistema educativo para proveer “kits” de juguetes de materiales reciclados e información a las madres y los 125.000 nacidos en el Paraguay al año. A continuación, compartimos información de primera mano de uno de los impulsores de la iniciativa, Robert Cano. ¿Crees que un programa así sería útil en tu país?
Cuéntanos qué es PRONAES y cuáles son sus objetivos
El Programa nacional de apoyo a la estimulación oportuna (PRONAES) es un programa de alcance nacional a ser desarrollado en Paraguay de manera a generar conciencia social sobre la importancia que representan la estimulación sensorial, la alimentación adecuada y el buen trato en los primeros dos años de vida. Se convirtió en Ley en diciembre de 2016 y propone el involucramiento activo de diferentes sectores de la población en un trabajo coordinado que permitirá que cada niño o niña nacido en Paraguay reciba un “kit” de elementos con los que su familia podrá mejorar sus conocimientos y prácticas de manera a brindarle una mejor estimulación, mejores prácticas alimenticias y un mejor trato.
Concretamente, los objetivos de esta nueva Ley son:
  • Proveer a las madres de un conjunto de materiales orientados a la estimulación de sus bebés. Entre ellos, contarán con un grupo de juguetes elaborados con materiales reciclados, un grupo de materiales con consejos prácticos para la estimulación oportuna, para la alimentación adecuada y el buen trato de sus hijos, y una carta única y personalizada, dirigida al recién nacido.
  • Concienciar a jóvenes sobre la importancia de los primeros 1000 días de vida.
  • Concienciar a la sociedad sobre el valor de la solidaridad, la responsabilidad intergeneracional y del respeto al medioambiente.
  • Incentivar el liderazgo juvenil positivo en la solución de situaciones que requieran acción cooperativa.
  • Promover la articulación entre diferentes sectores para dar respuesta integral a un problema social.
¿Existen antecedentes de este tipo de programas en Paraguay o en qué se inspiraron para diseñar la Ley?
El PRONAES se inspira en una práctica que los alumnos de la Cátedra de Pediatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción, realizan todos los años en el asentamiento 24 de Junio de la ciudad de Fernando de la Mora, Paraguay. En ella, y como parte de sus actividades de extensión universitaria, los futuros médicos presentan información, materiales y juguetes a las madres con el fin de enseñarles buenas prácticas de crianza.
Como estrategia para replicar estas iniciativas a nivel nacional, surge la idea de integrar a jóvenes de entre 13 y 15 años cursando el octavo y noveno grados para que dentro de una de las asignaturas – llamada Trabajo y Tecnología –elaboren un “kit” compuesto por un grupo de juguetes hechos con materiales reciclados y diseñados por la academia para favorecer la estimulación sensorial. Además el kit contendrá materiales escritos a mano con consejos prácticos para la estimulación oportuna, la alimentación adecuada y el buen trato de sus hijos (también recomendados por la academia), y una carta única y personalizada, con un mensaje que cada joven escribirá, dirigida a un niño o niña por nacer. Este “kit” estará debidamente identificado con el nombre y el número de documento de identidad de su creador, es decir, las madres que los reciban conocerán la identidad de quienes elaboraron esos materiales.
Cabe destacar que el PRONAES ofrece un agradable desafío para un país que siempre ha tenido recursos insuficientes para llevar adelante programas a escala nacional. En efecto, al elaborarse 200.000 kits y registrarse 125.000 nacimientos, por primera vez la discusión en el Paraguay se centrará en responder a la pregunta “qué hacer con el excedente de kits” y no en “a quiénes priorizar para distribuir los kits”.
¿Por qué decidieron incluir en el proceso a alumnos de entre 13 y 15 años?
La decisión tiene un múltiple propósito. En primer lugar, los alumnos de octavo y noveno grados tienen habilidades y competencias suficientes para elaborar los juguetes de materiales reciclados y así aprender sobre el cuidado del medio ambiente. De la misma forma, al escribir los consejos, los jóvenes generan la conciencia necesaria para que al momento de ser padres, en el futuro, conozcan la importancia de los primeros 1.000 días y apliquen las recomendaciones aprendidas en esta experiencia. Además queremos crear puentes entre generaciones asociando los datos del/a creador/a del “kit” con la fotografía de la madre y el bebé en internet.
¿Por qué se enfocaron en los primeros 1.000 días?
