INSPÍRÉMONOS EN ESTA MAGNÍFiCA EXPERIENCIA, "Sin pena" *".

PROGRAMA NUEVA OPORTUNIDAD
Más de 200 jóvenes finalizaron la capacitación en oficios
El Centro de Formación Profesional N° 1 de la ciudad de Santa Fe celebró su colación anual, de la que participaron 208 jóvenes del Programa Nueva Oportunidad que finalizaron su capacitación en talleres de herrería, carpintería, electricidad, refrigeración, computación y serigrafía.
Redacción El Santafesino
09/12/2016


El acto de colación se realizó en el Centro de Formación Profesional N° 1 de la ciudad de Santa Fe. Además, la institución educativa conmemoró el 40° aniversario de su fundación.
Fuente: Prensa Gobernación

En el acto, encabezado por la ministra de Educación, Claudia Balagué, también estuvo presente el coordinador Territorial del Programa Nueva Oportunidad, Nicolás Zanón, quien en relación a la experiencia del primer año de implementación del Programa Nueva Oportunidad, en la ciudad capital, expresó: “Fuimos creciendo todos los días gracias al compromiso y el esfuerzo de cada uno de los referentes territoriales y docentes. Este programa no es solo una capacitación en oficios, es fundamentalmente un espacio de convivencia y construcción de vínculos afectivos”.
También resaltó que “los jóvenes de los barrios pudieron vincularse con instituciones del Estado y con las organizaciones sociales. En cada instancia de trabajo o recreación logramos apropiarnos legítimamente de los espacios públicos de nuestra ciudad”.
Oportunidad a los jóvenes
En referencia al evento y a la articulación con el área de Formación Profesional del Ministerio de Educación, el director provincial de Desarrollo y Orientación Social de la Región 3, Mariano Granato, indicó que “estamos muy contentos por haber podido participar de este acto con la ministra Balagué, docentes y directivos del CFP, que no solo festeja hoy su colación anual, si no también el 40 aniversario de su fundación”.
Además agradeció a la comunidad educativa “por abrir sus puertas y modificar la currícula para que los grupos del Nueva Oportunidad se puedan incorporar. Es importantísimo recalcar que con esta experiencia de trabajo, pudimos adaptar la lógica institucional a la realidad de los jóvenes, que nos posibilitó realizar 15 capacitaciones con grupos de trabajo de diferentes barrios de la ciudad de Santa Fe”, resaltó Granato.
Finalmente, el director hizo referencia a la continuidad del programa y a la inserción laboral de los jóvenes egresados: “Estamos planificando acciones con los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, y de la Producción para poder concretar un proyecto muy innovador del gobierno provincial que consiste en la construcción de 10 centros de producción en toda la provincia, para que los jóvenes que participaron del Nueva Oportunidad tengan un anclaje laboral”.
Experiencia
El profesor de Herrería, Fernando Ramón Cruz, subrayó que “fue un año genial con el Nueva Oportunidad. Los dos cursos que tuve respondieron de gran manera en el taller”. Y agregó que “vale la pena el esfuerzo, por ellos y también por mí, porque realmente el estímulo que me dan todos los días es impresionante. Hoy prácticamente la mayoría de los alumnos ya están trabajando y ofreciendo a la venta sus productos”.
También estuvieron en el acto la coordinadora provincial de Formación Profesional, Viviana Córdoba; y el director del CFP, José Rossi.
Un año de talleres, convivencia y construcción de futuro
En el marco del Plan Abre, el Programa “Nueva Oportunidad” está destinado a jóvenes de entre 14 y 30 años en situación de alta vulnerabilidad social, a los que se acompaña en un trayecto pedagógico de capacitación y fortalecimiento de vínculos sociales, con herramientas concretas para que puedan construir un proyecto de vida. Así, ofrece una amplia propuesta de formación que se realiza en instituciones y espacios públicos.
Durante 2016, más de 800 jóvenes de los barrios de la ciudad de Santa Fe se capacitaron en talleres de herrería, carpintería, albañilería, mecánica, costura, electricidad, refrigeración, panadería, serigrafía, rap, fotografía y video, gastronomía, peluquería e informática.
El cursado de los talleres y las instancias de re-trabajo se llevaron a cabo en instituciones públicas de la capital provincial, tales como El Alero de Coronel Dorrego, La Esquina Encendida y el CPF N° 1

Fuente:www.elsantafesino.com

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Centro de Pensamiento GRAN BOYACÁ - CGB
Hugo Arias C. - Editor - Director

Re: Lo que mis hijos me han enseñado sobre aprendizaje (segunda parte), Newsletter 128 Catenaria Gestión del Conocimiento



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Lo que mis hijos me han enseñado sobre aprendizaje (segunda parte)
Javier Martínez Aldanondo
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl y javier.martinez@knoco.com Twitter: @javitomar

