BOYACÁ, UN DEPARTAMENTO PROMISORIO





HUGO SUÁREZ FONSECA
Ingeniero de Transportes y Vías , egresado de la UPTC
hsuarez45@hotmail.com

Quien escribe, es un boyacense que hace cuarenta y un años, por razones de trabajo, vive en Barranquilla ciudad a la que mi familia y yo le estamos agradecidos por su hospitalidad y porque  su gente, desde un principio, nos  permitió desarrollar nuestra actividad profesional sin ningún tipo de recelo o rechazo. Quien está dedicado a su trabajo honestamente, es respetado y acogido  por  personas humildes y por poderosos ejecutivos de esta ciudad, sin excepción. Barranquilla es una ciudad cosmopolita compuesta por sus habitantes naturales, por gente oriunda de muchos países especialmente europeos y, también, por personas de diferentes regiones de Colombia.

A los diez años de vivir en esta ciudad, con mi señora y mis dos hijos pequeños, planeamos  unas vacaciones por Boyacá y viajamos por tierra. Cuando subimos a Arcabuco el panorama y el clima cambiaron sustancialmente, el verde de los campos y el frio me identificaron con mis ancestros  y descubrí que mi departamento era verdaderamente bello. Después de diez años de dejar de verlo, tuve que reconocer lo hermosa que es mi tierra. 
La base de estas vacaciones fue Paipa, pero dimos un rápido recorrido por Tunja,  ciudad, entonces, sin cambios sustanciales, pasamos por la Universidad UPTC, aparentemente, tampoco tenia cambio alguno. Los recuerdos fluían a velocidad sin puntos y comas, y mientras tomábamos el rumbo hacia Paipa con mi señora,  que también estudió en esta Universidad, no parábamos de hablar de nuestros recuerdos.

Paipa definitivamente es el paraíso, con sus aguas termales, sus hoteles, su Centro de Convenciones, sus eucaliptos y sus pinos, el Pantano de Vargas, las almojábanas, el queso y el sabajón, los duraznos ciruelas y manzanas, pero principalmente la gente  sencilla y amable. Hoy, mis hijos, ya mayores, recuerdan gratamente esas vacaciones.

Siempre estamos pendientes de la prensa hablada y escrita sobre noticias de mi querida tierra, estas son pocas a nivel nacional, y siempre cuando aparece algo es para reseñar buenas noticias. Para un país en guerra como el nuestro, afirmar que la capital
de departamento más segura de Colombia es Tunja por encima de San Andrés es algo destacable. Hace cuatro meses la revista Semana sacó una separata sobre Boyacá. Ampliando el aspecto de seguridad a todo el departamento  dice la revista por ejemplo, que en Toca hace 26 años no ocurre un homicidio y que en 85 municipios durante el año 2014 no han ocurrido homicidios. Si bien es cierto que hay lugares  bien identificados como violentos como el norte donde hay focos de guerrilla,  parte del occidente en los municipios esmeralderos en donde se afecta la seguridad por la supremacía de poder entre quienes manejan este negocio, y en el área cercana al rio Magdalena; Boyacá es un departamento muy seguro. La razón básica es que en la mayor parte del área del departamento no hay latifundios. Los campesinos aman su tierra, son propietarios y no aceptan que nadie le ponga condiciones para disponer de sus  pequeñas o medianas parcelas. El país está muy cerca de lograr la tan anhelada paz con el proceso que se adelanta en La Habana, y desde ya se discute como serán los planes para el post conflicto en el que ya se afirma será tortuoso y más difícil que la misma guerra. Para Boyacá, si bien tendrá que afrontar esta situación, tal vez es el departamento con menos dificultades y costos para resolver los fenómenos de desplazamiento y reparación para las víctimas. Considero que esta circunstancia  es para Boyacá una oportunidad para crecer aceleradamente y centrar sus esfuerzos en proyectos productivos que mejoren las condiciones de vida de sus habitantes.

Tuve la oportunidad de regresar a Tunja a finales del mes de noviembre de este año con motivo de la celebración de los cincuenta años de habernos graduado como bachilleres en el Colegio Salesiano Maldonado. Fueron dos días emocionantes, el encuentro con buena parte de los compañeros con quienes no nos veíamos hace muchos años. Nos costó trabajo identificarnos por el cambio de rasgos, aumento de arrugas, poco pelo y abultada barriga en algunos pero con el entusiamo  y ánimo intactos para contar anécdotas, recuerdos personales, de nuestra ciudad y nuestro querido colegio.

Desarrollamos, en un acto académico en compañía de  los alumnos de la promoción 2014, el tema de la ciudad en nuestra época (década del sesenta ) y la actual. Resumo los aspectos mas relevantes:

Tunja era una ciudad de setenta mil habitantes y veintiocho mil estudiantes con una  Universidad que quedaba hacia las afueras de la ciudad, solo había cuatro buses urbanos cubriendo la ruta Plaza de Bolívar- Universidad y podemos decir que asistíamos al colegio a pie en dos jornadas diarias. Los viernes que era el día del mercado grande, la afamada banda departamental a las doce del día al lado de la estatua de Libertador en la plaza de Bolívar , daba su concierto que era escuchado por las principales autoridades encabezadas por el gobernador, el alcalde y en absoluto silencio los ricos y los pobres, los campesinos y los estudiantes escuchábamos tres piezas clásicas y se remataba el concierto con un bambuco o guabina  o cualquier aire colombiana. ¡ Que bella época.!
Alberto Mateus joven amante de la cultura , con gran esfuerzo, organizaba la Semana de la Cultura con algunos conciertos, música de cámara, algunas corales  que nos visitaban principalmente de Bogotá.
En deportes, el ciclismo siempre ha marcado la pauta. Recuerdo al primer boyacense que ganó la vuelta a Colombia. Roberto “pajarito” Buitrago y posteriormente grandes estrellas como Rafael Antonio Niño “el niño de Cucaita y otros.
Si había algún  partido de futbol de orden interdepartamental la única cancha era la de la Universidad y si era de basquetbol el partido se realizaba en la cancha de la Policía.  Uno de nuestros compañeros cuyo padre era fotógrafo aficionado nos permitió recordar como era la ciudad del antes y después y sin ser expertos  coincidimos  en que nuestra ciudad tiene una historia excepcional que bien vale la pena reconocerla porque escrita está;  nos falta preparar las nuevas generaciones para que la cuenten ,pero BIEN CONTADA. Las historias bien contadas tienen  gran valor y un atractivo sin precedentes. Para citar un ejemplo, Cuzco en el Perú, recibe cinco millones de turistas al año que visitan esta Ciudad y Machu Pichu, .Tienen unos guías con título profesional que aprenden en varios idiomas para contar bien la historia de la cultura del Imperio Inca y ese es el mayor atractivo y ahí están los resultados.

Hoy, Tunja es una ciudad de ciento ochenta mil habitantes, con ochenta mil estudiantes y siete universidades que le siguen dando su condición de centro de estudios regional con muy buenos resultados académicos.
Es sorprendente que la ciudad de nuestra juventud hoy se llama – El Centro Histórico- Por sus vías angostas  la movilidad vehicular se dificulta y por eso las autoridades han tenido que establecer el pico y placa. La UPTC está rodeada de nuevos barrios y el casco urbano se alarga acercándose rápidamente a Cómbita y Oicatá.