Porque son los más importantes de la vida. Desde la misma gestación hasta los primeros dos años posteriores al nacimiento se desarrollan gran parte de las potencialidades que acompañarán a una persona a lo largo de toda su vida. Las condiciones de educabilidad, por ejemplo, dependen en gran medida del cableado neuronal que se desarrolla en los primeros años. En el proceso de formación de las conexiones entre neuronas, la adecuada estimulación y alimentación juegan un papel fundamental, por lo que se requiere una intervención oportuna y efectiva a fin de evitar que esas condiciones de educabilidad se deterioren. Para la población de niños y niñas en situación vulnerable esta intervención es clave, dado que para ellos las posibilidades de salir de la pobreza muchas veces están asociadas al nivel educativo que puedan alcanzar.
En este blog hemos hablado bastante de la importancia de los servicios integrales en la primera infancia y veo que el PRONAES incluye a varios actores de distintos sectores ¿cómo estarán organizados en la implementación? ¿Podría dar detalles sobre el consejo coordinador?
El PRONAES plantea todo un desafío de coordinación para su implementación, se deben articular esfuerzos desde las aulas, con los municipios, gobernaciones y centros de salud para llegar finalmente a las madres y los recién nacidos. Es por ello que el Consejo Coordinador está integrado por tres Ministerios, el de Educación, de Salud Pública y de la Niñez y la Adolescencia, desde allí será posible tener el apoyo político, real y efectivo de todos los actores que participan en cada proceso. El Consejo Coordinador tendrá responsables para cada etapa o proceso del PRONAES, desde la elaboración de los “kits”, la coordinación con municipios y gobernaciones, la recepción y entrega a las madres y la comunicación de los progresos o avances del Programa.
¿Cómo se medirá el éxito del PRONAES?
Una primera medición del programa se realizará comparando el avance de conocimiento de los jóvenes respecto a la importancia de los primeros 1.000 días. Para obtener datos de línea de base, en el año 2017 se realizará una encuesta a jóvenes de entre 16 y 18 años que se encuentran en el sistema educativo que obviamente no han pasado por la experiencia del PRONAES. La misma encuesta se realizará en dos años más, entre los jóvenes que sí pasaron por la experiencia del Programa. Se espera que a través del PRONAES se tenga un incremento en el nivel de conocimientos de los jóvenes en temas relacionados a primera infancia. Como es un Programa instalado en el Sistema Educativo, su efecto multiplicador será permanente. Cada año, 100.000 nuevos jóvenes se incorporarán a la experiencia PRONAES. Además, en un segundo momento se realizará la evaluación de impacto de las madres y sus bebés. Otro factor de éxito se dará en la sostenibilidad del Programa en el tiempo, dado de no requiere mayores recursos económicos para su implementación aunque este se dé a escala nacional.
Luego de leer este artículo y ver el video explicativo preparado antes de que la Ley fuera aprobada, ¿crees que un programa como este es necesario en tu país? ¿Cómo crees que podría ser implementado? Comenta en la sección de abajo o menciona a @BIDgente en Twitter e iniciemos un intercambio sobre la importancia de este tipo de programas para los primeros 1.000 días de una persona.
Cecilia Martinez Gomez es la responsable de comunicaciones de la División de Protección Social y Salud del Banco Interamericano de Desarrollo.

Lee el artículo completo en blogs.iadb.org/desarrollo-infantil del Banco Inteamericano de Desarrollo.

ECONOMÍA CIRCULAR o Economía del rendimiento

¿En qué consiste la Economía del Rendimiento? *

Fue a mediados de la década de los 70 cuando Walter Stahel, arquitecto y economista suizo, describió una economía en la que predominaban los procesos en bucle, la que se conoce ahora como Economía Circular, evaluando su impacto en la creación de empleo, en la competitividad económica, en el uso ecointeligente de los recursos y en la prevención de residuos.
La Economía del Rendimiento contempla el reacondicionamiento de bienes
Esta visión la presentó Stahel en su informe de investigación para la Comisión Europea titulado como The Potential for Substituting Manpower for Energy y escrito en colaboración con Genevieve Reday.
En dicho texto se observa que el consumo energético en el sector de la fabricación se asocia principalmente a la extracción y al tratamiento de los recursos, y no a los procesos de fabricación en sí.