"Mi padre me dijo que si golpeo 2.500 pelotas cada día, sumarán 17.500 a la semana y casi 1 millón de pelotas al año y seré invencible (Andre Agassi en su autobiografía OPEN)".
El principal regalo que recibe todo aquel que cría un hijo consiste en la oportunidad inigualable de contemplar cómo ocurre el fenómeno del aprendizaje natural. Los padres ejercen de profesores aunque nadie les haya enseñado, ya que su misión es acompañar a sus hijos en su proceso de desarrollo y prepararlos para ser autónomos. Claro que ningún adulto es capaz de recordar cómo aprendió durante sus primeros años de vida: a caminar, comer, vestirse, atarse los zapatos o hablar. Se trata de habilidades complejas (las máquinas todavía no hablan y tienen dificultades para abrir una puerta) y que nos acompañan toda la vida. Aunque para la inmensa mayoría de progenitores ese regalo pasa desapercibido, tus hijos te ofrecen el privilegio de analizar con detalle, y sin interferencias, el mecanismo por el que todo ser humano aprende. Y lo primero que se hace evidente es que el proceso de aprendizaje artificial que inventamos (llamado sistema educativo), contraviene todos los principios del aprendizaje natural: cuando fuimos bebés, no necesitamos aulas, profesores, asignaturas, libros, horarios ni exámenes para aprender de forma eficiente y admirable. Nuestros hijos tampoco. Nadie nos enseñó a aprender pero tampoco parece que nos hizo falta. Conocemos miles de personas brillantes en todos los ámbitos (ciencia, arte, deporte, cultura o negocios) que sufrieron durante su trayectoria académica mientras nos demuestran a diario que ese modelo educativo prefabricado está lejos de ser imprescindible. No hace falta sacar buenas notas ni acumular títulos para progresar en la vida.
Hace casi 2 años, la primera parte de este artículo abordó el más importante de esos principios: la motivación como energía que mueve el aprendizaje. Los bebés empiezan a aprender siguiendo sus intereses, por decisión suya y no por orden de sus padres. Pero si preguntas acerca del colegio a cualquier niño, te responderá que no tienen ningún entusiasmo por aprender las materias que le enseñan. ¿Cómo reaccionas tú cuando te obligan a hacer lo que no quieres? Si nuestro intocable sistema educativo viola desde el comienzo el primer principio fundamental ¿cómo nos quejamos de los resultados? Tenemos un grave problema cuando los niños no quieren aprender lo que les queremos enseñar. Se resisten a ser domesticados, tienen expectativas para su vida y quieren ejercer el derecho a elegir sus preferencias. Este mes, desglosaremos el siguiente principio esencial: la práctica.
Segundo Principio: Para aprender es imprescindible hacer, practicar. Uno de los regalos que más ilusión les hacía a mis hijos era recibir una caja de Lego. No me dejaban en paz hasta que sacábamos las piezas, revisábamos las instrucciones y, paso a paso, íbamos construyendo el juguete. No mucho tiempo después, algo curioso empezó a suceder: Ya no me solicitaban ayuda, querían armarlo por si solos así que se adueñaban de las instrucciones y se ponían manos a la obra. Y a poco andar, dejaban las instrucciones de lado y daban rienda suelta a su imaginación diseñando juguetes inéditos. Desde siempre hemos sabido que las personas aprenden haciendo: Aristóteles sostenía  "Lo que tenemos que aprender, lo aprendemos haciendo". El físico Francis Halzen afirma que "siempre aconsejo a mis alumnos que no lean demasiados libros, que hagan cosas". A mí me encanta leer y son muchas las horas que paso leyendo cada día. Escuchar o leer son elementos que contribuyen al aprendizaje pero son claramente insuficientes por una razón obvia: olvidamos casi todo lo que escuchamos o leemos. ¿Cuántas de las noticias que leíste en el periódico o viste en la televisión hace 2 semanas puedes recordar? Cuando hace 5 años pregunté en una encuesta ¿Qué exámenes de la universidad serías capaz de aprobar hoy? solo un 7% de las 500 personas que respondieron, me confirmó que aprobarían la mayoría de los exámenes. Es decir, el 93% reconocimos que no recordábamos casi nada de lo que supuestamente aprendimos. Poner a 30 niños a practicar en un aula no es tarea sencilla, es riesgoso y caro excepto si aprovechamos la tecnología. Por eso, aun sabiendo que aprendemos haciendo, optamos por el camino fácil: colocar a un profesor que habla frente a decenas de niños que escuchan y que luego son examinados para comprobar cuánto recuerdan de lo que oyeron.
Mis 2 hijos, que tienen 12 y 11 años, juegan razonablemente bien al futbol. Pero obviamente, no siempre fue así. Casi cada día, apenas llegan del colegio, me piden que salgamos al jardín a chutar, regatear y centrar en la portería que tenemos, Gracias a ello, han progresado una barbaridad. El año pasado instalé también una canasta de baloncesto que están empezando a utilizar. Pero como todavía son un poco torpes, no aguantan demasiado y se desaniman rápidamente. Como nos hemos referido al asunto de la práctica en innumerables ocasiones, esta vez solo rescataremos algunos de sus rasgos característicos:
  • Si se aprende haciendo, entonces primero va la práctica y luego va la teoría y no al revés. Para jugar a futbol (o hacer cualquier cosa) a mis hijos no les sirve ver partidos en la tele y observar como juegan otros ni leer biografías de grandes futbolistas. Necesitan jugar ellos. Hacer es siempre más divertido que ver y los niños no quieren que se lo expliques sino que siempre están ansiosos de probar. ¿Qué lugar queda para la teoría? Cuando estás practicando y encuentras dificultares o te asaltan las dudas, entonces tiene sentido ir a consultar los contenidos. Vas a buscar la teoría cuando te haces la pregunta en lugar de que te llegue la respuesta sin que la hayas pedido (como les ocurre a diario a millones de niños en las miles de aulas que existen en todo el mundo).
  • No has aprendido algo hasta que eres capaz de hacerlo (y no solo explicarlo) y sobre todo, lo recuerdas y lo sigues haciendo años después. Yo no creo a mis hijos cuando me dicen que pueden darle 20 toques al balón con ambos pies sin que se les caiga, hasta que no me lo demuestran. Por tanto, si la educación no consiste en practicar repetidamente, no va a cumplir su objetivo de prepararte para una vida donde lo que marca la diferencia es la capacidad de hacer. Si hoy no recuerdas cómo hacer una integral, por mucho que hace años fueses experto, lo siento pero no aprendiste.
  • Para enseñar algo, primero debes saber hacerlo tú o lo que es lo mismo, no puedes enseñar aquello que no sabes hacer. Si no sé cómo rematar de cabeza, difícilmente puedo enseñar a mis hijos a hacerlo y convierto el aprendizaje en una caricatura. Ahora bien, saber hacer algo no te habilita directamente para enseñar a otros a hacer eso mismo, necesitas primero aprender a transferir conocimiento. Y eso implica ser consciente acerca de cómo sabes lo que sabes y cómo hacer que otros adquieran esa experiencia. Demasiados instructores se dedican a impartir formación sobre cosas que no saben hacer, simulando que enseñan.