Era impensable en nuestra época que Tunja hoy tenga un estadio para veinticinco mil espectadores y dos equipos profesionales, uno con título a nivel nacional que le permitió jugar una Copa Libertadores y otro equipo bien ubicado en la tabla este año. Así mismo dos  coliseos cubiertos con dos equipos profesionales de basquetbol. Y que decir de nuestros ciclistas. Nairo Quintana es un ciclista superdotado física y mentalmente. Su preparación desde niño a tres mil metros sobre el nivel del mar le ha dado una potencia superior a la de los más afamados ciclistas. Sus triunfos como el Giro de Italia no lo han obnubilado y por el contrario su humildad y facilidad para opinar certeramente sobre su trabajo y su fama hacen de él un personaje excepcional. Lo acompañan en este grupo de excelentes ciclistas Winner Anacona y Miguel Angel López este último ganador del tour de L¨Avenir en 2014.
Boyacá ocupó el tercer puesto en los últimos Juegos Nacionales, con menos presupuesto y menor número de participantes en comparación con Bogotá, Cundinamarca, Antioquia, Valle, Santander  y otros departamentos. En deportes como el taekwondo y canotaje arrasaron con la mayoría de las medallas de oro. El taekwondo es exitoso porque en Sogamoso se practica este deporte en un centro de alto rendimiento exclusivo para esta actividad.
Paipa es visitada por atletas de talla internacional buscando alturas entre los 2600 a 2800 metros sobre el nivel del mar con el fin de mejorar su capacidad respiratoria. Por esta razón el gobierno ha determinado que en Paipa se construya un centro de alto rendimiento para atender la demanda de deportistas que requieren un servicio integral. Para tal efecto están destinados 4000 millones de pesos para construir esta obra que será entregada en el año 2017.
La semana cultural que se desarrolla  en Tunja permite a los boyacenses disfrutar de conciertos, teatro, pintura y diferentes manifestaciones del arte, que según entiendo, la sigue coordinando Alberto Mateus. Hoy participan  en este evento más de cincuenta países.
Finalizado el encuentro,  teníamos previsto con mi señora, pasar tres días en Paipa, un verdadero paraíso. Los boyacenses  acostumbrados a ver esta región permanentemente de pronto no valoran la dimensión de   la belleza y la tranquilidad que nos dispensa esta pequeña ciudad y su entorno. Creemos que el potencial turístico de Paipa que creció en la década de los ochenta en el siglo pasado, cuando se construyó el Centro de Convenciones se quedó estancado. Nos preguntamos por ejemplo, qué nuevo hotel de línea internacional se ha construido  en los últimos veinticinco años que pueda vender  planes de turismo a todo nivel? Sería interesante revisar las razones por las cuales al turismo en Paipa y en general en todo el departamento no se le ha dado la importancia que se merece.
Nos propusimos ir al Lago de Tota, pues era imperdonable que este gigante cuerpo de agua enclavado en la cordillera a tres mil metros sobre el nivel del mar , no fuera conocido por nosotros.  A cuarenta y dos kilómetros de Sogamoso por la carretera al Llano en bastante buen estado, aparece este bello lago, al que según dicen los expertos no se le ha dado un trato adecuado y su nivel  de agua ha descendido dramáticamente. Afortunadamente organismos internacionales están apoyando al departamento para mejorar el uso del agua. Pasamos por Aquitania y nos llamó la atención que los domingos, sin tener una fiesta especial todo el pueblo se congrega en la plaza, todos no caben en la iglesia- para escuchar el sermón de un elocuente sacerdote. El plato típico, por supuesto es la trucha arco iris, preparada en diferentes recetas . El regreso lo hicimos por Cuítiva cuya carretera esta destapada. En este municipio vimos a unos niños con uniforme al parecer miembros de una banda de música. A partir de ahí la carretera esta pavimentada pero en algunos puntos la banca esta desprendida. Llegamos a Iza y también había gran movimiento. Una banda  conformada por niños no mayores de doce años, tocaba ritmos caribeños y a un costado de la plaza  las señoras del pueblo vendían deliciosos postres. Preguntamos qué fiesta celebraban y la respuesta es: “ninguna, todos los domingos hacemos lo mismo”. Seguimos hacia Sogamoso una ciudad de gran movimiento a pesar de ser domingo, sus almacenes abiertos, los parques llenos de niños acompañados de sus padres. Pasamos a Nobsa, en la plaza había un templete y en él unas niñas y jóvenes bien vestidos de negro conformaban unas coral y su canto era escuchado con respetuosa atención. La misma pregunta. El templete siempre se arma los domingos y por él pasan muchas actividades lúdicas. Después de conocer y ver todo esto hay una respuesta obvia EL AMOR A LA TIERRA, LA EDUCACION, EL DEPORTE Y LA CULTURA HACEN DE BOYACA UN DEPARTAMENTO DE PAZ.
Al terminar la visita a esta parte de nuestro departamento  hacemos eco  a tres proyectos que le darán gran impulso a Boyacá que lidera el ingeniero Hugo Arias Castellanos,  nuestro primer ingeniero egresado de la UPTC , Alcalde de Tunja, Rector de la UPTC y muchos otros cargos a nivel Nacional y Departamental

EL METRO DE SUPERFICIE  TUNJA- SOGAMOSO
Este proyecto que pareciera utópico no lo es porque en Medellín hace aproximadamente treinta años, sus tercos y visionarios dirigentes previeron la movilidad vehicular a futuro de la ciudad y con gran esfuerzo lograron convencer al gobierno  para  que la nación le apostara  a esta maravillosa obra. La otra cara de la moneda es Bogotá que para la época triplicaba en habitantes a Medellín, los dirigentes de la capital del país no pudieron asumir el reto y hasta ahora, reconociendo los errores por fin  dan viabilidad a la construcción del metro.
Los dirigentes del departamento de Boyacá deben aprender  de los ejemplo atrás citados. El crecimiento acelerado de cuatro ciudades- Tunja-Paipa-Duitama y Sogamoso unidas hoy por una doble calzada de menos de setenta kilómetros a futuro será insuficiente para soportar la movilidad vehicular que se generará por el desarrollo de las mismas. Tunja creciendo al norte  Sogamoso y Duitama prácticamente unidas creciendo hacia el sur, Paipa creciendo para ambos lados, llegará el momento en que la hoy doble calzada- dos carriles por calzada- se convertirá en la hoy Avenida Caracas-Autopista Norte de Bogotá cuyo recorrido  Soacha- La Caro-puede durar (por la congestión vehicular) tres horas siendo optimista. Hoy en Tunja desde la unión de la avenida circunvalar con la entrada  a la ciudad en la parte norte ya presenta reiterada congestión y no es extraño que el pico y placa utilizado para el Centro Histórico se extienda al resto de la ciudad. No tuvimos oportunidad de verificar en Duitama y Sogamoso pero a nuestro paso por estas ciudades la velocidad es baja.
La solución que se propone es utilizar  en su mayor parte el área del actual ferrocarril para construir un  metro  cuya longitud será de aproximadamente setenta kilómetros,  trocha ancha en dos vías  para lograr una velocidad promedio de sesenta  k/h. El impacto ambiental será fácil de  aprobar primero porque se utilizarán en buena parte los terrenos de la actual vía  férrea y segundo porque la operación del metro será amigable con el medio ambiente por el uso de energía eléctrica en su movilización.
Las estaciones las construirán la empresa privada, conozco  el metro de Atlanta cuyo recorrido dentro del centro de la ciudad es subterráneo y a las afueras es de superficie en donde hay espacios poco habitados, entonces, las estaciones son centros comerciales con excelentes espacios para parqueo gratis. Entre Tunja y Paipa se puede aplicar lo mismo, que tal una estación con el parque Panaca , otra con un Centro de artesanías y un área para juegos mecanizados etc.
Lo más difícil es la ambientación del proyecto. Juegan un papel clave inicialmente, la Academia y las Cámaras de Comercio. Con estudios serios y consistentes por parte de las Universidades y el apoyo de los gremios  QUE SON LOS LLAMADOS A APROPIARSE  DE ESTE PROYECTO se puede lograr un buen resultado.
 Recuerdo cuando llegaron por el puerto de Barranquilla los primeros vagones del metro de  Medellín; allí estaba Fabio Echeverri Correa con la plana mayor de la Andi, verificando los detalles de la operación de descargue  y la emoción y alegría que no podían ocultar,  al ver que después de muchos esfuerzos era realidad su proyecto,
 La coyuntura actual del interés de integración de las Cámaras de Comercio se visualiza en la opinión  de los directores de las mismas. Cito textualmente un titular de Semana en su separata ya mencionada. “TUNJA , PAIPA, DUITAMA Y SOGAMOSO TRABAJAN PARA SACAR ADELANTE PROYECTOS CONJUNTOS COMO SOCIOS DEL SISTEMA DE CIUDADES”  y en un aparte del contenido dice “ Un informe del sistema de ciudades colombianas señala que el 76% de la población del país se encuentra en grandes urbes, las cuales producen el 85% del PIB . Se estima que para el 2050 la proporción de colombianos que vivirán en centros urbanos será del 85%, es decir, cerca de veinte millones de personas más.