Así mismo, en muchas ocasiones, el hecho de reutilizar los recursos en lugar de elaborar nuevos productos permitiría reemplazar la energía por mano de obra, lo que se traduciría en ahorros energéticos y creación de empleo.
Stahel fue el primero en acuñar a finales de los 70 el concepto Cradle to Cradle (C2C, traducido como de la cuna a la cuna), tan apreciado por ecointeligencia, basado en el desarrollo de un enfoque de bucle cerrado para los procesos de producción.
Como ya conoceréis como buenos lectores, fue de manos del químico alemán Michael Braungart y del arquitecto estadounidense Bill McDonough cuando el paradigma Cradle to Cradle adquirió su máximo grado de desarrollo, con la publicación de textos y la creación de su proceso de certificación.
En los 90 fundó el Product Life Institute en Ginebra (Suiza). Es también profesor visitante en la Universidad de Surrey del Reino Unido y miembro del laboratorio de ideas Club of Rome.
Walter Sahel, precursor de la Economía Circular y Cradle to Cradle
Lo que se conoce como Economía del Rendimiento persigue 4 objetivos principales:
  • La extensión de la vida del producto
  • Los bienes de larga duración
  • Las actividades de reacondicionamiento
  • La prevención de residuos
Stahel destaca la importancia de la venta de servicios en lugar de productos, una idea conocida como Economía de Servicios Funcional y en la actualidad se recoge dentro del concepto de Economía del Rendimiento.
Para determinados bienes, una verdadera economía circular priorizará la reutilización en detrimento del reciclado, no debiendo confundir estos dos conceptos
La llamada de Stahel a desmaterializar la economía es una propuesta estratégica de sostenibilidad mediante la reducción del tiempo de uso de los insumos utilizados para la producción.
Este concepto tiene una relación directa con el de productividad, entendida como la relación entre la cantidad producida y la cantidad de insumos utilizados en tal producción.
Así, cuanto menor sea la cantidad de insumos utilizados en la producción de una unidad de producto, tanto mayor será la productividad, entendida también como la eficiencia en la producción.
Existe también una relación entre la desmaterialización, la ecoeficiencia y la conservación del medio ambiente, ya que al reducir la intensidad en el uso de los recursos materiales se reduce el volumen de residuos generados, y se mejora la eficiencia en los procesos.
Esto lleva a una reducción en el uso de materiales tóxicos y peligrosos y a un ahorro de recursos
Una desmaterialización a largo plazo de la economía nos puede llevar a un modelo de desarrollo sostenible según el cual:
  • Ningún recurso renovable deberá utilizarse a un ritmo superior al de su generación
  • Ningún recurso no renovable deberá aprovecharse a mayor velocidad de la necesaria para sustituirlo por un recurso renovable utilizado de manera sostenible
  • Ningún contaminante deberá producirse a un ritmo superior al que pueda ser reciclado, neutralizado o absorbido por el medio ambiente
Por tanto, una estrategia de desmaterialización da lugar a una reducción tanto en las entradas de materias primas a las cadenas productivas de bienes, como en las salidas de desechos y sustancias tóxicas que afectan al medio ambiente.
Residuos industriales que deben ser minimizados
La desmaterialización contribuye a la ecoeficiencia, aportando ventajas no sólo para el medio ambiente sino también para los productores, ya que su definición lleva implícita la rentabilidad económica, ya que los que persigue es producir más con menos.
La esencia de la ecoeficiencia es utilizar menos recursos ambientales y menos energía en el proceso productivo, reducir los desechos, y atenuar la contaminación
La ecoeficiencia requiere además de un diseño sostenible para reducir la intensidad de uso de materiales y energía durante la producción, además de que impulsa la reutilización de insumos a través de procesos de reingeniería y reciclaje.
Con este repaso sobre la fuente que nos faltaba por tratar, la Economía del Rendimiento, terminamos el recorrido detallado de las escuelas de pensamiento que han dado lugar a lo que conocemos actualmente como Economía Circular.
Nosotros seguimos apostando por la ecoeficacia, más allá de la ecoeficiencia … Lo nuestro es el Cradle to Cradle!