  • No es lo mismo saber cómo se hace algo que saber hacerlo. Mis hijos saben qué hay que hacer para tirar bien un penalti. Todo el mundo sabe qué significa ser un buen padre o qué hacer para bajar de peso. Pero como dice el refrán "del dicho al hecho hay un gran trecho". Seguro que puedes leer la receta para hacer paella en tu libro de cocina favorito, entenderla perfectamente e incluso memorizarla pero aun así, estás muy lejos de poder hacer una paella decente.
  • Dime como enseñas y te diré como crees que aprende la gente. El entrenador del equipo de futbol de mis hijos les enseña en la cancha, proponiéndoles ejercicios y corrigiéndoles mediante el ejemplo, usan balones, petos, conos, etc. Si entras en un aula en cualquier país del mundo, lo que te encontrarás es un profesor hablando (haciendo clase). Si cuando quieres enseñar algo a alguien, se lo cuentas, entonces crees que las personas aprendemos escuchando. ¿Cómo le enseñaste a tu hijo a andar en bicicleta? ¿Se lo explicaste? ¿Le diste un libro o un video? ¿Le hiciste un test de respuesta múltiple? ¿O le subiste en la bici? Si realmente creemos que la práctica hace maestros, entonces, cuanto más habla un profesor, menos aprenden los alumnos.
  • Para aprender, estudiar no es un requisito y más aún, no es necesario hacer cursos ni son imprescindibles las asignaturas. Mis hijos han aprendido a jugar a futbol sin estudiar y lo saben todo sobre las ligas europeas (incluyendo los cortes de pelo de montones de jugadores) sin asistir a un curso: les ha bastado con jugar y liberar su curiosidad. Hay 2 preguntas que todo padre se hace cuando estudia con su hijo. 1 ¿Cómo es posible que no me acuerde de nada de lo que tiene que aprender mi hijo si yo también tuve que estudiarlo? 2. ¿Para qué demonios estudia mi hijo todo esto que yo mismo estudié si nunca en la vida lo va utilizar? La tradición nos convenció, magistralmente, que para aprender hay que estudiar y que si tienes buenas notas, entonces eres inteligente. Si para ti la educación es sinónimo de que los "niños sepan", entonces lo que esperas serán materias, contenidos. Si tu expectativa es que "sepan hacer", entonces querrás que tus hijos tengan actividades. Hoy el colegio (y la universidad) te siguen enseñando a aprobar exámenes.
  • El error es un ingrediente capital en el aprendizaje. Practicar lleva siempre aparejado el riesgo de equivocarse. Cada vez que jugamos al futbol, mis hijos cometen errores, algunos nuevos y otros repetidos. Lo poderoso del error estriba en que cuando fallas, quieres saber por qué para corregirlo. Y ese impulso imparable es el que abre la ventana para aprender. Cuando mis hijos hacen algo mal, inmediatamente lo intentan de nuevo, saben que el error no es algo permanente sino circunstancial y que si lo corriges y aprendes, la siguiente vez te saldrá bien. Cada error es un paso más que te acerca al éxito. La NASA tiene una página llamada "Mi mejor error" donde sus empleados publican las historias de sus fracasos. Wikipedia celebra el "festival anual del error" justamente para asegurarse de que todos aprenden de los fallos ajenos. Nuestra educación no permite a los alumnos equivocarse: los penalizamos con una mala nota, los humillamos, minamos su autoestima y fomentamos el miedo. El triunfo es un buen motivador pero un mal maestro porque la conclusión que sacas con la victoria es que tienes que seguir haciendo lo mismo y no hay nada nuevo que aprender. Por eso es tan importante aprender a perder y a gestionar el fracaso (que es la razón por la que cuando juego con mis hijos, pocas veces les dejo ganar).
  • Si lo que quieres enseñar no se puede practicar, pregúntate si merece la pena enseñarlo. ¿Tiene sentido que les enseñe a mis hijos cómo se fabrican los balones de futbol y cómo han evolucionado a lo largo de la historia? Seguro que puede resultar apasionante y si quieren saberlo, les facilitaré el acceso. Pero no podemos enseñarlo todo. Lo lógico es priorizar: acordar qué es imprescindible que nuestros hijos aprendan y asegurarnos de que aprenden esas habilidades que requiere el mundo en cada momento. Hoy, seguimos enseñando lo que es fácil de medir en un examen aunque su utilidad sea cuestionable y nadie lo recuerde.
  • Aprender sin hacer no es aprender, es otra cosa distinta: es informarse, es entretenerse, ampliar tu saber, cultivarte... Enriquecedor sin duda. Puedes convertirte en una enciclopedia andante de futbol, acertar todas las preguntas del Trivial o ganar en "Quien quiere ser millonario". Pero si no juegas a futbol, no puedes ser futbolista. Los milagros no existen.
Conclusiones
Acabo de leer una entrevista a la danesa Kamille Seidler (galardonada como mejor chef mujer de Latinoamérica y que dirige el exitoso restauran Gustu en La Paz) donde dice literalmente: "se aprende más al calor de un restaurant que en la comodidad de un aula". Si la vida consiste en hacer cosas, entonces aprender tiene que consistir en practicar esas mismas cosas, una y otra vez. La experiencia es el mejor maestro posible, por eso sin práctica, no hay aprendizaje. Piensa en el conocimiento que tienes (lo que sabes hacer que es por lo que te pagan) y recuerda la manera en que lo aprendiste. Mis hijos, como cualquier otro niño, eran muy poco diestros para jugar al futbol y ha sido la práctica repetida la que les ha hecho progresar (al igual que será la práctica la que les haga mejorar en el baloncesto o en cualquier cosa en la vida). Si sabemos esto ¿por qué perpetuamos un sistema que aniquila las oportunidades para practicar? Una explicación es que  hacer exige esforzarse, tanto a los alumnos como también a los profesores. Practicar obliga a repetir y repetir y eso resulta muy aburrido. Queremos obtener el resultado pero no estamos muy dispuestos al esfuerzo que hace falta para conseguirlo. Otro refrán lo ilustra perfectamente: "Quién algo quiere, algo le cuesta" (en otra columna, discutiremos la influencia que tiene el talento en el desempeño de un individuo en comparación con la práctica).
Si se aprende haciendo, entonces cualquier experiencia de aprendizaje tiene que consistir en hacer y no en mirar, escuchar ni leer. El principio aplica exactamente igual para las empresas que, para sus cursos, talleres, seminarios o conferencias, copiaron el mismo modelo del aula escolar donde se habla más que se hace. Para aprender, la práctica no es lo único pero si lo más importante. La educación no tiene como objetivo exclusivo el mundo laboral pero no podemos obviar su influencia en la vida de las personas. Nuestros hijos desempeñarán trabajos que hoy no existen, con herramientas que todavía no hemos creado para resolver problemas que aún no se manifiestan. Y dado que las habilidades que se requerirán para ese mundo serán muy diferentes, la educación está obligada a cambiar urgentemente, sobre todo la forma de enseñar. Cuando los padres reflexionen sobre estos aspectos mientras crían a sus hijos, se rebelarán ante un sistema que les obliga a memorizar. Exigirán a colegios y universidades que diseñen un modelo basado en practicar.

