REFLEXIONES SOBRE LA SEGURIDAD VIAL


 
Sergio Ojeda*
 
Ante cualquier accidente vial la respuesta inmediata es la excusa, pretexto o justificación en la falla del vehículo, de la vía, del medio ambiente, del otro conductor, que el peatón se atravesó ,que el semoviente no miro antes de pasar, que el dispositivo de control del tránsito o señal de Tránsito no pudo observar, o en el mejor de los casos que solo le falto un segundo para evitar el choque, cuando la primera pregunta debe ser en que falle como usuario de la vía?. Si bien es cierto dos (2) o más factores de los enunciados se conjugan para que se estructure un siniestro, estos solo representan el 10% de la totalidad en materia de accidentalidad y se pueden generalmente superar con profesionalismo, es decir con el comportamiento preventivo  acorde a las difíciles circunstancias del entorno.

En Boyacá departamento con topografía andina contamos con la experiencia que con deficiente infraestructura vial los accidentes se evitan, pues el nivel de conciencia mejora en el entendido que en el menor descuido se pierde la vida, por el contrario la doble calzada construida para atender la demanda creciente, para dar mayor seguridad, comodidad y movilidad se producen más accidentes y estos se ocasionan por exceso de confianza, por falsa percepción y por creer que con mejor infraestructura los problemas desaparecen, ello no implica ni quiere decir que la infraestructura vial no deba mejorar, por el contrario se requiere de más y mejores vías (de vías inteligentes) para superar los infartos viales en la mayoría de municipios y en las vías del orden nacional,  vías que por demás deberán ayudar a  compensar algunos errores del conductor y no a la inversa como ocurre con algunas vías diseñadas y construidas para la demanda de  los años 50, donde los límites de velocidad eran muy bajos,  el radio de curva era muy estrecho y por lo general expulsando al vehículo de la vía por falta de un peralte adecuado.

No todos los accidentes pueden  atribuirse a las vías, pues como se observa en su producción intervine principalmente el ser humano, por eso debemos darle soporte que puedan suplir ciertas  deficiencias con la tecnología instalado en los vehículos como, no permitir choques por alcance, conducir en estado de embriaguez,  guiar al conductor al destino fijado, etc. ayudas que hoy existen de acuerdo con la capacidad de pago; pero la gran pregunta ante los altos índices de accidentalidad es (¿estará llamada a desaparecer la profesión de conductor?, ¿su responsabilidad será entregada a la tecnología? o podremos mejorar tomando con seguridad y responsabilidad nuestra tarea?            

La pregunta se hace, por que el 90 % de todos los accidentes de tránsito tienen como componente fundamental una falla humana, ocasionado por lo general en distracciones, en la falta de comportamientos acordes a la normatividad, en la negligencia y en el desconocimiento de la estadística, de las leyes de la física, la mecánica, legislación de tránsito y transporte y el olvidar que es deber de todo ser humano buscar la pacífica convivencia, acompañada de una formación en técnicas de conducción, para no caer en  la impericia.

Por eso la respuesta para evitar oportunamente tantos accidentes que producen muerte, pobreza y dolor debe enfocarse a la concientización, soportada en la educación y formación integral del ser humano. 

Algunas consideraciones para mejorar los niveles actuales en seguridad  vial.

Comenzamos por definir que para el conductor es prioritario contar con un buen nivel de audición, visión,  reflejos, y de coordinación motriz, pues su estado de salud física  y mental es fundamental para  el ejercicio de la profesión; esta revisión debe ser periódica o por lo menos en las fechas que señala la ley para la obtención o refrendación de su licencia de conducción; el examen médico se debe realizar en un centro de reconocimiento para conductores CRC quienes certificarán su aptitud, con la premisa que a mayor edad nuestras facultades disminuyen progresivamente por lo que se hace necesario el control médico con mayor frecuencia.
En todo caso recuerde que no puede consumir medicamentos que produzcan sueño o retarden sus reflejos, ni consumir bebidas alcohólicas o drogas durante al menos 24 horas antes de iniciar a conducir, ya que la ley castiga dicha conducta y se pueden generar consecuencias indeseables; para hacer su trabajo debe dormir bien entre 6 y 8 horas por día ya  que la falta de descanso o cansancio acumulado  genera sueño y este  a su vez causa la lentitud mental y física, creando dificultad  en su memoria y para concentrase, sumado a cambios de personalidad como tornarse irritable o agresivo, disminuye la capacidad de reacción y puede producir los nefastos micro sueños, acompañado de visión borrosa, y reflejos  lentos acompañado de cansancio o fatiga muscular.