EL AEROPUERTO
Paradójicamente en el área de estudio existen tres aeropuertos en los cuales no aterrizan aviones; esporádicamente a Sogamoso llegan algunas avionetas procedentes de los llanos. El aeropuerto de Tunja fue inaugurado en 1956 cuando todavía en Bogotá el aeropuerto que funcionaba era el de Techo. El Dorado era apenas un proyecto. Algún gobernador visualizó el futuro del turismo, y construyó un pequeño aeropuerto en Paipa. Cincuenta años después la situación no cambia. Los ejecutivos del sector público y privado siguen viajando por carretera a un costo elevadísimo por la pérdida de tiempo  al viajar por carretera pero más grave aun, soportar los trancones de dos y tres horas para llegar a su destino en Bogotá. Tienen que viajar desde el día anterior para cumplir una cita o llegar a tiempo a El Dorado para tomar un avión. Podemos tener una supercarretera pero nunca reemplazará el uso del avión. Riohacha pequeña capital del departamento de la Guajira tiene aeropuerto para atender aviones jet A320 de 150 pasajeros. Ojalá lo escrito en la revista Semana se cumpla. Adecuar UNO, un solo aeropuerto  de los ya existentes bastaría para  cambiar ciento ochenta grados la imagen de Boyacá.

TURISMO
La industria sin chimeneas cuya materia prima en Boyacá es  abundante y privilegiada y cuyo desarrollo no es muy acentuado en la agenda de prioridades de nuestros gobernantes., pues  nos hemos conformado con lo hasta ahora hecho en la década de los ochenta como ya lo hemos dicho en párrafos anteriores. El desarrollo del turismo va ligado a la voluntad política de la autoridad que tenga que ver con el ramo y a la promoción y facilidades que se ofrezca.  Es hora, que la Academia emprenda  verdaderos programas de Hotelería  y Turismo para que guías profesionales presten un servicio eficiente a los turistas en varios idiomas y estudien   aplicadamente nuestra historia. Como decía anteriormente contar bien las historias genera un interés inusitado en el turista que quiere volver. El policía que cuenta en detalle la batalla de Boyacá,  lo hace con un gran entusiasmo, conocimiento y patriotismo sin igual  , pero si  el turista  es japonés sueco o italiano que hablan inglés, hasta ahí fue narración. En los hoteles todo el personal debe ser bilingüe para atender al turista extranjero lo mismo que hoy hacen con el que habla español. De verdad es reconocida la atención y amabilidad en el actual personal.
El turismo va de la mano con las facilidades de transporte. A un turista no se le puede exponer a un trancón entre el aeropuerto el Dorado y  La Caro de ahí la importancia de tener un aeropuerto adecuado para comodidad de los turistas.
Si las políticas sobre el turismo mejoran, es indudable que las estadísticas sobre número de visitantes no serán de ochocientos mil por año como se pronostican sino que llegarán fácilmente a más de dos millones que permiten más fuentes de trabajo e inversiones que mejorarán el recaudo de impuestos.. y bienestar para los boyacenses.
De paso vale la pena que las universidades que tienen facultad de Medicina abran posgrado en medicina deportiva tan en auge ahora que el deporte está en primer plano en el Departamento por cuenta de sus éxitos dentro y fuera del país .

Hasta aquí, la opinión de un boyacense que desde fuera ama su tierra y desea lo mejor para sus habitantes, convencido  que  la tenacidad y conocimiento de sus dirigentes pueden lograr un Departamento promisorio.

granboyaca@gmail.com

"No puedes innovar sin gestionar el conocimiento"