 
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E D I C I Ó N - N ° 1 2 7 - O C T U B R E - 2 0 1 6
 
Desaprender
Javier Martínez Aldanondo
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jmartinez@catenaria.cl y javier.martinez@knoco.com Twitter: @javitomar
El progreso es imposible sin cambio (George Bernard Shaw).
A los japoneses siempre les ha gustado mucho el pescado fresco. Y ha sido tanta su pasión que desde hace ya décadas, en las aguas cercanas a las costas de Japón hay escasez de pesca. Así que para asegurar el suministro, lo que hicieron fue fabricar barcos pesqueros de mayor tamaño de manera que pudieran navegar mar adentro en busca de nuevos caladeros. Pero mientras más lejos iban los barcos, mayor era el tiempo que les tomaba regresar al puerto a entregar el pescado. Si el viaje tomaba varios días, el pescado ya no llegaba fresco y a los japoneses no les gusta el sabor del pescado cuando no es fresco. Para resolver este nuevo problema, las compañías pesqueras optaron por instalar cámaras frigoríficas en sus barcos de forma que podrían pescar y almacenar la captura en los congeladores. Además, congelar el pescado permitiría a los barcos ir aún más lejos y por más tiempo. Sin embargo, los japoneses son perfectamente capaces de percibir la diferencia entre el pescado congelado y el fresco y no les gustó nada el pescado congelado que se tuvo que vender más barato. Otra vez las empresas se vieron enfrentadas a un nuevo dilema. Para resolverlo, decidieron instalar estanques de agua en los barcos. Ahora ya podrían pescar e introducir directamente los pescados en estas piscinas y mantenerlos vivos hasta llegar a la costa de Japón. Pero lo que no habían imaginado es que, después de poco tiempo, los peces dejaban de nadar en el estanque. Se aburrían y se cansaban aunque seguían vivos. Desafortunadamente, los japoneses también son capaces de notar la diferencia de sabor de los peces en cautiverio ya que cuando dejan de moverse durante días, su carne se empieza a poner flácida y pierden el sabor "fresco-fresco". Y el sofisticado consumidor japonés prefiere mil veces el sabor de los peces bien vivos y "frescos-frescos" en lugar del sabor de los peces aburridos y cansados que los pescadores les traían. ¿Cómo resolvieron este reto las compañías pesqueras japonesas? ¿Cómo consiguieron traer pescado fresco? Introdujeron un pequeño tiburón en sus estanques. Obviamente, el tiburón se come algunos peces pero los demás llegan muy, pero muy frescos al destino ya que tienen que nadar como locos durante todo el trayecto para mantenerse vivos.
Años atrás, se puso de moda el concepto de "aprender a aprender". En todos los congresos y publicaciones relacionados con el mundo de la educación, jamás podía faltar una conferencia o un artículo sobre la necesidad de asegurar que los estudiantes "aprenden a aprender". Pero lo que más me asombraba es que a continuación, se añadía siempre un nuevo término a modo de apéndice: Desaprender. Florecieron entonces los libros, programas de TV e incluso campañas publicitarias centradas en Desaprender. Incluso en la encuesta que hicimos en 2010 donde preguntamos "¿Qué 3 cosas os gustaría que vuestro hijo/a realmente domine cuando termine el colegio?", numerosas respuestas mencionaron Desaprender. No tengo nada en contra de este vocablo. Si hay un hilo conductor en las 126 columnas anteriores a esta, es precisamente que no hay nada más importante que aprender. Pero es obvio que se produjo una gran confusión, demasiadas personas se lo tomaron al pie de la letra y asociaron Desaprender con "borrar lo que sabes". De repente, frente a un mundo cambiante, parecía obligatorio hacer sitio en tu cerebro para tanta novedad, lo que requería tirar a la basura lo que te trajo hasta donde estás.
El diccionario de la RAE define Desaprender como "olvidar lo que se había aprendido". Siendo honestos, debemos reconocer que hemos desaprendido lo que estudiamos en el colegio y la universidad porque se nos ha olvidado casi todo. Y a las organizaciones tampoco les va mucho mejor. Les sería muy útil recordar pero como no tienen cerebro, carecen de memoria y dado que no hay nadie resguardando las experiencias que ocurren a diario, terminan por olvidarlas.  Se terminaron instalando un par de falacias relacionadas con Desaprender que conviene desmontar:
Primera Falacia: Para aprender cosas nuevas primero hay que Desaprender. Si retomamos la historia de los japoneses, para cualquiera de los cambios que hicieron con el objetivo de conseguir pescado fresco (barcos más grandes, cámaras frigoríficas, estanques, tiburón) jamás tuvieron que Desaprender nada sino dejar de hacer lo que hacían y aprender a hacer cosas distintas. Parece que tuviésemos falta de espacio en el cerebro y necesitásemos "dejar salir antes de entrar". Desaprender implica más bien no seguir usando aquello que ya no me sirve y remplazarlo por nuevo conocimiento. Comprender lo que significa Desaprender requiere entender el aprendizaje. ¿Qué es aprender? Es acumular experiencia reutilizable en el futuro y depende de 3 factores: motivación, tiempo y práctica. Aprender consiste en crear conexiones neuronales que previamente no existían. ¿Y cómo ocurre este fenómeno? Si usamos la metáfora del explorador en la selva, la primera vez que la atraviesas y, dado que no existe un sendero, tienes que ir abriéndote camino con esfuerzo, a machetazos entre la espesura. Es exactamente lo que ocurre en tu cerebro la primera vez que haces algo. La siguiente vez que cruzas por la selva, sigues la senda que abriste la vez anterior y te cuesta algo menos de trabajo. Cuando la recorres innumerables veces, terminas por crear un camino que transitas fácilmente. Cada vez que aprendes algo, en tu cerebro se empiezan a generar sinapsis entre neuronas. Cuando prácticas algo de forma repetida, tus  conexiones neuronales se refuerzan, cada vez se vuelven más firmes y se va formando ese "sendero". En las organizaciones, las personas actúan como sus neuronas. Una organización aprende en la medida que las personas establecen conexiones e interactúan entre si ya que cada neurona por separado no puede hacer gran cosa. La inteligencia de una empresa es proporcional a la fortaleza o debilidad de esas conexiones entre sus colaboradores. En un entorno cambiante, para combatir el olvido organizacional es fundamental reforzar la capacidad de aprender.
Segunda Falacia: Desaprender exige borrar lo que sabias, Nuevamente, hubiese sido bastante absurdo que para introducir los cambios, los japoneses de nuestra historia hubieran tenido que renunciar a lo que sabían previamente. Desaprender no es sinónimo de eliminar lo que hacíamos hasta ayer, como si nos tuviésemos que desprogramar o volver amnésicos. Borrar lo que sabes no tiene sentido, consume mucha energía y ni siquiera creo que sea posible por más que te lo propongas. Además, muchas veces necesitas ese conocimiento antiguo como base para construir el nuevo. Para aprender algo no es obligatorio despojarte de lo que sabes sino más bien renunciar a lo que no te sirve. Pero claro, nunca sabes con mucha precisión qué es lo que sirve y lo que no, ni tampoco cuánto de eso te será útil en el futuro. Eso sí, hay ocasiones en que tienes que hacer la misma tarea de forma distinta. En esos casos, Desaprender te obliga a dejar de hacer lo que hacías tal y como lo hacías, y sustituirlo por algo nuevo que debes aprender.
¿Cuando estás dispuesto a Desaprender? Sabemos que el conocimiento tiene fecha de caducidad y los ejemplos recientes del declive de Kodak o Blackberry son elocuentes. Cuando algo te funciona y eres exitoso, no tienes incentivo alguno para cambiar. Todo cambio nace de un conflicto. Más allá de la proactividad de cada individuo, por regla general estás dispuesto a aprender cuando lo que haces ya no te da resultados, a veces porque el contexto varía de tal manera que ya no puedes seguir igual. Evitas todo lo posible tener que cambiar porque tu cerebro busca la comodidad de hacer lo que siempre hizo, sobre todo cuando le fue bien. Los japoneses solo fabrican barcos más grandes cuando agotan el pescado de sus costas. O introducen los estanques únicamente cuando al vender pescado congelado, empiezan a perder dinero.
¿Por qué cuesta tanto dejar de hacer lo que ya domino? Siempre se habla de resistencia al cambio, de la renuencia a abandonar estados de confort donde me encuentro seguro. Los hábitos son muy difíciles de modificar. Querer cambiar es el primer paso, necesario pero no suficiente porque la inercia (tus potentes conexiones creadas a lo largo de los años) te impiden modificar tu comportamiento por más que lo desees. El aprendizaje se fija con la práctica. Siempre que haces algo, inconscientemente echas mano de cómo has enfrentado esa acción en el pasado (y en concreto, de lo que mejor te funcionó) antes de tomar la decisión hacia el futuro. Las conexiones neuronales se van reforzando cada vez que repites la misma acción creando automatismos que se vuelven inconscientes. Esto tiene como consecuencia que una vez consolidados dichos circuitos cerebrales, son muy difíciles de modificar. Necesitas romper esas conexiones para crear otras nuevas y eso se llama aprender. No es una cuestión de decisión sino de acción. Mucha gente quiere adelgazar pero es poca la que lo consigue. Me he referido otras veces al ejemplo del muchacho que decide aprender a andar en una bicicleta que gira al revés de lo habitual. Dado que sus conexiones neuronales son muy sólidas (lleva muchos años andando en una bici normal y su "sendero" está muy arraigado), la costumbre le lleva continuamente a "usar el camino de siempre". Dejar de usar ese camino (romper las conexiones neuronales) y crear uno nuevo le cuesta un gran trabajo, aunque mucho menos que a su hijo. Y cuando meses después logra dominar la nueva bicicleta, se da cuenta que "olvidó" cómo andar en una bici normal.
Para dejar de hacer algo y hacerlo de otra manera necesitas siempre tener un objetivo (consciente o no) y sobre todo reflexionar: plantearte por qué hago lo que hago y de la manera como lo hago, por qué ya no me funciona y qué pasa si lo hago de otra forma. Al Desaprender, impides que tu piloto automático entre en funcionamiento y en lugar de irte por el sendero habitual, te internas a través de una nueva selva. Cada vez que dejas de hacer algo como siempre lo hiciste y lo sustituyes por algo nuevo que debes aprender, se te genera un desafío doble: dejar de hacer lo que ya sé y aprender lo que no sé. A esto le llamamos coloquialmente cambiar.
Conclusiones
Desaprender es siempre un ejercicio doloroso, es un sentimiento de pérdida que te lleva a abandonar lo que venías haciendo. Pero no implica eliminarlo, no hace falta tirar nada a la basura sino dejar de hacer para aprender algo nuevo. Cuando llevas tanto tempo haciendo algo que ya no necesitas pensarlo (porque lo has automatizado), las conexiones neuronales son tan sólidas que deshacerlas para crear otras nuevas resulta una tarea titánica. Como leí una vez "Nadie se desembaraza de un hábito tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño". En realidad, merece más la pena concentrarse en construir y aprender lo que voy a necesitar en lugar de perder tiempo en destruir lo que en su momento aprendí. El mundo siempre progresó inventando nuevas cosas que dejaban fuera a las anteriores sin necesidad de borrarlas. Tenemos que acostumbrarnos a convivir toda la vida con un estado de déficit de conocimiento permanente, ya que se genera conocimiento a un ritmo más rápido que nuestra capacidad de absorberlo.
El peor enemigo del aprendizaje es falta de humildad: creer que no necesito aprender o la soberbia de pensar que los demás no tienen nada que enseñarme. Bill Gates decía que "el éxito es un mal maestro, seduce a la gente inteligente a creer que nunca puede perder". Los profesionales exitosos suelen ser los que más dificultades tienen para cambiar: no quieren abandonar lo que tienen (que fue lo que les llevó a la cima), no saben cómo aprender (estudiar no sirve) y preguntas como ¿Me irá igual de bien que antes? o ¿Pasaré ahora a ser uno más?, les hacen asomarse a un abismo. La plasticidad cerebral nos permite aprender durante toda la vida. Tienes la posibilidad de aprender todo el tiempo, en todas partes y de todo el mundo, solo tienes que poner siempre en duda lo que sabes y haces. O lo que es lo mismo, empezar a vivir en "modo aprender" permanente.
Lo que ya sabes nunca te puede limitar respecto de lo que te falta por aprender. Por muy superexperto que seas, tan solo estás en un peldaño de la escalera del conocimiento y te faltan muchos por recorrer. Sabes más de lo que el ser humano sabía hace 100 años pero bastante menos de lo que se sabrá dentro de un siglo, cuando muchas de las que hoy son certezas absolutas, habrán sido refutadas. El conocimiento te puede encadenar. Enamorarse de lo que sabes es peligroso, y siempre es mejor anticiparse y cambiar cuando te va bien Si el mes pasado hablábamos de que el oxígeno te permite mantenerte vivo, es el aprendizaje el que te permite proyectar el futuro.