Por lo expuesto  los conductores están autorizado para conducir  un máximo de  48 horas a la semana y diez 10 horas al día pero deben incluir descansos o pausas activas durante el recorrido, recuerde que las 10 horas comprende las dos (2) jornadas  (ordinaria y extraordinaria) sin que pueda existir excepción, pues se considera que alargar esta jornada atenta contra la seguridad pública, como lo han demostrado las funestas experiencias en nuestro departamento; Cumpliendo estas recomendaciones se considera que por lo menos las habilidades físicas, mentales y el sentido común deberían funcionar, es decir buscaríamos  la pacífica convivencia en las vías, en otras palabras a erradicar la violencia vial.
La legislación Colombiana diferencio entre el conductor de servicio público del particular asignado a este ultimo el deber de refrendar su licencia cada diez (10) años hasta cumplir 60 años, los mayores de esta edad deben refrendarla cada cinco (5) años hasta cumplir los 80 años, superada esta edad la refrendación deberá ser cada año.
Los conductores del servicio público  deben refrendar su licencia de conducción cada tres (3) años hasta cumplir los 60 años, y con posterioridad cada año; basta mencionar que el requisito habilitante para tener el derecho a la obtención y refrendación de la licencia de conducción es la certificación de aptitud física y mental expedida  por un grupo interdisciplinario de  médicos conforme a las normas vigentes, haber cumplido el tiempo de interdicción de derechos por las sanciones impuestas, realizar los cursos sobre alcoholismo con intensidad horaria según el caso, estar a paz y salvo por concepto de multas por infracción a las normas del tránsito y cancelar los derechos.
La actividad de conducir exige que todos los sentidos permanezcan alerta todo el tiempo, que las condiciones del vehículo, la vía y medio ambiente sean favorables, recordando que  estos factores son dinámicas pues su estado cambia con frecuencia por temporadas de lluvia, caída de aceite, arena, obras en la vía, neblina, desgaste o fatiga de materiales en cualquiera  de los sistemas activo y pasivo de los vehículos y cambios repentinos en el mismo conductor como un accidente cerebro bascular, un paro cardiaco o respiratorio, un estornudo o un calambre etc. motivo por el cual  no se entiende como una licencia de conducción podía tener el carácter de indefinida antes de emitirse el decreto 19 de enero de 2012. 

De los sistemas se aprende que solo funcionan si están diseñados y programados para ejecutar una labor, por tanto no debe ser extraño que debemos programarnos como conductores y hacernos preguntas como a qué hora iniciare el viaje, cual es la ruta principal y alternativas, cual es lugar de partida y llegada, el tiempo aproximado de viaje, las paradas durante la ruta, revisar los documentos del vehículo y del conductor, contar con un presupuesto adecuado para el desplazamiento. 

Revise como mínimo los siguientes sistemas del vehículo: Nivel de combustible, liquido refrigerante del radiador y lava para brisas, las luces internas y externas del vehículo( conjunto óptico), el inflado y labrado mínimo de las llantas incluyendo el respuesta, equipo de carretera acorde al vehículo, sistema de dirección y de frenos, visibilidad, espejos retrovisores, comodidad y aseo del vehículo; al finalizar la ruta reportar al jefe de taller o a su mecánico de confianza cualquier irregularidad que perciba por insignificante que parezca, para mejorar la seguridad y antes de iniciar el recorrido ajuste su silla para maniobrar con facilidad, colóquese su cinturón de seguridad y exija a sus acompañantes y/o pasajeros actuar de conformidad,  gradué los espejos retrovisores, para mayor visibilidad y  mayor control en las maniobras, no deje puertas abiertas o mal cerradas y coloque los seguros para niños de ser el caso, verifique que no existan objetos que puedan bloquear los comandos del vehículo e inicie la marcha cuando los testigos de alerta del vehículo se apaguen y no exista peligro al ingresar al tráfico. 

Lo cierto es que en cualquier momento se puede ocasionar un accidente, por lo que esta profesión es considerada de alto riesgo, produciendo más muertos, más heridos y más pérdidas económicas que las demás actividades consideradas como tal; pero lo de peligroso no lo es tanto por guiar a un vehículo, sino por la forma irresponsable en como asumimos una profesión sin tener la formación necesaria, sumado a un comportamiento caprichoso e irresponsable fundado en que voy tarde o estoy con  afán, tanto que el Instituto de Transito de Boyacá ITBOY diseño una campaña denominada la familia afanador, con hijos como el come semáforos, Agripina, brabucón,  hay voy yo,  etc.        

Por consideraciones como las expuestas los directivos y demás funcionarios del Instituto de Tránsito de Boyacá  diseñamos  diferentes cursos dirigido a los conductores de vehículos automotores  y comunidad en general,  en especial por observar con preocupación como la conducta de buena parte de nuestros conductores, peatones y pasajeros, no es la mejor, lo que trae como consecuencia una cantidad de resultados no deseables para la organización política, económica y social de nuestro coterráneos.
El gobierno de Boyacá en cabeza de nuestro Gobernador el Doctor JUAN CARLOS GRANADOS y sectorialmente nuestro Gerente del Instituto de Tránsito de Boyacá el Doctor JOSÉ IGNACIO MONTERO CRUZ incluyeron en el plan de desarrollo departamental  y en el plan institucional compromisos entre señalización y demarcación por el orden de 490 kilómetros, la realización de 320 operativos de control y vigilancia en vías secundarias en compañía de la Dirección de Tránsito y Transporte y de las Corporaciones Autónomas Regionales con respecto a la contaminación producida por fuentes móviles entre otros de los programas previstos.
La alta gerencia impartió directrices para el diseño e implementación de programas que pretenden hacer efectiva la creación del comité municipal de seguridad vial en nuestros 123 municipios de Boyacá, para contar con cobertura efectiva en cada uno de los programas y líneas estratégicas propias de la política vial, buscando el cambió de nuestra actual cultura vial, por una basada en el conocimiento pragmático, técnico y jurídico para desarrollar la formación de hábitos, comportamientos y conductas seguras en las vías, de tal forma que disminuya el importante impacto negativo; lo previsto se da en cumplimiento  de normas del orden nacional y departamental como son el plan nacional de seguridad vial y el plan de desarrollo, ley 769 de 2002, ley 1503 de 2011, ordenanza 025 de 2010  y demás normas concordantes;  hoy ya se superó el tema de socialización y creación de nueve (9)comités provinciales de seguridad vial constituyendo al departamento de Boyacá en ejemplo nacional, pues ya sus autoridades tienen claridad respecto de los deberes legales adquiridos con sus comunidades. 
*Abogado, Director del Centro de Atención Integral - C.I.A.  del ITBOY. 

 

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