Fuente: www.ecointeligencia.com 

EDUCACIÓN: EL PASADO DEL FUTURO (o el futuro del pasado)

E D I C I Ó N - N ° 1 3 0 - E N E R O - 2 0 1 7
 
Educación: el pasado del futuro (o el futuro del pasado)
Javier Martínez Aldanondo
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl y javier.martinez@knoco.com Twitter: @javitomar
"Si los hombres tenemos suficiente talento como para inventar nuevas máquinas que destruyen puestos de trabajo, también tenemos la capacidad de hacer que las personas que han perdido su empleo, vuelvan a trabajar" (John F. Kennedy)
En noviembre pasado, tras impartir esta conferencia sobre "Innovación en Educación" en la  Universidad de Barcelona, los organizadores me invitaron a escribir el primer capítulo de un libro sobre Pedagogías Emergentes. Como no soy pedagogo, les propuse enfocar mi aporte en 2 ámbitos: en el primero, analizar el pasado y el presente de la educación y diagnosticar por qué tenemos problemas y cómo podemos abordarlos. Y en el segundo, concentrarme en el futuro, y desmenuzar el estado de pánico que se empieza a crear con la automatización y el mito de los robots más inteligentes que nosotros.
En 2014, recibí otra invitación, esta vez para exponer en las jornadas de Aprendizaje, Educación y Neurociencias que organiza la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Todos los oradores eran psiquiatras y neurocientíficos eminentes y yo era el único intruso en el grupo. El seminario, culminó con una cena para los ponentes, generosamente regada. Aprovechando un momento en que el alcohol ya les estaba surtiendo efecto, pregunté a bocajarro a mis colegas "¿el cerebro tiene capacidad finita?" Me miraron con cara de sorpresa, pero respondieron unánimemente "por supuesto, todo dispositivo físico tiene limitaciones". "Eso significa que, si el cerebro tiene límites, no podemos pretender que se encargue de todo" respondí . O lo que es lo mismo, no podemos equivocarnos al decidir cómo lo utilizamos, es imprescindible priorizar.
Imagino que se habrán percatado que, de un tiempo a esta parte, los medios de comunicación nos están asediando con noticias sobre la velocidad a la que los avances tecnológicos están superando el desempeño de los humanos. Conceptos como Inteligencia Artificial, Aprendizaje Profundo, Big Data, Redes Neuronales, Realidad Virtual y Aumentada, etc. gozan de una amplia tribuna. En concreto, el fenómeno de la automatización (máquinas que hacen el trabajo de las personas) y la consiguiente pérdida de empleos está siendo recogido en libros, papers o conferencias con gran nerviosismo. ¿Qué sucede cuando las máquinas tienen conocimiento para hacer tu trabajo? Obviamente cuando una máquina es capaz de hacer lo que tú haces, tienes las de perder por múltiples razones: no solo son capaces de hacer más trabajo y mejor que tú sino que no cobran sueldo, no duermen ni tienen vacaciones, no forman sindicatos, no se deprimen ni se pelean con otras máquinas ni las acosan, ni aspiran al puesto del jefe ni desertan para pasarse a la competencia… ¿y si las máquinas no solo realizan tareas rutinarias sino tareas creativas que hasta hace poco creíamos estaban reservadas para las personas? En ese caso, casi todos vemos en riesgo nuestra fuente laboral ¿y cuando ni siquiera es necesario programar esas máquinas porque ellas mismas son capaces de aprender? Los avances de la ciencia dejan muy claro que ningún sector puede ignorar la inteligencia artificial porque los transformará todos. Si sigues haciendo lo que haces, es lógico pensar que pronto te quedarás sin trabajo. Hay autores que vaticinan que nuestro próximo compañero en la oficina será un robot y libros apocalípticos que profetizan el fin del trabajo.
No es sencillo hacerse una idea clara ante tal maremágnum de opiniones. Tenemos a los alarmistas, convencidos de que las maquinas nos van a sustituir y crearán un desempleo masivo, dejando a millones de personas sin trabajo y sin sustento. Están los optimistas, que sueñan con la tecnología abarcándolo todo, de forma inminente e imparable. Y están los realistas, que perciben que no es tan simple lograr que las máquinas hagan todo lo que se está prometiendo y que se inclinan por la convivencia, donde las máquinas nos van a complementar en aquello en que son más eficientes.