DIC I E M B R E - 2 0 1 4
 
No puedes innovar sin gestionar el conocimiento
Javier Martínez Aldanondo
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl y javier.martinez@knoco.com Twitter: @javitomar
"Cambiar de respuesta es evolución, cambiar de pregunta es revolución" (Jorge Wagensberg).
No cabe ninguna duda de que la innovación es la nueva religión de nuestros días. Resulta casi imposible encontrar a nadie que se manifieste en contra del culto a esta nueva diosa o, al menos, dispuesto a levantar la voz para discrepar de tanta adoración. Sin embargo, la innovación tiene cosas novedosas y otras que no lo son tanto. Innovar es sinónimo de cambiar y de aprender. La historia de la humanidad es la historia de la innovación. Si el hombre primitivo no hubiese innovado, todavía seguiríamos viviendo en las cavernas. El ser humano siempre ha estado obsesionado por mejorar y crear cosas nuevas, pero siempre estuvo limitado por su conocimiento. Una vez que el tiempo se erigió como un factor decisivo para los negocios, la velocidad a la que opera el mundo se ha acelerado exponencialmente (y no estoy seguro sí estamos preparados para un ritmo tan vertiginoso). Lo que comúnmente se conocía como "inventar" ha sido bautizado con un nombre mucho más comercial y atractivo. Por si fuera poco, se ha eliminado el componente "mágico" que tenía el oficio de inventor, sistematizando el proceso de innovación mediante numerosas metodologías. Pero lo realmente inédito es que las empresas la han declarado como uno de sus valores corporativos y por ende, como un elemento estratégico. Esa declaración formal y comprometida les está costando un esfuerzo gigante a las organizaciones que se ven obligadas a acompañar las palabras con hechos y con resultados. Y en cierto modo, lo que está ocurriendo es normal: las empresas tienen que aprender a innovar porque no saben cómo hacerlo ya que no fueron diseñadas para ello. Convertirse en organizaciones innovadoras, pasar de tener empleados obedientes a colaboradores proactivos y desafiantes es un proceso de aprendizaje para millones de empresas que no llevan en su ADN este gen. Muchos profesionales quieren innovar, pero no encuentran como canalizar dicho impulso al interior de sus instituciones.
Existe el convencimiento unánime, bastante fundado por otra parte, de que si no innovas estás en peligro de muerte. Sin embargo, un aspecto de la innovación me resulta incomprensible: Los proyectos de innovación, mediante los cuales se persigue desarrollar productos o servicios innovadores, casi nunca tienen en cuenta al conocimiento ni desde el inicio, como la materia prima esencial para la consecución de los objetivos que se persiguen, ni tampoco al final como resultado del proceso ya que toda la atención se concentra precisamente en el producto o servicio innovador. Resulta extraña esta omisión cuando los profesionales que se dedican a la innovación reconocen que todo proyecto de innovación es un proceso de gestión del conocimiento. Meses atrás recibí un documento que incluía un gráfico explicando que entre 2010 y 2013, una empresa había realizado 23 proyectos de innovación que le habían reportado 30 millones de dólares. ¿Qué creen que cambió al interior de esa compañía en ese lapso? Que al cabo de 3 años, esa empresa cuenta con conocimiento que, por ahora, vale 30 millones y que antes no tenía. La Innovacion es intensiva en conocimiento y no tanto en capital. En realidad, toda innovación es un conocimiento, algo nuevo que antes no existía. Igualmente, todo conocimiento fue en su momento una innovación que nace como una alternativa original y a veces única, y que posteriormente se comoditiza, va envejeciendo y en ocasiones muere sustituido por otra innovación posterior. Por eso necesitamos rentabilizar el conocimiento antes de que caduque y sea inservible.
Si consideramos la innovación como un proceso de gestión del conocimiento, todo proyecto necesita considerar la manera en que va a administrar el conocimiento en 3 momentos: Antes de empezar, durante la ejecución del proyecto y al finalizar el mismo.
1. Antes de comenzar el proyecto: Qué conocimiento necesitamos para que el proyecto sea exitoso. En esta instancia, cada proyecto de innovación necesita contar con un plan de gestión del conocimiento del proyecto que explicite: qué necesitamos saber antes de empezar (por ejemplo quien ha intentado antes algo similar), dónde lo vamos a encontrar, cómo lo vamos a incorporar y cómo entregaremos lo que aprendamos al final del proyecto. Una de las acciones que mayor impacto tiene a la hora de gestionar el conocimiento consiste en escoger a los integrantes del equipo en función, precisamente, del conocimiento que aportan al proyecto. Dado que innovar significa crear algo nuevo que no existía antes (y que sea rentable o al menos económicamente viable), no puedes pretender iniciar un proceso de innovación sin contar con conocimiento de ese ámbito en el que pretendes innovar. Por ejemplo, yo no podría innovar en tratamiento del cáncer o nuevas fuentes de energías renovables porque no tengo ningún conocimiento en dichas disciplinas. Para innovar hay que tener conocimiento y cuanto más conocimiento tienes, más quieres tener puesto que el conocimiento siempre llama a más conocimiento. Ese conocimiento especializado es el punto de partida ineludible para comenzar a generar ideas, detectar anomalías o formular preguntas respecto de cómo podrían ser las cosas. Esas ideas tienen que dar paso después a una serie de hipótesis que a su vez deben ser comprobadas mediante experimentos de cuyos resultados se obtienen conclusiones acerca de lo que funciona (y hay que mantener) y de lo que no funciona (y hay que corregir). En realidad, innovar es una manera elegante de referirse al viejo método de ensayo y error. Por tanto, es fácil de en tender que la innovación es un proceso intensivo en conocimiento, primero de la temática específica de que se trate y luego del proceso en el que se va progresando y de los resultados que vas obteniendo. Cuando Boeing decidió construir el 787 Dreamliner que sería el avión de pasajeros más revolucionario creado en 60 años, era consciente de que el éxito de este proyecto dependía del conocimiento depositado en las cabezas y las manos de sus ingenieros, la mitad de los cuales estaban peligrosamente cerca de la edad de jubilación. Ahora bien, a veces, el conocimiento puede convertirse en un obstáculo, ya que no son pocos los expertos que están convencidos de que cuanto más saben, menos creen que necesitan aprender. La certidumbre anula la capacidad de cuestionar, de imaginar nuevas opciones, hacerse las preguntas adecuadas y renunciar a las verdades conocidas. Por eso mismo, se requiere enriquecer los procesos de innovación incorporando otros conocimientos complementarios, heterogéneos e incluso dispares que permitan asegurar diversidad de experiencias, de opiniones y de puntos de vista al interior del equipo.
2. Durante el proyecto: De qué forma vamos a capturar el conocimiento generado durante el proyecto, como garantizamos a los integrantes del equipo que contarán con el conocimiento que necesitan para cumplir sus objetivos y sobre todo, cómo nos vamos a asegurar de que aprendemos a medida que el proyecto avanza y que el conocimiento se aplica. Desgraciadamente, son mayoría absoluta los proyectos que, obsesionados con cumplir su carta Gantt, con los hitos y entregables comprometidos o con los presupuestos, no dejan espacio alguno para reflexionar respecto del avance y asegurarse de que tiene lugar el aprendizaje requerido. Se atribuye al Ejército de EEUU la creación de una técnica (ya bastante difundida) bautizada como After Action Review donde el equipo del proyecto reflexiona periódicamente (por ejemplo cada semana) sobre 4 preguntas:
a. Qué debía haber pasado respecto de los objetivos que teníamos
b. Qué pasó realmente
c. Por qué la diferencia entre lo previsto y lo real (qué funcionó bien y qué no)
d. Qué podemos aprender y hacer diferente la próxima vez.
El propósito no es otro que instalar en el proyecto una cultura de aprendizaje. El proceso de Innovacion es un proceso de creación de conocimiento en el que se generan multitud de iniciativas y ensayos, siempre en pos de lograr el ansiado objetivo. Para cada uno de esos intentos, fallidos o afortunados, se realiza un intenso esfuerzo de analizar distintas opciones que tratas de comprobar y obviamente corregir cuando no arrojan resultados positivos. Ese proceso, plagado de errores y de algunos aciertos, es inmensamente rico en generación de conocimiento que estamos obligados a administrar, capturándolo y almacenándolo de manera que las iniciativas subsiguientes se lleven a cabo teniendo muy presente esos avances. Por tanto es imprescindible generar un proceso permanente de lecciones aprendidas. Si no nos preocupamos de ir dejando rastro continuo de lo que hacemos, de cómo lo hacemos y de por qué lo hacemos, cuando finalicemos el trabajo no será posible mostrar la trazabilidad del proyecto. Y lo que es peor, cuando queramos repetir el proceso un tiempo después o cuando otro equipo en cualquier otro lugar quiera abordar ese mismo desafío, encontrará enormes dificultades para hacerlo ante la ausencia de un registro pormenorizado y se verá obligado a reinventar una rueda que ya existía, repitiendo errores que sus antecesores ya cometieron. No es suficiente reflexionar esporádicamente, sino que la reflexión es un proceso continuo, permanente, es parte de las tareas diarias. Simplemente no se te puede olvidar, ni puedes argumentar que no tienes tiempo para ello. La reflexión obliga a prestar atención (algo aparentemente tan difícil en nuestros días) para no pasar por encima de las cosas sin darnos cuenta.
3. Al finalizar: qué conocimiento entregaremos como resultado del proyecto que explica la innovación obtenida y permite replicarla y globalizarla. Al final de un proyecto de innovación, todos los honores y los méritos se los llevan los productos o servicios que eran el anhelado objetivo inicial. En muy contadas ocasiones se considera también relevante entregar como otro producto valioso, el conocimiento generado durante el proyecto. Para ello, resulta imprescindible hacer explícito el conocimiento usado y generado durante el proceso, la mayor parte del cuál es inconsciente y reside en las mentes de los miembros del equipo. Ello exige identificar el conocimiento aprendido, validado y utilizado por el equipo y capturarlo para uso futuro de otros equipos y proyectos. Las preguntas más importantes que este activo de conocimiento necesita responder son:
  • ¿Qué funcionó bien? ¿por qué? ¿cómo podemos repetir este éxito? Mejores prácticas
  • ¿Qué no funcionó tan bien? ¿por qué no? ¿cómo podemos evitarlo la próxima vez? Lecciones aprendidas
Invertir en conocimientos siempre produce los mejores beneficios (Benjamin Franklin)
La innovación y la gestión del conocimiento son 2 caras de la misma moneda, unidas por sólidos vasos comunicantes. Mientras innovar es hacer las cosas por primera vez, gestionar el conocimiento es hacerlas 2 o más veces. Mientras la gestión del conocimiento se centra en lo que ya sabemos, en aquello para lo que ya existe una respuesta, la innovación se centra en lo que todavía no sabemos, es decir en las preguntas. Claro que para fomentar las preguntas se necesita contar con permiso para experimentar, recibir feedback inmediato y tener tiempo para reflexionar. La gestión del conocimiento se basa en administrar lo que sabes, lo que aprendiste, mientras innovar es aprender lo que no sabes y gestionarlo. Si la gestión del conocimiento se hace cargo del conocimiento presente, actual, la innovación responde por el conocimiento futuro. El primero es el que tenemos hoy y permite que una empresa funcione. El segundo es el que la empresa no tiene pero debe adquirir si quiere seguir operando o si lo que busca es abordar nuevos mercados y clientes o desarrollar nuevos productos o servicios. Avanzar hacia el futuro es lo que obliga a desarrollar nuevo conocimiento
Los procesos de innovación ya no pueden conformarse únicamente con aportar un producto o servicio original sino que deben comprometerse a entregar 2 cosas más: cómo lo hiciste (qué camino recorriste para llegar a ese resultado de forma que sea fácilmente replicable de nuevo) y por qué lo hiciste así y no de otra manera (y qué consecuencias tuvo hacerlo así y en caso de hacerlo de nuevo, qué mantendrías y por qué y qué cambiarias y por qué).
¿Qué crees que haces cuando innovas? Seas consciente de ello o no, lo que haces es gestionar el conocimiento, que es la única manera de cumplir la promesa de innovar.