 
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Sostenibilidad del agua en Boyacá
Tunja, 23/02/2008
El Centro de Pensamiento GRAN BOYACÁ - CGB y el Club Rotario de Tunja presentaron públicamente, el 21 de febrero de 2008, al gobierno de Boyacá y a la ciudadanía  una propuesta para crear  organizaciones comunitarias por microcuencas; tema que a pesar de su contundente importancia y por razones inexplicables, poco y casi nada es tenido en cuenta institucionalmente. El proyecto plantea que las propuestas organizaciones comunitarias,  habrán de ser  muy operantes y eficientes, como responsables directas del uso y manejo para la sostenibilidad de las fuentes naturales de agua y de los demás recursos naturales en cada microcuenca hídrica, vinculando necesariamente en su compromiso y acción a toda la población del área correspondiente. Las intervenciones humanas de decisión individual son  responsables directas de la insostenibilidad creciente del recurso agua y de los otros recursos naturales. Dado el carácter fundamental y determinante del agua para la sostenibilidad ecológica y de la vida en el planeta, es de vital importancia organizar las comunidades, procurar su sensibilización colectiva y la conscientización para lograr (de manera prioritaria) la recuperación, conservación y buen manejo de las fuentes naturales de agua. Toda acción estructurada y sostenida, conducente a garantizar la sostenibilidad del recurso agua ha de ser bienvenida, por la enorme utilidad que este recurso representa no sólo para la población del área de cada microcuenca sino de otras comunidades que se benefician de ese recurso vital imprescindible, de la dotación natural general y de las actividades productivas del área de estudio. Garantizando la disponibilidad de agua para consumo humano, para la producción y para el sostenimiento ecológico es viable adelantar acciones colectivas, debidamente planificadas y comprometidas,  que conduzcan a mejorar las condiciones de vida y el bienestar de las propias comunidades organizadas.
El proyecto de organizar las comunidades para la sostenibilidad de las fuentes naturales de agua es viable desde el punto de vista social pues ha de ser la misma comunidad la que facilite y anime su propia organización funcional y operante con tal propósito. Las juntas de Acción Comunal, asociaciones varias, fundaciones, colegios y escuelas, docentes, jueces, inspectores, párrocos y demás personalidades y organizaciones, bien motivados y conscientes, se interesarán en el proyecto y tomarán parte activa en su ejecución.  El proyecto, también, es viable desde el punto de vista político pues la participación democrática de gobernantes y dirigentes conjuntamente con sus comunidades alrededor de este proyecto no tiene discusión sobre conveniencia,  necesidad y urgencia; lo cual, requiere liderazgo transparente, voluntad política y decisión firme que han de ser obvias y, en sana lógica, de fácil compromiso colectivo. El gobernador, los alcaldes de los municipios, los diputados y concejales donde la microcuenca tiene influencia estimularán, orientarán y dirigirán el proceso de organización de las comunidades.  
Desde el punto de vista financiero el proyecto es viable por cuanto existen fuentes seguras de financiación como la señalada en el artículo 11 de la ley 99 de 1993 y en otras disposiciones concomitantes tanto del orden nacional como departamental y local. Los presupuestos oficiales del Ministerio de Medio Ambiente, las Corporaciones Autónomas Regionales, los Planes de Desarrollo departamentales y locales pueden asignar, de manera preferencial, recursos para esta tarea pensando en la estructuración, fortalecimiento y sostenimiento de Organizaciones Comunitarias, cada vez más autónomas y responsables, capaces de responder  por la sostenibilidad del recurso agua y de los demás recursos naturales de su ámbito espacial. Existe potencialidad evidente de gestionar y obtener de ONGS, empresas y organizaciones nacionales e internacionales la consecución de apalancamientos financieros para proyectos de esta naturaleza, globalmente prioritarios.
La Organización Comunitaria adecuada alrededor de actividades precisas conducentes a la sostenibilidad del recurso agua producirá efectos e impactos sociales muy positivos en la zona de la microcuenca y en otras zonas que pueden favorecerse de ella. La comunidad organizada podrá adelantar actividades de reforestación, revegetalización, recuperación y protección de suelos, agua y aire puro, buen uso y manejo adecuado de todos los recursos naturales; no es utópico esperar el mejoramiento y regularización del régimen de lluvias y climático. La disponibilidad de agua y sus sostenibilidad, sumada a la infraestructura y equipamiento social requeridos por la comunidad organizada, estimularán la retención de la población en su lugar de origen induciéndola a estructurar y fomentar proyectos y actividades productivas eficientes  y a mejorar, con su compromiso y concurso sistemáticos, las condiciones de vida para las generaciones actuales y venideras. Una comunidad organizada es la base fundamental e irreemplazable para recuperar y garantizar la sostenibilidad del recurso agua en todas las microcuencas..  Es pertinente advertir que, de persistir la desorganización actual de las comunidades y la irresponsabilidad en el uso y manejo del de las fuentes naturales de agua, se incrementarán los problemas sociales, económicos y ambientales actuales, y amenazará seriamente la viabilidad de la permanencia de las especies: humana, animal y vegetal.
El problema consiste en la carencia, casi absoluta, de organización comunitaria adecuada y funcional como causa determinante de la disminución y desaparición de las fuentes naturales de agua y de los demás recursos naturales en la microcuenca.  Es la intervención (inconsciente desde la óptica ecológica y de sensibilidad social) pero irresponsable de la gente (comunidad) el factor determinante de efectos e impactos como destrucción de zonas de afloramiento de aguas, inadecuadas actuaciones en zonas de páramo para aumentar la frontera agrícola y pecuaria, deforestación, pérdida de masa vegetal, extinción de especies florales y faunísticas y desertización creciente de suelos, así como miseria, pobreza, desnutrición, insalubridad, ignorancia y demás condiciones que hacen o harán, del el área, un espacio deprimido y desordenado, en todos los órdenes. El proyecto busca  como objetivo general: Organizar la comunidad para la recuperación, conservación y manejo de las fuentes de agua en cada microcuenca para garantizar la Sostenibilidad del recurso hídrico, como factor determinante  de supervivencia y de desarrollo comunitario.
Hugo Arias Castellanos
Director del CGB granboyaca@gmail.com