Algunos hechos son indiscutibles, pero poco conocidos:
El fenómeno de la automatización no es nuevo. A lo largo de toda su historia, el ser humano se ha caracterizado por desarrollar avances tecnológicos para aliviarse del trabajo pesado, encomendando a otros las tareas desagradables (primero utilizando a los animales y luego inventando herramientas). El último caso similar al actual ocurrió en el siglo XIX, con la revolución industrial en Inglaterra, donde se dispararon las alarmas por el riesgo que implicaba que las máquinas sustituyesen a las personas. La realidad es que nunca la tecnología ha generado desempleo, lo que hace es alterar los mercados. La única diferencia es que ahora el proceso es mucho más rápido, ocurre a mayor escala y produce mayor impacto. Se ha puesto de moda un cierto discurso catastrofista que predice, por ejemplo, que un 47% de trabajos en USA están en riesgo de ser remplazados (lo que es cierto pero incompleto). No parece que, a nivel laboral y de desarrollo económico, el mundo haya retrocedido respecto del siglo XIX…
El proceso de automatización es imparable. La digitalización de la sociedad en todos sus niveles (comunicaciones, entretenimiento, salud, transporte, industria, comercio, etc.) no cesa. Todo lo que hacemos depende de la tecnología. Nada hace pensar que ese proceso no siga acelerándose de forma progresiva afectando todas las dimensiones nuestra vida. Hay que poner especial atención en la Inteligencia artificial (IA) cuyo propósito es dotar a las máquinas de una inteligencia semejante a la humana, para que hagan lo que hasta ahora estaba reservado a las personas. Con independencia de que sea o no moralmente correcto, de si estamos a favor o en contra, o de si tendrá un impacto positivo, es algo que va a pasar.
La robotización no es inminente. Las predicciones de los apóstoles de la IA tienen un largo trecho hasta hacerse realidad, aunque lo harán. Es muy poco lo que sabemos todavía acerca del cerebro: si no somos capaces aún de entender cómo funciona la inteligencia humana, no estamos preparados para reproducirla artificialmente a pesar de lo mucho que se ha progresado. En este punto se suele producir un malentendido: Que las máquinas hagan cosas que nosotros no podemos no significa que sean inteligentes. Si preguntas a Watson, que es el sistema de IA más avanzado, por qué hace lo que hace o le formulas una pregunta abierta pidiéndole consejo para desarrollar tu negocio, no sabe responder nada coherente. No es capaz de improvisar, entender un refrán o un chiste ni sostener una simple conversación como la que mantendrías con tu hijo de 5 años. Como decía Niels Bohr, "Usted no piensa, se limita a ser lógico". Pero si una máquina va a hacer lo que haces tú, significa que tu trabajo no demanda dosis demasiado altas de inteligencia (recordemos lo que ocurrió con los cajeros de los bancos). Las máquinas tienen más potencia de cálculo y de almacenamiento de información que nosotros y cada vez la diferencia será mayor a su favor. Competir con ellas en esas tareas no tiene sentido. Sin embargo, todavía el ser humano es capaz de llevar a cabo tareas y trabajos abstractos (relacionados con la creatividad, resolución de problemas, comunicación, etc.) y trabajos manuales que las máquinas no pueden hacer y que es dónde tiene sentido concentrar los esfuerzos. Los cambios más importantes tendrán lugar en 2 áreas: desarrollo profesional (qué tipo de trabajos existirán) y educación (qué será imprescindible aprender para desempeñarlos).
Hay una línea de discusión "ética" respecto de los riesgos de crear máquinas más inteligentes que las personas. Se plantea la posibilidad de que pudiesen tomar el control de la sociedad, volverse contra nosotros, someternos y que no las podamos controlar. Estos argumentos son los que defienden figuras prominentes como Stephen Hawking o Elon Musk para tratar de poner límites al desarrollo de la inteligencia artificial.
Existe también una interesante discusión acerca del impacto social y económico que tendría el hecho de que grandes franjas de población queden sin trabajo y por tanto sin ingresos. Ante tal hipótesis, surgen voces reclamando la necesidad de que el estado se hiciese cargo, proveyendo un salario social. También se discute la alternativa de trabajar en jornadas laborales de menos horas para asegurar que exista trabajo para todos. Y al mismo tiempo, se vislumbra el peligro de crear elites que, beneficiándose de esa concentración de conocimiento y riqueza, tenderían a monopolizar la economía y la sociedad en su conjunto.
¿Qué podemos esperar que ocurra?
