EL MANIFIESTO DE CORRALES

Jorge Agustín REYES PULIDO
Docente UPTC
“Cuando la gente supo que se había revivido el concurso del Pueblo más Lindo de Boyacá, no fue necesario producir un decreto para que se pusieran a pintar sus casas”. Fueron las palabras de la Alcaldesa de Corrales, María del Carmen Agudelo, para presentar a la opinión pública la respuesta de las gentes de esta pintoresca población boyacense al  llamado que hizo  la Secretaría de Cultura de Boyacá a participar en el concurso.  
A lo anterior se suma, como auténtica realización cultural, el proyecto “Carranga Sinfónica” que hizo vibrar nuestros corazones y nos llenó de ilusiones por lo nuestro. La música Carranguera del Maestro Jorge Veloza nació entre nosotros, nos hace recordar nuestro pasado, hemos seguido con fervor su devenir, la hemos visto transformarse y fortalecer para dar vida al encuentro  con la Orquesta Sinfónica de Colombia que puso en evidencia el valor de la confrontación cultural en igualdad de condiciones: las dos expresiones culturales nutriéndose en el marco del diálogo resultado  de un proceso.
Finalmente, la presentación de los Niños Cantores de Boyacá y la Big Band fueron otro aporte al concepto de Cultura que ha venido fortaleciéndose en el transcurso de estos últimos meses. Tres manifestaciones culturales de gran valor (probablemente hay  muchas más, lo importante  es aceptar que en Cultura no es la cantidad lo que cuenta, sino la calidad) que merecen ser destacadas como resultado de un proyecto que evidencia el deseo de generar procesos estructurales de vida cultural de largo alcance.
Tenemos la esperanza que ellos nos permitan, entre otras cosas, volver a  tener una Banda  como ya la tuvimos hace algunos años (la Banda del departamento que dio origen a la Sinfónica de Vientos, desaparecida en medio de una de las muchas reestructuraciones de nuestra administración departamental) verdadero escenario de formación de maestros y músicos en Boyacá. Lamentablemente los vacios históricos que se producen en la cultura no son fácilmente recuperables, a diferencia de los que suceden en una fábrica que puede parar cuando sus dueños lo quieran y volver a ser puesta en marcha  sin mayores traumatismos.
Duitama y Paipa, gracias a sus administraciones municipales y a la labor titánica de personas comprometidas con  la cultura,   han sido escenario de eventos  que han permitido escoger los mejores músicos de Boyacá para lograr en varias oportunidades premios de reconocimiento nacional como el Mono Núñez.  Son, por lo tanto, ejemplos a seguir en el plano departamental para que Boyacá retome el sendero que permita enriquecernos culturalmente y realizar procesos que  formen artistas con sentido de pertenencia y  espíritu abierto al aporte de Otros.

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