 
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10-dic-2014

El programa EcoMicro del Fondo Multilateral de Inversiones del BID gana premio mejores soluciones climáticas de las Naciones Unidas

EcoMicro, un programa que trabaja con instituciones microfinancieras para desarrollar productos financieros verdes en América Latina y el Caribe, ha sido seleccionado como una de las Actividades Faro 2014 por la iniciativa Impulso para el Cambio Climático de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC por sus siglas en inglés). Ecomicro, un programa cofinanciado por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), miembro del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Nórdico de Desarrollo, recibirá hoy el premio durante la Conferencia sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas COP 20 que se lleva a cabo en Lima.
A pesar de la necesidad y la demanda demostrada para el financiamiento de energía limpia en América Latina y el Caribe, muchas micro, pequeñas y medianas empresas no pueden acceder al financiamiento de las tecnologías de energía limpia o de bajo consumo energético, tecnologías que podrían reducir sus costos de energía y mejorar su competitividad. Además, los pequeños productores tampoco pueden acceder a financiamiento para actividades de adaptación que les permitan reducir su vulnerabilidad al cambio climático. EcoMicro busca cerrar esta brecha, brindándoles a las instituciones microfinancieras (IMF) las herramientas adecuadas y los conocimientos técnicos para desarrollar y ofrecer productos financieros verdes sostenibles.
“La gente pobre y vulnerable es la más afectada por el impacto del cambio climático. Tiene mucho que ganar con el acceso a tecnologías renovables en términos de ahorro de costes y mejora a su calidad de vida, pero carece de formas de financiar los costos iniciales”, dijo Nancy Lee, Gerente General del FOMIN. “Nos sentimos honrados de que nuestro innovador programa EcoMicro reciba este premio, ya que está ayudando a instituciones microfinancieras en toda la región a lograr un triunfo triple: servir mejor a sus clientes, desarrollar nuevas oportunidades de negocio y beneficiar al medio ambiente”.
EcoMicro ha permitido que las instituciones microfinancieras hagan sus operaciones más verdes y reduzcan la vulnerabilidad de sus cartera al impacto del cambio climático. Los fondos son utilizados para desarrollar, comercializar y lanzar productos financieros verdes en cada una de las instituciones microfinancieras participantes, abriendo canales a fondos privados que de otro modo no estarían disponibles para actividades climáticas.
A la fecha, 150 instituciones de la región han competido por 12 de las donaciones de EcoMicro. Siete proyectos están actualmente en ejecución y cino proyectos más están siendo desarrollados. Los aspectos destacados del programa EcoMicro en América Latina, a la fecha, son:
  • 12 instituciones microfinancieras están siendo capacitadas para desarrollar productos financieros verdes para sus actividades de mitigación del y adaptación al cambio climático.
  • Se espera que instituciones microfinancieras en México y Perú movilicen US$5,9 millones de dólares adicionales en financiamiento para proporcionar soluciones de energía limpia y de bajo consumo energético para más de 5.000 micro, pequeñas y medianas empresas en regiones pobres, lo que les permitirá reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 20 por ciento.
  • Más de 1.000 pequeños productores de Bolivia, Nicaragua y la República Dominicana reciben asistencia técnica y financiamiento en el marco de los proyectos, y ponen a prueba diferentes modelos de financiación para la adaptación.
  • En Bolivia, un fondo concesional de US$1 millón de los Fondos de Inversión Climática (CIF por sus siglas en inglés) ayudará escalar el producto y alcanzar a más de 1.000 pequeños productores adicionales.
Los ganadores de las Actividades Faro 2014 fueron seleccionadas por un panel internacional de 25 miembros como parte de la iniciativa Impulso para el Cambio Climático de la UNFCCC.
Acerca del FOMIN
El Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del grupo BID, está integrado por 39 donantes, que apoyan el desarrollo del sector privado, beneficiando la población de bajos recursos, sus negocios, establecimientos rurales y hogares. Tiene por objetivo proporcionar las herramientas para incrementar sus ingresos, asegurar el acceso a mercados y capacidades para competir en esos mercados, el acceso a financiamiento y a servicios básicos, incluyendo el uso de tecnologías verdes.
Acerca del Fondo Nórdico de Desarrollo
El Fondo Nórdico para el Desarrollo (NDF por sus siglas en inglés) es la institución financiera para el desarrollo de cinco países nórdicos. El objetivo de sus operaciones es facilitar las inversiones para que los países de bajos ingresos hagan frente al cambio climático.

* FUENTE: Comunicado de Prensa del BID

"¿..CONEXIÓN ENTRE LA EDUCACIÓN Y EL DESARROLLO EN AMÉRICA LATINA ?.." (Fuente: Boletín de Prensa del BID)

 Números para el Desarrollo, el portal de Datos abiertos del Banco Interamericano de Desarrollo, estará disponible a principios de 2015. El portal incluirá datos sobre macroeconomía, inclusión social, e integración global en 26 países de América latina y el Caribe
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"...DATOS ABIERTOS SOBRE EL DESARROLLO DE AMÉRICA LATINA..." *

11-dic-2014

El BID lanza nuevo portal de datos abiertos sobre desarrollo en América Latina y el Caribe

  •  El nuevo portal, Números para el Desarrollo, incluirá una lista completa de datos sobre temas tales como macroeconomía, inclusión social e integración global de 26 países de América Latina y el Caribe
  • Los datos estarán disponibles a partir del inicio de 2015. Inscríbase y reciba acceso exclusivo
  • Visite la infografía, “¿Existe una Conexión entre la educación y el desarrollo social en América Latina?” y entérese cómo este portal de datos abiertos puede ayudar al diseño de mejores políticas públicas en la región
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció hoy el lanzamiento, para comienzos de 2015, de un nuevo portal de datos abiertos llamado Números para el Desarrollo, que ofrecerá una gran cantidad de indicadores sobre países de América Latina y el Caribe. Esta nueva plataforma permitirá a los usuarios hacer uso de datos sobre diversos temas desde inclusión social hasta integración global, de 26 países de la región. Asimismo, los usuarios tendrán la oportunidad de descargar datos y crear sus propios gráficos para visualizar los resultados.
Números para el Desarrollo pretende llegar a diversas audiencias tales como investigadores, estudiantes, servidores públicos, analistas, programadores de redes, y cualquier persona interesada en temas de desarrollo y políticas públicas. Actualmente, el BID se encuentra en una etapa de búsqueda de comentarios y opiniones sobre la versión beta del portal, e invita a todos aquellos interesados a participar en esta conversación inscribiéndose aquí.
A través de ese mismo enlace, los usuarios podrán acceder a una infografía con datos provenientes del portal de datos abiertos, acerca de la relación entre el nivel de educación y el desarrollo social en América Latina y el Caribe, un ejemplo de cómo los datos se pueden visualizar y compartir con el propósito de mejorar la vida de personas en la región.
"Creemos que es muy importante permitir que cualquiera pueda compartir, conectar y visualizar datos económicos y sociales de la región, por lo que estamos muy contentos de lanzar nuestro portal de datos abiertos", dijo Federico Basañes, gerente del Sector de Conocimiento y Aprendizaje del BID.
Para visitas de los medios a Números para el Desarrollo, favor ponerse en contacto con acavelier@iadb.org.
 Acerca del Banco Interamericano de Desarrollo
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) es una de las principales fuentes de financiamiento de largo plazo para América Latina y el Caribe y una de las mayores instituciones multilaterales de desarrollo regional. Fundado en 1959, el Banco, con un total 48 países miembros, contribuye a acelerar el proceso de desarrollo económico y social de sus 26 países miembros prestatarios en la región.

FUENTE: Boletin de Prensa del BID

< granboyaca@gmail.com >

TUNJA REPRESENTÓ A COLOMBIA EN "LA ARGENTINA BANDS TOUR" *



Tunja, 10 de diciembre de 2014

Con 46 músicos de la Sinfónica Infantil y Juvenil:

Tunja representó a Colombia en ‘la Argentina Bands Tour’

  La gira incluyó Buenos Aires, Villa Belgrano, Córdoba y Villa Paz.
  Mostraron su música en la embajada Colombiana.
  Recibieron el reconocimiento de los organizadores.

46 estudiantes de  la Escuela de Música de Tunja regresaron al país luego de llevar la música colombiana a la gira ‘la Argentina Bands Tour’, la cual abrió las puertas de las ciudades de Buenos Aires, Villa Belgrano, Córdoba y la Villa Carlos Paz.
Miguel Ángel Pinzón, director de la Escuela de Música de Tunja, aseguró que, “Colombia mostró su folclore, llevó su música a muchos asistentes que reconocieron en las notas que sonaron; la asistencia de los colombianos en este país fue acogedora”.

En la  gira musical los artistas compartieron escena con las bandas del Colegio Ward y Villa Paz, recibieron además el reconocimiento de los organizadores y del nuevo Embajador de Colombia en Argentina, Carlos Rodado Noriega, quien se mostró satisfecho frente a la gestión del alcalde de Tunja, Fernando Flórez Espinosa, al apoyar decididamente los procesos de formación artística, y buscar estos espacios de intercambio, fundamentales para incentivar a los artistas locales.