Aunque el mundo lleva tecnologizándose desde siempre, hoy tenemos la tasa de desempleo más baja de la historia. A pesar de los muchos y graves de problemas que faltan por corregir, gozamos del mayor nivel de desarrollo, democracia y bienestar que ha conocido la humanidad. A corto plazo, es seguro que se perderán trabajos. A largo plazo, los antecedentes confirman que no se elimina empleo, sino que cambia su composición, como ha pasado en las décadas que llevamos usando computadores masivamente. No es cierto que el mercado laboral tenga un número finito de puestos de trabajo donde si el trabajo lo hacen las máquinas, entonces quedan menos para los humanos. Podremos anticipar el empleo que se va a destruir, pero no es tan fácil cuantificar el que se va a crear. Por ejemplo, el sector servicios que apenas existía un siglo atrás (cuando dominaba la agricultura), hoy es claramente mayoritario.
Debemos apresurarnos en priorizar: decidir qué merece la pena que hagamos las personas y qué endosaremos a las maquinas. Las maquinas son inferiores realizando tareas abstractas como producir nuevas ideas, reaccionar ante imprevistos y tomar decisiones porque resulta muy difícil codificar cada paso específico para que una máquina lo haga. Todavía son muy torpes a la hora de comunicarse, manipular objetos y desplazarse y siguen teniendo problemas con tareas manuales sencillas (capacidad motora fina) que no requieren uso de TICs ni título universitario como la construcción, gastronomía, cuidado de niños y enfermos, peluquería, mecánica, limpieza, transporte, etc. Sin embargo, las tareas rutinarias y predecibles son las candidatas inminentes a ser remplazadas por tecnología, algo que sucede desde el boom de la tercerización que trasladó masivamente la producción a China. Aunque las tareas abstractas y manuales tienen menos riesgo, el asunto es en cuánto tiempo serán las maquinas capaces de realizarlas. Hace 10 años se pensaba que los conductores eran difíciles de remplazar y hoy el coche autónomo está a la vuelta de la esquina. El camino más razonable es complementarnos con las máquinas. El primer piloto automático en un avión se empezó a usar en 1947 pero el piloto humano no ha desaparecido.
La tecnología ha transformado radicalmente el trabajo y la sociedad. Convivimos con profesiones y trabajos que no existían cuando nosotros íbamos al colegio. ¿Cuantos de nuestros padres eran profesores de Taekwondo, monitores de spinning, peluqueros de perros, dueños de hoteles caninos, instructores de yoga, diseñadores gráficos, conductores profesionales de drones o consultores en gestión del conocimiento? ¿qué trabajos son los más demandados para 2017? Especialista en Big Data, expertos en SAP y Business Intelligence, arquitectos Cloud, es decir, la aplastante mayoría están relacionados con el manejo de tecnología. Cada nueva tecnología que irrumpe, crea una nueva industria. Basta observar el impacto de la telefonía móvil. Cuando me incorporé al mundo laboral, los dueños de los primeros teléfonos celulares los llevaban en su automóvil (con una pequeña antena en el techo), tenían un precio prohibitivo y sufrían la incredulidad general ¿para qué puede querer alguien un teléfono en el coche? 25 años después, emergió una industria colosal de investigación, diseño, fabricación y venta de smartphones, de planes de conexión, de infraestructura, de desarrollo de software, de servicios, de apps… Los avances tecnológicos siempre hicieron que se perdiesen trabajos: desapareció el herrero que colocaba herraduras a los caballos junto con el conductor de la diligencia y prosperó una industria de fabricación de automóviles, empresas de neumáticos, petroleras que refinan combustible, talleres mecánicos, empresas de transporte, de seguros, de autopistas, etc. El mercado laboral seguirá cambiando cada vez más deprisa igual que los modelos de negocio (Netflix, Uber o AirBnB son ejemplos obvios). Evolucionará el trabajo y la forma de trabajar, lo que cambiará a los trabajadores y sus competencias. Eso nos obligará a redefinir el concepto mismo de trabajo: El cómo, el dónde y el qué del trabajo es distinto de hace 5 años y seguirá transformándose. El trabajo hace ya tiempo que dejó de ser un lugar. Hay semanas en las que apenas piso mi oficina, hace años que no llevo corbata, trabajo con un equipo de personas distribuidas por el planeta y entregando servicios que no existían hace tan solo una década. Cuando finalicen su etapa educativa, a nuestros hijos no les estará esperando un empleo (y menos para toda la vida). No solo competirán en un mercado laboral distinto con otros jóvenes bien educados, sino también con máquinas. Habrá mucho trabajo, pero no habrá empleo. Una habilidad esencial será crearte tu propio empleo, convertirte en una oferta de valor (qué problema resuelvo a mis clientes y qué conocimiento tengo para ello) y ser consciente acerca de qué necesitas aprender para lograrlo. Todo esto desembocará en el nacimiento de nuevos tipos de organizaciones (públicas y privadas), un nuevo tipo de relación con sus integrantes basada en el conocimiento y un nuevo tipo de sociedad con instituciones y reglas diferentes.