"CAPTURAR PLUSVALÍAS URBANAS PARA FINANCIAR EL DESARROLLO LOCAL


Capturar el valor del suelo, clave para el desarrollo de ciudades latinoamericanas *

Estudio del BID propone cómo financiar el crecimiento urbano sostenible

Las ciudades de América Latina y el Caribe crecen a paso acelerado. La pregunta del millón es: ¿qué deben hacer para manejar y financiar un desarrollo sostenible que les permita extenderse y a la vez optimizar el uso de sus espacios, de modo que puedan albergar cómodamente a sus habitantes?
La clave para revitalizar algunas áreas, densificar otras, preservar el patrimonio y habilitar el suelo en zonas nuevas podría estar en captar plusvalías urbanas que ayuden a las ciudades a manejar eficientemente sus recursos y reducir su dependencia financiera de los gobiernos centrales, revela un nuevo estudio titulado Expandiendo el uso de la valorización del suelo - La captura de plusvalías en América Latina y el Caribe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Por "captura de plusvalías" los autores se refieren a la posibilidad de que los gobiernos obtengan algún beneficio por la valorización de las propiedades inmuebles que se produce cuando se hacen mejoras de infraestructura (como accesos a autopistas, calles pavimentadas, alumbrado público o cloacas) o cuando se aprueban nuevas normas de uso de suelo (por ejemplo, el paso de uso rural a urbano o de residencial a comercial). Comúnmente, esos incrementos favorecen sólo a los dueños de las propiedades aunque dependen de acciones públicas.
Este estudio pone de manifiesto que no existe una fórmula única que responda a las necesidades de todas las urbes de la región. “Hemos detectado una considerable variedad de mecanismos de captación de recursos, no sólo entre países, sino entre ciudades de un mismo país”, afirma Andrés F. Muñoz, especialista de la División de Gestión Fiscal y Municipal del BID.
La publicación muestra que hay diversas formas de obtenerlas, entre las que se destacan los impuestos, lascontribuciones por mejoras, las regulaciones y la venta de derechos de construcción. Entre ellas indica:
  • Los impuestos incluyen el gravamen predial y su variante llamada “financiación por incremento de impuestos”. Estos tributos, muy comunes en los Estados Unidos, donde fueron introducidos en 1952, permiten a los municipios emitir bonos para financiar inversión pública en base al aumento en el recaudo estimado durante un período determinado.
  • Las contribuciones por mejoras, también llamadas contribuciones por valorización, son uno de los mecanismos más usados en América Latina y el Caribe, sobre todo en Colombia, donde se aplica desde 1921. Hacia 2012, Bogotá estaba en proceso de recaudar unos US$1.000 millones y otras ocho ciudades colombianas estaban cobrando una cifra similar.
  • Las regulaciones incluyen una amplia gama de mecanismos con los que el sector público puede monetizar los beneficios de sus intervenciones en el valor del suelo. Los más conocidos son las exacciones o convenios urbanísticos: aportes en dinero o especie como contraprestación al derecho de desarrollar. Por ejemplo, en Puerto Norte en Rosario, Argentina, la municipalidad definió que los desarrolladores que construirían el área liberada por la reconversión del puerto debían ceder el suelo necesario y la construcción de calles y redes, además de 15 por ciento de la superficie para espacio público y equipamiento.
  • La venta de derechos de construcción se utiliza mayormente en áreas a densificar, en las que se define un coeficiente de aprovechamiento urbano mínimo. Cualquier utilización por encima de dicho valor debe pagarse con una contraprestación a la autoridad competente. En São Paulo, Brasil, los certificados de potencial adicional de construcción –una modalidad de venta de estos derechos en la que la contraprestación se define a precios de mercado determinados en subasta pública– permitieron reunir entre 2004 y 2012 US$2.200 millones que se invirtieron en infraestructura y vivienda. 
Los autores de la publicación, Andrés G. Blanco, Andrés F. Muñoz y Vicente Fretes Cibils, manifiestan que el estudio es un relevamiento de 17 proyectos en nueve ciudades de cinco países de la región: Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Uruguay.
“La captación de plusvalías urbanas está en proceso de maduración en Brasil y Colombia, donde ya lleva casi 30 años de evolución; en desarrollo en Argentina y Uruguay –que ya cuentan con algunas experiencias innovadoras–; y en un nivel aún inicial en Ecuador, si bien en la ciudad de Cuenca se hace uso sistemático y efectivo de la contribución especial de mejoras”, dice Andrés G. Blanco, especialista de la División de Vivienda y Desarrollo Urbano del BID.
Asimismo, se espera que las plusvalías permitan liberar fondos para el desarrollo de vivienda social, algo que aún está en sus etapas preliminares pero que ya puede verse en ciudades como Bogotá y Quito.
La publicación es gratis y se puede descargar en www.iadb.org/suelos
Acerca del BID
El Banco Interamericano de Desarrollo es una de las principales fuentes de financiamiento a largo plazo para proyectos económicos, sociales e institucionales en América Latina y el Caribe. Además de préstamos, donaciones y garantías de crédito, el BID realiza proyectos de investigación de vanguardia para brindar soluciones innovadoras y sostenibles a los problemas más urgentes de nuestra región. Creado en 1959 para ayudar a acelerar el progreso en sus países miembros en vías de desarrollo, el BID trabaja día a día para mejorar vidas.
Fuente:Comunicados de prensa 12-oct-2016 - BID
 