“Se logró el objetivo de mostrar el trabajo de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Tunja, como resultado de uno de los programas que conforman los procesos formativos de la Escuela de Música. Se consolida una importante obra social en la ciudad, dedicada al rescate pedagógico, ocupacional y ético de la infancia y la juventud, mediante la práctica de la música culta”, puntualizó el Maestro Pinzón. (Fin/Ángela Merchán)

Fuente: Boletín de Prensa de la Alcaldía Mayor de Tunja

< granboyaca@gmail.com >

¿POR QUÉ NO NOS PODEMOS EQUIVOCAR CON LA EDUCACIÓN?


Javier Martínez Aldanondo
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl y javier.martinez@knoco.com Twitter: @javitomar
 
Esta es una columna corta porque la respuesta a la pregunta que le da título es muy simple. En breve, el principal competidor con quien van a luchar nuestros jóvenes para obtener un empleo no van a ser otros compañeros sino un computador. Uno de los objetivos de la educación es entregarte los conocimientos que te permitan el acceso a un puesto de trabajo digno. Si no transformamos la educación, pronto tendremos millones de titulados armados con toneladas de información que cualquier máquina manejará con mucha mayor rapidez y precisión. Ya los robots son capaces no solo de ensamblar un coche, sino de conducirlo, escribir informes e incluso tweets, atender personas, desarrollar videojuegos, componer música, pintar cuadros, o jugar al ajedrez. Si seguimos obsesionados con mejorar el mismo modelo obsoleto (las mismas asignaturas, las notas, el lucro, la selección… ) perderemos la guerra contra las máquinas, y lo que es peor, desperdiciaremos la inmensa capacidad de nuestro cerebro. A medida que el software se va sofisticando, incluso aquellos que se sienten protegidos por un título universitario serán pronto sus víctimas como indica Nicolas Carr en el libro Atrapados, cómo las máquinas se apoderan de nuestras vidas. Hay quien comienza ya a especular con la posibilidad de que algún día, tu jefe sea un robot.
Necesitamos entender urgentemente el fenómeno de la automatización si no queremos fracasar con respecto al futuro que aguarda a nuestros hijos. Existen estadísticas que apuntan a que el 50% de los empleos de EEUU corren el riesgo de ser automatizados en los próximos 20 años. Se calcula que en las organizaciones, entre el 65% y 95% del tiempo de trabajo se dedica a resolver tareas repetitivas, rutinarias y monótonas que terminarán siendo realizadas por robots o plataformas con inteligencia artificial. Sabemos que la tecnología está destruyendo empleo ya que las tareas que hacen las personas son cada vez más fáciles de sustituir por máquinas. Nada nuevo: la mayoría de las ocupaciones que existían en la antigüedad han desaparecido sobre todo por causa de la tecnología. El ser humano lleva toda su existencia en una carrera imparable por tratar que las máquinas hagan el trabajo sucio que las personas no queremos hacer. En primera instancia, automatizamos las tareas que requerían gran esfuerzo físico, posteriormente las que resultaban peligrosas y finalmente aquellas que las personas simplemente no podíamos hacer. Pero a medida que la tecnología progresó, las máquinas comenzaron a invadir más espacios hasta el punto de que hoy son capaces de ejecutar actividades que siempre han estado asociadas con la inteligencia y por tanto reservadas exclusivamente a los humanos llegando a superar a los mejores expertos mundiales. Días atrás un especialista reconocía que Magnus Carlsen, actual campeón del mundo de ajedrez, no tendría absolutamente ninguna posibilidad de vencer a una máquina. Si somos realistas, sabemos que el proceso de automatización no va a hacer otra cosa que intensificarse y acelerarse con los peligros que ello encierra. Y si tu trabajo, si las tareas que realizas son sistematizables en un algoritmo para que una máquina lo haga, entonces estás ante un callejón sin salida porque las maquinas cuentan con algunas ventajas inigualables: no duermen, no comen, no cobran salario ni piden aumento de sueldo ni siquiera se van de vacaciones, no se declaran en huelga ni tampoco desertan para irse a trabajar a la competencia.
¿Y qué respuesta existe para enfrentar este fenómeno automatizador? Son 2 las estrategias que debemos implementar simultáneamente: utilizar el cerebro en las tareas en que es irremplazable y dejar de hacer aquello en que las máquinas nos superan con claridad.
Utilizar el cerebro para lo que es irremplazable: A mediados de octubre tuve ocasión de impartir una conferencia en un seminario de neurociencias y educación. Una de las preguntas que formulé a mis colegas ponentes, mayoritariamente médicos y psiquiatras fue: ¿El cerebro tiene capacidad finita? Todos ellos fueron unánimes en su respuesta afirmativa. Si el cerebro, como todo dispositivo físico tiene límites, entonces, tenemos que ser muy precisos a la hora de decidir cómo utilizamos esa capacidad: qué tipo de trabajo le doy a mi mente, qué tareas le encargo y en cuáles no merece la pena que pierda tiempo y energía. Por ejemplo, almacenar información que con el tiempo se olvida o pedirle que me recuerde cada una de las tareas que tengo pendientes, son actividades de escaso valor. Es mucho más inteligente no ocupar espacio, atención ni esfuerzo en memorizar datos o trasladar la responsabilidad de recordarme esas tareas a un sistema externo que me avise y reservar la valiosa capacidad cerebral para funciones que de verdad hacen la diferencia. ¿Para qué tiene sentido entonces usar el cerebro? Los retos que nos plantea el mundo actual son además de globales (cada vez afectan a más gente), demasiado complejos para ser abordados por ningún individuo, equipo aislado e incluso país. Dado que desconocemos como resolver esos problemas, sistemáticamente se van agravando. La única forma de abordar el futuro es aprendiendo acerca de lo que todavía no sabemos en lugar de insistir en aplicar las recetas conocidas. Y las capacidades que necesitamos desarrollar para ello vienen con nosotros desde que nacemos pero son sistemáticamente marginadas por el sistema educativo: imaginar, pensar y crear, algo que la máquina más potente está todavía muy lejos de conseguir.
Y sabiendo esto hace tiempo, ¿cómo estamos educando el cerebro de los niños? Durante el largo periodo que dura el proceso educativo, entrenamos y convencemos a los niños de que las principales funciones del cerebro consisten en almacenar la información que escuchan o leen, recordarla y repetirla en un examen (lo que hacen con poca fortuna). Todo el esfuerzo del sistema educativo está orientado a que el cerebro haga un trabajo titánico de memorización y almacenamiento de información descontextualizada. Se trata de labores que menosprecian la capacidad de nuestro cerebro. Este empeño memorístico fracasa continuamente por una simple razón: cuando tú no pides la información y por tanto esta te llega sin que la hayas solicitado, no la retienes y muchas veces tampoco la entiendes. Lo que no te interesa lo memorizas, mientras que lo que te interesa lo quieres entender. El colegio y la universidad son un bombardeo permanente de información que no te importa y te llega sin que te hayas hecho ninguna pregunta. Por esa razón olvidamos casi todo lo que nos “enseñaron” en un aula. Contar con información no equivale a saber usarla. Tu trabajo te exigirá hacer y no solo saber. El proceso educativo debe ser diseñado para aprender a hacer y ese es un problema totalmente distinto a la ceguera de la pedagogía actual de memorizar y evaluar lo que sabes. Artículos como “Lo aprendí en Youtube” son una falacia. No importa que veas 1000 veces un video sobre como cocinar un plato o tocar una canción difícil, no aprendes nada hasta que lo practicas una y otra vez durante un largo periodo tiempo.
¿Y qué hacemos para lograr que nuestros hijos aprendan a imaginar, a pensar y a crear? Me centraré en un solo aspecto: El cambio fundamental consiste en que nuestros niños pasen de responder preguntas que no les interesan a ser capaces de hacer preguntas originales. Preguntas que cuestionen por qué las cosas son como son y no pueden ser otra forma. Preguntas que propongan hipótesis cuanto más absurdas y descabelladas mejor. Preguntas que les ayuden a entender porque sus hipótesis no resultaron correctas y qué nuevos caminos merece la pena explorar. Nada de esto resulta difícil porque los niños pequeños no solo son máquinas de preguntar sino que desean que se les pregunte a toda costa. Misteriosamente, pocos años después, ni preguntan ni quieren ser preguntados. Al contrario de lo que creemos, pensar no es dar una buena respuesta sino hacer buenas preguntas. No hay nada peor que responder correctamente la pregunta equivocada. Claro que para generar no solo más preguntas sino preguntas que nunca se han hecho antes, es imprescindible que el asunto en cuestión te atraiga, es esencial la motivación. Y a nuestros niños y jóvenes, el colegio y la universidad rara vez les apasiona. La única manera de volverte un experto en algo es dedicando miles y miles de horas. Y la única manera de dedicar miles de horas a algo y que ese esfuerzo no te desanime es que ese algo te entusiasme. Lo lógico entonces es que la educación sea el camino parta encontrar aquello que te apasione porque a partir de ahí, convertirte en un especialista, no te costará tanto trabajo. El colegio necesita graduar alumnos curiosos preparados para innovar y no listos para ir la universidad.
Dejar de hacer aquello en que las máquinas nos superan: El sistema educativo se centra en enseñar justo aquello que las maquinas son capaces de resolver muchísimo mejor que las personas: son incomparablemente más rápidas que nosotros a la hora de hacer cálculos, tienen capacidad casi ilimitada para almacenar información en todo tipo de formatos, actualizan sus contenidos de manera constante…  Nuestro cerebro no puede competir con los computadores en esas tareas de almacenar y tratar de recordar que nos tienen obsesionados por varias razones:
  • Nuestro cerebro olvida lo que guarda ya que la memoria humana es frágil, inexacta y en ocasiones traicionera. ¿O es que acaso eres capaz de recordar lo que es una célula eucariota o el adenosin trifosfato que en su momento estudiaste y aprobaste?
  • Nuestro cerebro es más lento a la hora de buscar y recuperar la información de que dispone y tiene menor capacidad de almacenamiento que una máquina
  • Nuestro cerebro nos entrega la información que encuentra (cuando la encuentra) en un formato más “pobre” que el que te va a entregar un computador que incluye todo tipo de recursos multimedia, aporta una oferta inigualable de expertos que contribuyen con su know how, ofrece links que  permiten profundizar casi hasta el infinito…
Una máquina es capaz de hacer una mejor PSU, prueba PISA, SIMCE o examen de selectividad que cualquier joven. Tratar de competir con las máquinas en esos dominios no tienen ningún sentido, tenemos todas las de perder. Afortunadamente, de este panorama tan sombrío emerge una interesante oportunidad ya que la única forma de enfrentarlo es preparando a las personas con aquellas competencias con que, por ahora, las maquinas no pueden contar. Y la única forma de resolverlo es cambiando la educación para garantizar el aprendizaje de esas competencias a las que nos hemos referido innumerables veces y que caracterizan a los profesionales que se requieren y se van a requerir de aquí en adelante: la imaginación, la creatividad, el emprendimiento, la capacidad de resolver problemas y relacionarse y trabajar colab orativamente. La drástica decisión que el sistema educativo debe tomar es ineludible y la apuntamos recientemente al hablar sobre qué enseñar y cómo hacerlo: no podemos seguir enseñando las asignaturas que tercamente siguen formando parte de los curriculums actuales. Y no tanto porque se trate de materias que los jóvenes rápidamente olvidarán y que como adultos rara vez necesitan a lo largo de su carrera laboral. Sino que no tiene sentido insistir en estresar a nuestros niños para que aprendan contenidos en que las máquinas ya se volvieron invencibles. Por fortuna, cada vez hay más propuestas y voces críticas. Necesitamos educar para mirar hacia el futuro y no hacia el pasado porque para operar lo conocido ya tenemos las maquinas. Por eso, cuanta más información tenemos (big data) más importante es desarrollar habilidades de pensamiento crítico y creativo.
EL martes 2 de diciembre estaremos Antofagasta en el Congreso Percade que organiza La Araucana participando en el panel “Construyendo empresas con sentido”.