¿Y qué impacto generará este panorama sobre la educación?
Se acaba de publicar un estudio que demuestra que el 97,2% de los conductores suspendería la prueba teórica del examen de conducir si volviera a hacerla de nuevo. ¿Qué hacemos, les retiramos el carnet a todos? Lo interesante es que, en breve, no necesitaremos aprender a conducir. Si descendemos a nivel del aula, existen ya prototipos de robots-profesores y abundantes tecnologías que se emplean para enseñar. Pero lo crucial pasa por la mirada estratégica. El porvenir va a ser brillante excepto si crees que lo puedes enfrentar con lo mismo que sabes hoy en día. La tecnologización demandará habilidades cada vez más especializadas para personas y organizaciones. Para abordar el mundo que viene necesitamos identificar el conocimiento que será valioso (aquello que las máquinas no hacen) y aprenderlo. Y para ello, el sistema educativo tendrá que cambiar un curriculum que ni siquiera sirve para enfrentar los desafíos actuales. Las máquinas tienen una capacidad infinitamente superior a la nuestra para almacenar información y mayor rapidez para procesarla, que es justo lo que exigimos a los alumnos en su trayectoria educativa. Volviendo entonces a la pregunta a mis amigos neurocientíficos ¿para qué tiene sentido entonces usar el cerebro? ¿seguimos enseñando las cosas que las maquinas hacen mejor que nosotros? ¿seguimos enseñando de la misma manera? Es obvio que Google podría hacer una buena prueba PISA, pero … ¿sabe educar a un niño? La automatización nos obliga, no tanto a una mejor educación sino a una educación diferente.
Dado que la tecnología cambia los tipos de trabajo y el mercado del trabajo en sí mismo, eso hace que cambien las competencias que se requieren para operar en él. Es por eso que debemos enseñar aquello en lo que los humanos tenemos ventaja en lugar de continuar educando para memorizar y calcular. Si seguimos "fabricando" humanos que traten de competir con las máquinas en su terreno, los estaremos condenando sin remedio. Hace años que un humano no puede ni soñar con derrotar a una máquina jugando al ajedrez...  Necesitamos gobiernos que, de verdad, impulsen y apoyen el aprendizaje para toda la vida de sus ciudadanos, equipándolos para adaptarse al cambio tecnológico. Ni mucho menos el objetivo consiste en educar únicamente para trabajar. Pero preparar a los jóvenes para que disfruten de una vida laboral estable y plena es uno de los regalos más importantes que podemos prometerles.
Cómo siempre ha sucedido, en el futuro, el secreto no será el empleo, sino el conocimiento. La lucha entre las personas y las máquinas es por el conocimiento.

Resumiéndolo de manera simple, necesitamos decidir qué es importante aprender y cómo hacerlo, y preparar a niños y jóvenes para aprender permanentemente. Dado que nuestros hijos van a competir con máquinas, no necesitamos introducirles más información en el cerebro sino asegurarnos de que aprenden a pensar y a tomar las decisiones adecuadas. Las máquinas son buenas para hacer lo que se les manda mientras nosotros somos buenos para hacer lo que nos gusta. ¿Llegarán las máquinas a entender el mundo como los humanos? Imposible saberlo, pero si examinamos el increíble avance de la ciencia, me inclino a pensar que si, solo que todavía no hemos descubierto cómo hacerlo. Mientras tanto, en lugar de mantener el sistema educativo actual para tratar de mejorarlo, el camino más inteligente es alumbrar uno nuevo. Un viejo proverbio chino sabiamente nos señala "No temas envejecer, teme quedarte quieto, no cambiar".