Fwd: Nunca caminarás solo, Newsletter 126 Catenaria Gestión del Conocimiento



---------- Mensaje reenviado ----------
De: Javier Martínez Aldanondo <gestiondelconocimiento@catenaria.cl>
Fecha: Monday, October 3, 2016
Asunto: Nunca caminarás solo, Newsletter 126 Catenaria Gestión del Conocimiento
Para: granboyaca@gmail.com


 
E D I C I Ó N - N ° 1 2 6 - S E P T I E M B R E - 2 0 1 6
   
 
 
Nunca caminarás solo
Javier Martínez Aldanondo
Gerente de Gestión del Conocimiento de Catenaria
jmartinez@catenaria.cl y javier.martinez@knoco.com Twitter: @javitomar
 

 

¿Qué es lo más importante que necesita una persona para vivir (que no forme parte de su cuerpo)? ¿Ya lo tienes? ¿Estás seguro? Piénsalo bien. ¿Ahora sí? El oxígeno. Sin él, la mayoría de las personas no podemos sobrevivir más allá de unos breves minutos ya que lo utilizamos a cada instante. Somos capaces de desenvolvernos durante un buen tiempo sin comida ni bebida, sin dormir, sin luz, sin vestimenta o vivienda e incluso sin amor o sin esperanza pero no sin oxígeno. Sin embargo, ¿cuántas veces al día piensas en el oxígeno? Nunca. El oxígeno es un intangible que no podemos ver ni tocar y tan solo somos conscientes de su importancia cuando no lo tenemos: Si de repente el aire se envenena o te sumerges bajo el agua, entonces, y de forma abrupta, te das cuenta de que tu vida depende de ese elemento tan minusvalorado. Damos por hecho que el oxígeno forma parte de nuestra realidad y jamás le prestamos la atención que merece.
Para una organización, el conocimiento cumple exactamente la misma función que el oxígeno. Sin conocimiento, ni las personas ni las organizaciones pueden hacer nada en absoluto. El conocimiento actúa como el combustible que permite que las personas actúen y tomen la decisión correcta y no cualquiera. Pero dado que el conocimiento es también un intangible, hemos venido comportándonos como si fuese parte inseparable del ambiente laboral y su gestión no requiriese esfuerzo alguno. Ahora bien, así como el ser humano no ha hecho ningún mérito para que exista oxígeno en nuestra atmósfera, la existencia de conocimiento en una empresa no ocurre por arte de magia. Aunque a estas alturas ya sabemos que el conocimiento forma parte de todo lo que hacemos, todavía la mayor parte de las organizaciones actúan de forma reactiva. Casi nadie se plantea administrarlo hasta que algo irreversible sucede: un error que acarrea pérdidas económicas, un accidente que cuesta vidas humanas o un grave impacto ambiental… Si las empresas quieren sobrevivir y proyectarse en el tiempo, no pueden esperar a que el conocimiento (que es el oxígeno que respiran) se deteriore o desaparezca porque entonces ya será demasiado tarde.

La película que logró la mayor recaudación en taquilla hace 2 semanas en USA fue Sully (protagonizada por Tom Hanks y dirigida por Clint Eastwood) que aborda la experiencia, que tratamos en el newsletter sobre toma de decisiones, del piloto que logro salvar la vida de 153 pasajeros al amerizar sobre el rio Hudson en Nueva York. En una entrevista que le hicieron en un congreso de aprendizaje, confesó textualmente lo siguiente: "El vuelo, al igual que la mayoría de vuelos que tuve a lo largo de 42 años, era totalmente rutinario y sin nada destacable durante los primeros 100 segundos. Pero en los siguientes 208 segundos, Jeffrey Skiles, mi primer oficial y yo tuvimos que enfrentar el principal desafío de nuestra existencia en aquella cabina en la que estábamos luchando por nuestras vidas y las vidas de los pasajeros y de la tripulación, Y no teníamos el tiempo, durante esos 208 segundos, para averiguar qué necesitábamos saber. Teníamos que haber hecho el trabajo duro durante las décadas anteriores. Entre ambos teníamos más de 75 años de experiencia de vuelo, 20.00 horas cada uno. Lo que nos salvó fueron las habilidades fundamentales y bien aprendidas, el conocimiento profundo y el juicio que proviene solo de la experiencia". Lo que Sully expresa de manera tan natural es que su conocimiento es producto de miles de horas de práctica. Pero la pregunta es: ¿Qué pasa con aquellos pilotos que no tienen la experiencia de Sully? ¿Cómo les ayuda la organización proveyéndoles el conocimiento que necesitan? ¿Qué pasa con todos aquellos pasajeros que no tienen la suerte de contar con un Sully a los mandos del avión y que son la mayoría? ¿Y qué hace esa aerolínea ahora que los Sully están llegando a la edad de jubilación y por tanto, pronto van a perder ese conocimiento? No deja de resultar curioso que las organizaciones hagan cuantiosas inversiones para garantizarse el suministro de electricidad, materias primas, transporte, agua o acceso a internet, con el objetivo de asegurar su continuidad operacional mientras hacen caso omiso del abastecimiento de conocimiento.