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EL MIEDO ES APRENDIDO




E D I C I Ó N - N ° 1 0 3 - O C T U B R E - 2 0 1 4
 
El miedo es aprendido
Javier Martínez Aldanondo
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl y javier.martinez@knoco.com Twitter: @javitomar
El miedo no es real. Es un producto de tus pensamientos. No me malinterpretes. El peligro es muy real. Pero el miedo es una elección (Cypher Raige, personaje interpretado por Will Smith en la película "Después de la tierra").
La palabra más estremecedora de 2014 (y de los últimos años) es sin duda alguna ébola. La crisis sanitaria producida por el virus maldito tiene múltiples aristas pero hay una que me interesa especialmente: ¿Por qué le tenemos tanto miedo al ébola? La razón es obvia: dado que no hay vacuna, la inmensa mayoría de los infectados mueren. Dicho de otra manera, no existe conocimiento para derrotarlo. Al no haber defensa posible, infectarse con el virus del ébola equivale a una condena de muerte y por esa razón entramos en pánico. Si existiese una vacuna, el miedo menguaría inmediatamente. Dentro de algunos años, la humanidad mirará hacia atrás y pensará "pobrecitos ¿cómo es posible que a comienzos del SXXI se muriesen por culpa del ébola"? igual que nosotros nos compadecemos de la gente que fallecía por culpa de la viruela o la peste. La mejor manera de combatir el miedo es mediante conocimiento.
Aunque los seres humanos nacemos sin prejuicios, el mundo que nos recibe se ocupa rápidamente de enseñarnos que hay un sinfín de cosas a las que más nos vale tener miedo. El miedo es nuestro mecanismo de protección ante el peligro y activa un sistema de alerta para protegernos. Esa reacción de supervivencia, tanto física como emocional, fue imprescindible cuando el ser humano estaba indefenso y a merced de poderosos enemigos, ampliamente superiores en fuerza y velocidad. Pero hoy claramente perdió ese sentido. Excepto algunas respuestas puramente biológicas, la inmensa mayoría de los miedos que padecemos son aprendidos en el contexto cultural en que nos movemos. Es decir, esos miedos son evitables y en demasiados casos, nos paralizan y nos impiden desarrollar una vida más libre y placentera. Y es que el miedo no es un elemento real y objetivo. Si tú tienes miedo de algo y otros no, significa que ese algo no produce miedo sino que el miedo está en ti, es una construcción subjetiva de tu mente y por tanto es posible superarlo. El miedo es una emoción que surge de la interpretación que haces en una situación en función de si puedes o no dominarla (muchas veces según el conocimiento que tienes por haberla vivido antes). Eso implica que es factible afrontarla sin tener miedo pero para eso tienes que aprender lo que otros saben. No es fácil porque el miedo tiene un componente irracional pero desde luego, no es imposible. Por ejemplo, el temor que me provocaba años atrás impartir una conferencia ante 500 personas, ha dado paso a la serenidad que me produce la misma actividad en el presente después de dictar cientos de charlas. Cuanto más conocimiento tienes, menos incertidumbre te generan las situaciones que debes enfrentar y mejor puedes superar el miedo como explica magistralmente este astronauta al narrar el meticuloso proceso de entrenamiento que les prepara para resolver las circunstancias más inverosímiles sin colapsar.
Es imprescindible distinguir el peligro del miedo. El peligro es toda aquella situación que pone en riesgo mi seguridad mientras que el miedo es la reacción que tengo a esa amenaza. Ahora bien, cuando sé lo que debo hacer para enfrentar dicho peligro, mi reacción rara vez es de miedo. Lo que hago es encender todas mis alarmas, concentrarme y actuar con la máxima precaución para no equivocarme porque soy consciente del peligro. Sin embargo, cuando no tengo el conocimiento para resolver la situación, cuando tengo dudas sobre si lo podré manejar o qué consecuencias negativas puede tener porque nunca lo he hecho antes, entonces es cuando aparece el pavor: a si serás capaz de hacerlo, si te equivocarás, si sufrirás, a la incomodidad de quedar mal delante de  otros (hacer el ridículo o a que se rían de ti). Sabemos que hay situaciones que no puedes evitar como que caiga un meteorito en la tierra o que ocurra un terremoto. Por tanto lo único que puedes hacer para disminuir el miedo es anticiparlas, prepararte con el conocimiento necesario y que no te tomen por sorpresa. Por suerte, esos sucesos son escasos. La mayoría de las veces, sí tienes margen de maniobra para impedirlos o, una vez ocurren, al menos puedes manejarlos. En ese punto, la pregunta es si estas equipado con el conocimiento adecuado y en caso contrario, qué necesitas aprender.
Llegué a la conclusión de que el miedo es lo peor de todo. Ese es el verdadero enemigo así que sal al mundo y patea a esos bastardos en los dientes. (Walter White, Breaking Bad).
En el mundo laboral, especialmente en tiempos de crisis, la principal tragedia que angustia a muchos empleados, sobre todo aquellos que ya traspasaron el ecuador de su vida profesional, es a perder el trabajo. El miedo surge por la duda sobre si mi conocimiento será útil para alguien ya que de no ser así, me quedo sin empleo y sin ingresos. El terror a quedar cesante, a tener que renunciar a un status de bienestar y seguridad merecidamente ganados, desencadena a su vez dos miedos artificiales que perjudican gravemente a las organizaciones y a sus integrantes.
1. Miedo a compartir el conocimiento. Mientras antes se proclamaba que la información era poder, hoy se afirma que el conocimiento es poder. Lo que hace que una persona sea valiosa para su compañía es el conocimiento que tiene, su expertise. Y la razón por la que una empresa decide prescindir de los servicios de cualquiera de sus colaboradores es porque su conocimiento ya no resulta necesario. Por tanto, tu empleabilidad depende del conocimiento que tienes y de tu capacidad de embarcarte en un proceso de aprendizaje continuo. Esta lógica individualista necesariamente conduce a que las personas que atesoran conocimiento que la organización considera como crítico para el negocio (denominados expertos) sean conscientes de que su conocimiento es la principal razón por la que son insustituibles y muchas veces únicos. De tal manera que en el momento en que perciben que ese conocimiento que poseen empieza a estar disponible para que otras personas lo adquieran, entienden que su posición de privilegio se ve seriamente amenazada, corriendo un alto riesgo de perder poder. Es por eso por lo que su reacción natural consiste en guardarse lo que saben y evitar ponerlo a disposición de otras