PD: Chile está sufriendo una devastadora ola de incendios sin parangón a lo largo de su historia. Si hablamos de conocimiento, lo que verdaderamente me preocupa es ¿qué aprenderemos de esta tragedia? ¿alguien se atrevería a prometer que el próximo verano no se repetirá algo similar? No soy optimista.

 
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¿Y DE NUESTROS HUMEDALES QUÉ HAY?

Nota del Director de www.granboyaca.org. Ante los ojos de muchos de nosotros han desaparecido muchos humedales en Colombia y en Boyacá. Nuestras ciudades en crecimiento urbanístico han devorado de manera insaciable estas reservas de la naturaleza indispensables para el equilibrio medioambiental. Tunja, capital del departamento de Boyacá es una muestra inequívoca de esta afirmación. Las demás ciudades de Boyacá y muchas del país, al parecer, no se quedan atrás en ese afán de "modernizar" y ocupar más y más espacio urbano, en fenómeno empujado por el crecimiento poblacional vegetativo, las migraciones campo-ciudad, la inseguridad rural, la falta de infraestructura física y social, de equipamientos básicos y de incentivos para incrementar la productividad y la producción rural, las nuevas condiciones y expectativas socieconómicas de la población y otros factores también determinantes. En nuestro medio, pocas voces se oyen para fomentar la conservación y mantenimiento de los humedales como reserva ecosistémica y de sustentabilidad de la vida en los territorios. Este tema no tiene dolientes y las leyes de oferta y demanda del mercado de la construcción urbana logran imponer sus condiciones particulares para allanar todos los caminos hacia la desaparición provocada de alta proporción de los humedales tanto urbanos como rurales. Se sabe que la conveniencia social  debería ser prioritaria sobre la privada; pero las prácticas gerencial, dirigente y política no coinciden con esa prioridad. En la teoría se sabe qué es lo que debe hacerse pero, lamentablemente y a la vista de todos, las decisiones y los proyectos se distancian de lo que debiera ser. El mayor esfuerzo tiene que ser de sentido común, cultura ciudadana y de concientización que comprometa de verdad clara y positivamente a todas las comunidades y a sus intérpretes, representantes y dirigentes. Lo contrario es la destrucción creciente, incontrolable e irreversible de los humedales y demás ecosistemas.
Hugo Arias C.
Director de CGB - Centro de Pensamiento para el Desarrollo GRAN BOYACÁ
Nuestro contacto: granboyaca@gmail.com
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 Opinión. Día Mundial de los Humedales: La prevención es una prioridad

Humedal 2
© Fundación San Carlos de Maipo
Desde el 2 de febrero de 1977 se conmemora el Día Mundial de los Humedales. Si hoy los pulmones de la tierra son nuestros bosques y sus riñones son los Humedales, lamentablemente no gozamos en absoluto de buena salud.
Hemos visto, principalmente por la intervención humana, que estos recursos han ido perdiendo espacio y que su estado se deteriora sin contar con elementos protectores que garanticen la sostenibilidad de sus ecosistemas y biodiversidad.
Las extensiones de totora (habituales en los humedales) sin un adecuado cuidado y manejo pueden constituir factores de riesgo. De hecho, en diciembre del año pasado un incendio forestal arrasó más de 110 hectáreas del humedal Tubul-Raqui de Arauco.
Por tal razón, y ante los primeros incendios que bordearon la zona de protección del Humedal de Batuco, la Fundación San Carlos de Maipo, en conjunto  a organizaciones  locales, desarrolló un trabajo de formación de brigadistas  para apoyar la labor de Bomberos y CONAF en un plan preventivo de alerta temprana.
Durante 2016 la Fundación inició un proceso de restauración del Humedal de Batuco, en conjunto con organizaciones locales, para preservar este importante patrimonio ambiental.
Hoy el proceso avanza en una primera fase de diagnóstico detectando las amenazas más relevantes y urgentes de resolver, donde una de las más importantes es el resguardo del balance hídrico, que requiere la reposición de las compuertas que permitan la existencia del cuerpo lacustre en época estival.
Es de vital importancia reactivar el trabajo público – privado avanzando hacia una protección real del patrimonio ambiental. Hoy existen nuevas herramientas que posibilitan una mayor participación de la sociedad civil, pero falta mucho en materia de recursos y capacidades. Creemos que debemos avanzaren fortalecer la colaboración entre la Sociedad Civil y el Estado.