Sin duda alguna, lo más importante que puede entregar una organización a sus colaboradores es el conocimiento para hacer su trabajo. Aunque no parece que todo el mundo lo entienda así… La semana pasada, participamos en una reunión con la gerencia de sistemas de una empresa grande que maneja un promedio de 300 proyectos simultáneamente. Nos confirmaron, no sin rubor, que en la mayor parte de los casos, los jefes de dichos proyectos quedan "abandonados" por la organización y manejan sus proyectos según su propio conocimiento personal.
Piensa lo siguiente: ¿Qué porcentaje de tus tareas diarias son nuevas? ¿Y qué porcentaje se repite? Por regla general, la mayoría de empresas, y de las personas que trabajan en ellas, realizan tareas repetitivas (y en ocasiones, en diferentes lugares geográficos al mismo tiempo), lo que brinda una magnífica oportunidad para gestionar el conocimiento y aprender. Lo más probable es que alguien ya haya hecho lo que tú vas a hacer y por tanto exista conocimiento disponible. ¿Cuál es entonces la responsabilidad más importante que tiene una empresa? Asegurarse de que cada uno de sus colaboradores tenga acceso al conocimiento que necesita y en el momento que lo necesita, no por caridad sino para ayudarles a alcanzar el mejor desempeño posible. Si los procesos de la empresa se han ejecutado millones de veces por miles de personas a lo largo de los años, entonces significa que contamos con toneladas de conocimiento. Ello implica que nadie debiese empezar un proyecto o realizar una tarea desde cero, no se podrían repetir los mismos errores y todos deberían emplear las buenas prácticas que hasta ahora nos han dado los mejores resultados. Las organizaciones que cuentan con procesos de recogida de lecciones aprendidas casi nunca ponen el mismo empeño en cerciorarse que dichas lecciones, en lugar de quedar almacenadas en un repositorio, llegan a los usuarios que las podrán necesitar en el futuro. Como vimos con los 3 hábitos para gestionar el conocimiento, para asegurar el suministro del conocimiento adecuado a los colaboradores que lo requieran, es imprescindible que la empresa cuente con una estrategia que incluya procesos de reflexión, captura, sistematización y transferencia así como instancias para compartir conocimiento y evitar perderlo. Y en aquellas situaciones en las que haces cosas que no se han hecho antes y donde no existen precedentes (por ejemplo en el ámbito de la Innovacion), con más razón aun necesitas asegurarte de sistematizar el conocimiento generado para que en su reutilización posterior, ya no vuelva a ser una tarea nueva.

Conclusiones
Mis amigos de Barcelona tienen la costumbre de asistir cada año a un partido de futbol en algún campo histórico en Europa. Cuando les pregunté cuál de ellos fue el que les causó mayor impresión, no lo dudaron: Anfield, el campo del Liverpool. En concreto, me narraron la profunda emoción que los embargó cuando, como ocurre antes del inicio de cada partido,  todo el estadio canta  el himno  del equipo: Nunca caminarás solo. Y es que la fidelidad y el apoyo de los hinchas del Liverpool hacia su equipo son legendarios. Quizás el ejemplo más emblemático ocurrió durante la Final de la Champions de 2004-2005 entre el Milán y el Liverpool, considerada la más emocionante de la historia. Al término de la primera parte, el equipo italiano ganaba cómodamente 3-0 y todo el mundo daba el partido por sentenciado. Durante el descanso, los hinchas del Liverpool ofrecieron una imagen inolvidable cuando entonaron apasionadamente el himno de su equipo. La escuadra inglesa consiguió empatar el partido a 3 en la segunda parte y terminó llevándose el campeonato en una dramática tanda de penaltis.

¿Te imaginas que ayer lunes, después de disfrutar del fin de semana, quienes llegan a trabajar a tu institución son los empleados del McDonalds más cercano? ¿Te imaginas que el conocimiento de tu organización está solo en la cabeza de las personas y no hay nada documentado? ¿Te imaginas que el conocimiento requerido para realizar el proceso más crítico en tu empresa lo tiene una persona que anuncia que se va al día siguiente? Es evidente que ahora mismo estás vivo porque en el aire que respiras existe oxígeno. Pero también estás vivo, profesionalmente hablando, porque tienes conocimiento. Si te lo quitan, el resto de elementos pierden importancia porque tu vida laboral se desmorona a no ser que aprendas cosas valiosas de nuevo. Si un día, de repente, se te olvida hablar o escribir, tus posibilidades se ven enormemente mermadas. Por suerte, no es fácil despojar a una persona de su conocimiento. La gestión de conocimiento cumple la misma función que la bombona de oxígeno que llevan en su espalda los buceadores. Cuando tienes suficiente conocimiento para llevar a cabo tu trabajo, como en el caso excepcional de Sully, la bombona no es prioritaria. Pero a la mayoría de personas que no acumulan tanta experiencia y que viven expuestos a un contexto de cambio e Innovacion continuos, su empresa les tiene que proveer continuamente de esa bombona de oxígeno cada vez que lo necesiten. De lo contrario, empresa y colaborador se estarán exponiendo a riesgos tan peligrosos como innecesarios. Dentro de la red de Knoco, tenemos 2 bombonas de conocimiento a las que acudir cada vez que necesitamos ayuda: La plataforma Yammer que nos permite preguntar a l resto de especialistas quién sabe lo que necesitamos. Y el Wiki donde podemos buscar qué conocimiento explícito existe sobre un determinado tema. ¿Cómo te socorre tu organización con conocimiento cada vez que lo necesitas? Si el oxígeno es la materia prima del cuerpo, el conocimiento es la materia prima del cerebro.

El jueves 6 de octubre estaremos en Temuco dictando la conferencia "Actitud, el conocimiento más importante" en el congreso XVI Congreso Nacional de Comités Paritarios de Universidades Chilenas organizado por Mutual de Seguridad.
El miércoles 26 de octubre impartiremos la conferencia "Emergent Learning, el futuro inmediato de la educación" en la Universidad de Barcelona organizado por la Facultad de Educación y el IL3.
El jueves 27 de octubre, en el Centro de Formación Repsol en Madrid, expondremos acerca de "Cómo retener el conocimiento" en el marco de las Jornadas sobre Universidades Corporativas organizadas por UOC Corporate quienes acaban de publicar un interesante informe sobre el estado de la formación en España.
El viernes 28 de octubre en San Sebastián, participaremos en el Seminario internacional "Gestión del Conocimiento Intergeneracional" organizado por IVAP y EIPA con la conferencia "La gestión del conocimiento en el Siglo XXI – lecciones aprendidas y desafíos"
El sábado 29 de octubre y el viernes 4 de noviembre en Bilbao dictaremos el curso práctico "Gestión del Conocimiento aplicado a las organizaciones" para la Asociación de Graduados del MBA de la Universidad del País Vasco.


 
 
 

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Santiago, Chile

 
 

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