personas que inmediatamente pasarían a ser competidores internos por ese sitial exclusivo que hasta ese momento habían disfrutado en propiedad. La realidad es que ese miedo a perder la condición de indispensables es infundado y en realidad, su posición difícilmente está en peligro. El conocimiento que tiene un experto es el fruto de años de trabajo y esfuerzo, de muchísimas experiencias y de un intenso proceso de aprendizaje. Cualquier otra persona que aspire a acumular una cantidad de conocimiento parecida, va a tener que estar dispuesta a pasar por un proceso similar al que atravesó el experto. No existen los atajos. Por esa razón, el stock de conocimiento de un experto no está en riesgo por más que lo comparta con otras personas. El conocimiento de una vida profesional de 30 ó 40 años no se transfiere de forma directa mediante conversaciones o documentos. El conocimiento se construye mediante práctica y reflexión y el que quiera gozar de un alto grado de conocimiento experto, tiene que estar dispuesto al sacrificio que ello conlleva. Por si fuese poco, nadie se convierte en experto sin estar absolutamente enamorado de lo que hace. Y es precisamente el amor por la disciplina que le apasiona lo que hace que difícilmente un experto sea capaz de reprimirse y guardarse lo que sabe. Cuando preguntas a un experto sobre su área de conocimiento, rara vez pone límites ni barreras sino que literalmente su lo cuacidad resulta  desbordante.
2. Miedo al error. Se atribuye a Séneca una frase que sigue de absoluta actualidad en nuestros días: "Errare humanum est" (es propio del hombre equivocarse). Más recientemente, la sabiduría popular nos regaló un refrán inobjetable: "El hombre es el único animal que tropieza 2 veces en la misma piedra". El error es un elemento con el que personas y organizaciones estamos obligados a convivir ya que forma parte de la naturaleza humana. Desgraciadamente, una de las lecciones que el sistema educativo actual deja grabada a sangre y fuego en los niños y jóvenes es que si cometes errores, no tendrás éxito en la vida. Las conclusiones son obvias: debes convertirte en alumno brillante, disciplinado y obediente al precio que sea; las malas notas son un estigma a evitar a toda costa, lo que promueve el pánico a equivocarse y su consabida reacción: niegas el error, te pones a la defensiva, culpas a otros o inventas excusas inverosímiles. El colegio penaliza los errores siendo la curiosidad la primera víctima. La educación es un proceso en el que inculcamos miedo desde temprana edad en lugar de formar para la libertad. El resultado es que nos da susto llevar malas notas a casa, no cumplir las expectativas o ser peores que los demás. En el mundo de la empresa, inmerso en una cultura que celebra el éxito y valora a los triunfadores, el error es visto como algo vergonzoso, es un tabú que tiende a ocultarse por miedo a las represalias que conlleva. Sin embargo, el error es parte consustancial de la vida. Si haces todo lo posible para que evitar que ocurra, no tiene sentido temer al error ya que coexistir con él resulta  la única manera de aprender. El fracaso es, en muchos casos, la raíz del triunfo. Ahora bien, es necesario entender que las personas no tienen miedo al error como tal sino a las consecuencias que este acarrea. Generalmente, los errores tienen efectos negativos sobre las personas que los cometieron a pesar de que el error es involuntario, nadie quiere equivocarse. Una cultura que castiga el error envía un mensaje inconfundible: "Intentar cosas nuevas en esta organización se paga con el despido". En una circunstancia así, lo que cualquier profesional piensa es "equivocarse puede ser fatídico y me puede costar el trabajo, por tanto prefiero no arriesgar" y quien sale drásticamente perjudicada es la innovación. Innovar exige aceptar el riesgo y asumir que te vas a equivocar con mayor frecuencia de la que acertarás. De otra manera nadie se atrevería a experimentar ni a tomar una sola decisión. El error es una oportunidad para mejorar siempre que seamos capaces de aprender de él para que no vuelva a suceder.
¿Cómo podemos lidiar con el miedo? El miedo es el principal inhibidor de la innovación y del aprendizaje y solo se cura practicando. A nivel personal, el miedo es a menudo fruto de la falta de conocimiento. Tenemos miedo de las cosas que desconocemos, de todo aquello que no sabemos cómo controlar. El mejor antídoto para el miedo en este caso es siempre adquirir más conocimiento, es decir aprender. Tu estabilidad laboral estará asegurada mientras inviertas en incrementar permanentemente tu conocimiento pero también en generar una red donde te conviertas en una fuente que provee conocimiento a otros. Necesitamos igualmente desdramatizar la trascendencia del error y para ello, no hay nada mejor que enseñar a nuestros niños, desde muy pequeños a enfrentar el fracaso, asegurarnos de que aprendan a perder. Edwin Land, fundador de Polaroid sostenía que el aspecto esencial de la creatividad es no tener miedo a fallar. Eso explica por qué los mejores estudiantes rara vez se convierten en los profesionales más creativos e innovadores.
A nivel organizacional, el miedo se combate con algunas recetas simples que aumentan los niveles de seguridad de los integrantes pero que rara vez se ponen en práctica porque requieren una alta dosis de generosidad por parte de los líderes: Transparentar la información con tus colaboradores, preguntarles, escucharles y ofrecerles oportunidades para participar, entregarles autonomía y garantizarles que el error se considerará como una oportunidad para aprender. En definitiva, demostrando que les tienes plena confianza.
El miedo aparece cuando no tengo el conocimiento para dominar la situación y llevarla donde yo quiero. El conocimiento no elimina el miedo pero ayuda a dominarlo o al menos, a no dejarse paralizar por el mismo. Por eso es tan importante la educación como instrumento para superar la ignorancia. El conocimiento produce justo el efecto contrario que el miedo: tranquilidad porque estás convencido de que tienes armas suficientes para resolver el desafío que se te plantee. ¿Sabes cuáles son tus miedos? ¿Tienes el conocimiento para enfrentarlos? ¿Estás dispuesto a aprender lo que necesitas? Por lo pronto, tenemos una inmejorable ocasión para aprender del caso de la auxiliar que sobrevivió al ébola en Madrid para cuando lleguen nuevos episodios en  cualquier lugar del mundo.
El 27 de noviembre participaremos en el "seminario internacional sobre gestión de la información y transparencia" que se celebrará en México DF organizado por el IFAI.

 
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